ARPU devaluado

Esta semana el newsletter A Diario publicó datos respecto de Nuestro, el operador móvil virtual de las cooperativas. A poco de iniciar su operación (montada sobre la red de Personal), ya habría logrado vender 10.000 líneas. Más interesante aún es que el ARPU (ingreso promedio mensual por línea) se ubica en los $ 50. Este número puede ser bueno o malo, dependiendo de lo que se utilice como referencia.

Partiendo de la base de los balances de las empresas que operan el negocio de telecomunicaciones móviles, el ARPU promedio de la industria es de $ 46. Visto así, Nuestro tendría un rendimiento superior al promedio de la industria, lo que debería ser visto como un dato alentador por el sector cooperativista. Pero lamentablemente, el ARPU que surge de los balances no siempre es una unidad de medida significativa.

Siendo que el ARPU resulta de la división de la facturación por el servicio dividida por la cantidad de líneas activas, en Argentina su valor tiende a ser más bajo de lo que realmente es. Esto se debe a que las empresas, en distinta magnitud, consideran como líneas en servicio a muchas que están en desuso. De esta forma, estas líneas dividen la facturación aunque suman 0 a ésta. El resultado es un ARPU devaluado y que por lo tanto pierde valor como unidad de medida de la performance de un operador determinado. Inversamente, en el caso de Nuestro y por su poca historia de vida, es de suponer que esas 10.000 líneas no sólo están técnicamente en servicio sino también en uso, o sea, facturan.

Si se deja de lado la cantidad de líneas en servicio (52 millones según los balances a fines de 2010) y se consideran las líneas en uso efectivo (un valor bastante más cercano a los 30 millones que a los 50), el ARPU sube considerablemente, ubicándose bien por encima de los $ 60 mensuales. Visto así, a Nuestro le queda trabajo por hacer para lograr acercarse al resto de sus competidores.

En conclusión, la forma de calcular el ARPU en los balances de las empresas operadoras hace que se trate de un indicador que tiene poco de relevante y bastante de mentiroso. Sirve para alardear (algunos ciertamente más que otros) en cuanto a participación de mercado, pero la verdad está en que hoy tiene más sentido medir a ésta por facturación que por líneas.

Sería bueno, aunque improbable, que algún día todos en la industria se pusieran de acuerdo en la forma de contabilizar las líneas activas con su consecuente impacto en el ARPU. Hoy por hoy, no hay derecho a quejarse por la poca confiabilidad de las cifras del INDEC.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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