¿Y el resto dónde está?

Días atrás se conocieron algunos datos nuevos del Censo 2010. Cabe recordar que en el relevamiento se indagaba la existencia de líneas celulares en el hogar, aunque sin especificar la cantidad. De los resultados publicados surge el dato que son 10.470.239 los hogares con al menos una línea móvil, que redondeamos a 10,5 M para simplificar. Por otra parte, del informe “Telefonía móvil: Segmento individuos – 2011”, realizado por Carrier y Asociados, surge que la cantidad de líneas promedio en uso por hogar es de 2,5. Aplicando este valor a la cantidad de hogares con celular, obtenemos 26.250.000 líneas en todo el país, valor que dista mucho de los 57.850.000 que declara el mismo INDEC en su último Indicador Sintético de Servicios Públicos (ISSP) a julio de este año. Se trata de una diferencia de más del 100% que merece una explicación.
Por un lado, al ser un censo en hogares, se pueden agregar las líneas contratadas por las organizaciones (empresas, gobierno, etc.). Sin embargo, más allá de que éstas no representan ni cerca unos 20 millones adicionales, en el relevamiento de Carrier y Asociados al consultarse en hogares no se preguntó por quién paga la factura sino por la existencia de esa línea en el hogar. Igualmente, éstas no llegan a los 5 millones. Llegamos así a 31,25 millones.
Por otra parte, habría que considerar aquellas líneas que no terminan en un teléfono sino en algún tipo de máquina. Aquí entrarían las correspondientes a módems 3G así como las destinadas a M2M (Machine to machine), utilizadas para conectar alarmas, dispositivos de medición, etc. Pero todas estas, con suerte y viento a favor, llegan a los 3 millones.
En otras palabras, siendo holgados y generosos, tendríamos apenas algo más de 34 millones de líneas en uso. Por lo tanto, hay un “extra” de mínimamente 24 millones de líneas que puede que estén técnicamente en servicio, pero que evidentemente no facturan. Esto distorsiona los análisis, empezando por el famoso ARPU (ingreso promedio por línea) que surge de dividir la facturación de los operadores por la cantidad de líneas en servicio. Por este motivo, los valores de ARPU que surgen de sus balances están tan alejados del gasto promedio de los usuarios. Pero la distorsión también afecta a quienes quieren desarrollar negocios basados en la telefonía móvil ya que calculan sus mercados potenciales en base a una irrealidad.
Por último, vale aclarar que la distorsión no es sólo causada por el INDEC (que da cifras mayores a la suma de los valores proporcionados por los operadores). A diciembre de 2010, y según sus balances, las líneas declaradas por los mismos operadores (Claro, Movistar, Nextel y Personal) sumaban 52 millones. Pero claro, son líneas en servicio, no en uso…

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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