Nos habíamos amado tanto

La sanción de la ley de medios dejó indudablemente descolocados a los cableros (principalmente a los grandes) quienes durante mucho tiempo se habían dedicado a torpedear la posibilidad del ingreso de las empresas de telecomunicaciones al negocio de la TV. Pero la ley las dejó afuera, aceptando únicamente el ingreso de las cooperativas al negocio. Y atacar a las cooperativas no rinde, ya que éstas tienen esa imagen de “todos juntos trabajando por el bien común”, que hace que agredirlas no rinda demasiado.
Por eso sonó a fuera de timing cuando durante las últimas jornadas de ATVC se propusiera el ingreso de las telcos al negocio de la TV, aunque con algunas condiciones, como la de liberar el 25% de sus clientes y darles 5 años para ponerse a punto (cuando algunos, sobre todo los grandes, ya están en condiciones).
Más allá de la moda de dudoso gusto de tratar a los clientes como mercancía intercambiable (como el tope del 35% de participación expresado en la ley o este 25% que las telcos deberían resignar), lo cierto es que da la impresión de que los cables se acordaron tarde de negociar. Ahora sólo les queda la carta de modificar la ley con el nuevo Congreso que asumirá el 10 de diciembre. Una carta que tampoco es segura, habida cuenta de la creciente tendencia al surgimiento de tránsfugas.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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