Ni yanquis ni marxistas

En la industria tecnológica en general se da hoy una discusión respecto de si las tablets deberían ser consideradas computadoras personales, smartphones más grandes o una categoría en sí misma. Esto se traduce en que todavía no queda en claro cuáles son los segmentos de usuarios de éstas y sobre todo, cómo debe ser su comercialización.

Por lo pronto, las tablets se parecen mucho a los smartphones, no sólo en su aspecto, sino en que sus plataformas de software se basan en los sistemas operativos de los celulares inteligentes, como es el caso de iOS y Android en la actualidad. Además, la mayoría tiene conectividad vía redes móviles, por lo que a priori parece natural que su venta la hagan los operadores. Pero en realidad no es tan así.

Que un dispositivo electrónico cuente con la capacidad de conectarse a las redes móviles de banda ancha no significa que su usuario esté dispuesto a oblar por un abono independiente para cada gadget. Por lo tanto, se trata de saber si el modelo para venderlas es atándolas a una nueva línea móvil o si por el contrario, pueden compartir la línea móvil asociada al teléfono existente, sea smartphone o no, más allá de la conexión WiFi. Este último camino es el que originalmente iba a seguir RIM con su tableta de próximo lanzamiento, aunque más recientemente, quizás como consecuencia de algunas críticas, también anunció modelos con conectividad celular independiente.

Esto evidencia lo híbrido de la categoría, que comparte características con smartphones y con computadoras. Desde el punto de vista técnico y de formato, una tablet se parece a un smartphone. Pero desde la perspectiva del uso, se asemeja más a una notebook/netbook. Es que así como los smartphones son móviles y por lo tanto deben poder usarse en cualquier situación y lugar, las notebook/netbook son portátiles, es decir, que son relativamente fáciles de llevar, pero finalmente son utilizadas mayormente en forma estática, en algún lugar que no suele ser la calle o un medio de transporte. Las tablets confunden, porque tienen un formato similar a un smartphone (aunque más grande), pero suelen ser usadas en situaciones similares a las de una notebook/netbook.

Es cierto que la categoría “tablets” tomó por sorpresa tanto a la industria móvil como a la informática. Por esto, el 2011 será el año en que se definan claramente los segmentos de usuarios para estos dispositivos. Y quizás, por qué no, nuevos modelos de abonos atados al celular del usuario.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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