Inteligente vs. Social

En los últimos tiempos, la atención de la industria, analistas y medios en Argentina estuvo centrada en el notable avance de los smartphones, quienes tan sólo en el 2011 crecieron un 113% en unidades y representaron prácticamente a 1 de cada 4 celulares vendidos ese año. Pero mientras esto sucede, hay una revolución que no por más silenciosa es menos relevante: el avance de los teléfonos sociales o socialphones.
Los socialphones son equipos que no llegan a ser smartphones. Tienen sistemas operativos cerrados que no tienen aplicaciones específicas para cada plataforma, lo que no les permite una integración con otras aplicaciones o el mismo hardware. No obstante, incluyen aplicaciones de mensajería y socialización preinstaladas, como mail, Facebook, Messenger/Whatsapp y, ocasionalmente, Twitter. Visto por oposición a los smartphones, no tienen ninguno de estos sistemas operativos: Android, BB OS, iOS, Windows (Mobile o Phone) o Symbian S/60 en adelante. Para dificultar las cosas, muchas veces cuesta diferenciar a simple vista a un smartphone de un socialphone ya que ambos pueden tener un teclado completo QWERTY o una pantalla táctil.
Los socialphones crecieron en el 2011 un 156%, representando además el 33% de todos los celulares vendidos, o sea, 1 de cada 3. Esto da una pauta de la magnitud del fenómeno.

En el gráfico se observa claramente el avance de socialphones y smartphones sobre el total, representando en el 2011 el 59% del total, en detrimento de los equipos más básicos (-5%) así como de los feature phones (-72%). Estos últimos son aquellos que tienen una característica saliente, como incluir un reproductor de MP3 con controles independientes, o una poderosa cámara fotográfica.
Los socialphones son atractivos para los operadores, ya que sus aplicaciones de datos consumen poco ancho de banda, aunque claro, esto puede darse a expensas de un menor uso de los lucrativos SMS.
Smartphones y socialphones son parte de un mismo fenómeno. Aquél de llevar a Internet (o al menos sus aplicaciones más populares) a todos lados. Es que así como hoy nos parece ridículo que en el pasado esperáramos a llegar a un punto fijo (nuestro hogar o lugar de trabajo) para hacer un llamado telefónico, estamos entrando en una etapa donde también parecerá ridículo esperar a llegar a un lugar fijo para usar una computadora para mandar un mail, actualizar nuestro estado en Facebook o chatear con nuestros amigos.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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