Operación Nextel

Desde que se anunció la licitación de espectro para 4G y el gobierno hiciera bien explícita su intención de que la misma dé lugar al surgimiento de un 4° operador móvil, se sabía que Nextel estaría involucrada en éste, sea por su cuenta, asociada o adquirida [ver “El 4° en discordia”]. Por lo tanto, no llama la atención que se barajen nombres de potenciales interesados en una posible adquisición de la misma. En estos días, y desde diversos medios, se habló mucho de la intención de compra de Nextel por parte del Grupo Veintitrés, integrado por los empresarios Szpolski y Garfunkel y vinculado al gobierno por ser beneficiados con la pauta oficial.
Adquirir Nextel hoy sólo tiene sentido para quien esté dispuesto a participar en la licitación de espectro para 3 y 4G prevista para un futuro próximo pero sin fecha cierta. La movida significa también tenerse mucha fe en que esta participación tendrá un resultado exitoso. También implica contar con un muy amplio respaldo financiero. A los montos a invertir para la adquisición de la operación de Nextel (se mencionan unos US$ 250/260 M) hay que sumar otro tanto por el espectro además de lo necesario para la migración tecnológica necesaria así como para ampliar notablemente la cobertura, que deberá ser nacional. Por lo tanto, no se habla ya de cientos de millones de dólares sino de miles de millones. Sería interesante conocer los detalles de la financiación de este proyecto. No es un tema menor, más aun teniendo en cuenta que en el pasado, cuando Garfunkel estuvo interesado en adquirir la participación italiana en Telecom Argentina tuvo dificultades con sus avales, lo que lo dejó fuera de carrera.
Por otra parte, llama la atención la filtración a los medios de estas intenciones. Normalmente, cuando hay interesados en comprar una empresa que a su vez pertenece a un holding que cotiza en bolsa, estas operaciones se llevan en el mayor de los secretos mientras dura el proceso de due diligence. Es quizás por esto que públicamente desde el Grupo Veintitrés se viene negando sistemáticamente cualquier tipo de interés en Nextel. Da para pensar que la información no fue filtrada por los propios interesados sino por alguien que busca que esta operación no se concrete, sea por razones políticas y/o empresarias.
Lo concreto es que desde varios actores hay apuro por que alguna operación se concrete. Es sabido que NII Holdings, empresa dueña de todas las operaciones de Nextel en Latinoamérica, evalúa la idea de ingresar en el Chapter 11 (algo así como una convocatoria de acreedores). De concretarse dificultaría que NII se desprenda de activos. Por lo tanto, toda operación de venta debería cerrarse antes de que esto suceda, mientras que un proceso de due diligence demoraría unos 60 días.
A su vez, estos tiempos también complican el llamado a licitación de 4G. Si el gobierno fuera coherente con los argumentos esgrimidos luego de la anulación de la licitación de espectro remanente de 3G casi dos años atrás (aquél que finalmente fuera asignado a Arsat y ahora puesto en juego nuevamente), descartaría a Nextel como oferente debido a su compleja situación financiera del holding (no de la operación local). Por lo tanto, si quiere propiciar el ingreso de un 4° operador al negocio de la telefonía celular, necesita que la venta de Nextel esté concretada antes de la licitación. Caso contrario, no habrá interesados en participar. ¿Será esta la razón por la cual no hubo novedades en materia de la licitación de 4G desde su anuncio?
Como se ve, un juego de intrigas apasionante y del cual seguramente se seguirá hablando en las próximas semanas.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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