Doble impacto

Esta semana Fibertel anunció Evolution, un  acceso a Internet de banda ancha de 30 Mb destinado al mercado residencial. La ventaja del mismo no pasa tanto por la velocidad a la que se puede navegar sino por la posibilidad de contar con distintos dispositivos conectados simultáneamente (computadoras, smarTV con HD, consolas de videojuegos, smartphones, tablets, etc.), sin que por esto se resienta la velocidad de acceso de cada uno de éstos. Considerando que cada vez hay más equipos conectables en el hogar, no quedan dudas de que esta será la tendencia en cuanto a conexiones.
El anuncio tiene implicancias más allá del producto en sí. Por un lado frente a la competencia y por el otro frente al gobierno.
En términos de competencia, no se trata de algo por lo que las telefónicas festejen. Éstas todavía utilizan la misma red de cobre que transporta las llamadas de voz y cuya vida útil fue estirada por la tecnología ADSL. Sin embargo, se encuentra cerca de su máxima velocidad, que es de aproximadamente 24 Mb, mientras que en otros países el cable ya ofrece comercialmente velocidades de 100 Mb. De esta forma, sentirán cada vez más la presión de comenzar a llevar la fibra óptica hacia la casa del cliente para poder seguir el ritmo de la evolución del consumo. Por otra parte, no es el cable la única competencia, ya que últimamente otros operadores están comenzando a dar servicio con redes híbridas o inclusive con fibra hasta el hogar, como es el caso de Metrotel o Claro. En pocas palabras, comienzan a acosarlas desde diversos flancos.
Por otro lado, no se puede hablar de Fibertel sin dejar de pensar en el enfrentamiento del Grupo Clarín con el gobierno nacional. Tan solo un año atrás desde este último habían decretado su extinción (con el famoso “Fibertel no existe más”), cosa que evidentemente no ocurrió. Por el contrario, siguió operando y captando clientes, a lo que ahora se suma este anuncio que implica una inversión de $ 150 millones. Pero es justamente este enfrentamiento lo que hizo que no hubiera ningún funcionario durante el lanzamiento, siendo que hubo actos y discursos oficiales por inversiones de mucha menor cuantía. Por el contrario, el mensaje de Fibertel sería algo así como “somos una empresa nacional, que invierte en el país y ofrece productos más avanzados que las multinacionales”.
En definitiva, Fibertel les dio una buena noticia a sus clientes al tiempo que pisó un par de callos.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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