Montaña rusa móvil

Los últimos dos años fueron una auténtica montaña rusa para los productores de celulares en Argentina. Récords de producción trimestral, tanto por lo bajo como por lo alto, macros recalentadas y macros enfriadas, y más recientemente el vuelo amenazante de un inicio de apertura a las importaciones se combinan en una trama con todos los ingredientes.
La inestabilidad arrancó hacia fines del 2014, más precisamente el último trimestre, donde la administración restrictiva de divisas dificultaba los pagos al exterior de los fabricantes hacia sus proveedores. El resultado fue una caída interanual del 48% en la comparación con igual período de 2013. A esto se sumó un reenfoque de Brightstar, uno de los principales fabricantes de celulares en la isla en ese momento, lo que implicó la migración de parte de la producción hacia otros fabricantes. Un proceso que llevó su tiempo y afectó también la producción en los dos primeros trimestres de 2015, con una nueva caída interanual del 48% en Q1 y otra del 23% en Q2. Fue quizás uno de los peores momentos en la producción de celulares en Tierra del Fuego desde el establecimiento del régimen de protección a la producción en la isla.
La situación se revirtió en el 2° semestre de 2015. Aparecieron los dólares en un año electoral y la redistribución de la producción en Tierra del Fuego ya estaba completada. A esto se sumó el retraso de los tres trimestres anteriores, que desabasteció al mercado y dejó al canal (operadores, agentes y retail) sin stocks de producto. La producción repuntó y se llegó al récord histórico en el 4° trimestre. Así, 2015 arrancó desde el punto más bajo y terminó en el punto más alto. Adrenalina pura.
El inicio del 2016 pareció a primera vista auspicioso, con una producción un 64% arriba en el primer trimestre, aunque la comparación con el récord (por lo bajo) del año anterior no era justa. Si esta comparación se hacía con el 2014 o 2013, se estaba un 15% por debajo. Misma situación se dio en el 2° trimestre, con un 7% más respecto del 2015, pero abajo un 18% y un 20% si se lo mide frente al 2014 y 2013 respectivamente. Se evidencia el impacto de un año que arrancó muy “frío” para los bienes durables en general, afectando no sólo a celulares sino también a PC y TV (entre otros).

En este escenario de retracción, lo que originalmente fue un plan canje y terminó siendo el Plan de Acceso a Internet Móvil (PLAIM) se presentaba como una oportunidad para darle un empuje a un negocio de capa caída. No obstante, el PLAIM arrancó tarde y se espera que agregue poco volumen (alrededor de 100 mil unidades mensuales), con lo que no tendrá una incidencia significativa cuando cierre el año.
Seguramente entre los fabricantes haya ahora algunas inquietudes por un movimiento hacia una mayor apertura de las importaciones. Ya se notan posiciones encontradas entre funcionarios del gobierno respecto al régimen de Tierra del Fuego. Si bien el mismo es respaldado desde el Ministerio de Producción, desde el de Comunicaciones llegan mensajes en contra, como surge de las declaraciones del Ministro Aguad, quien señaló al régimen como el culpable del atraso tecnológico. Así, se recalienta la interna.
Algunos ven una amenaza adicional en el comienzo de la flexibilización para las compras por Internet en el exterior. Haciendo los cálculos, y luego de la carga impositiva prevista, puede ser que se llegue a precios levemente inferiores a los locales, aunque sin la financiación que se puede obtener aquí. Tal es así, que por Mercado Libre se pueden conseguir precios más bajos que importando individualmente. Lo cual conduce a un problema no menor para la industria (tanto fabricantes como marcas y canales oficiales) que es la relevancia del contrabando. Tan sólo en 2015 ingresaron irregularmente al país un estimado que arranco en 2 millones de smartphones. Un volumen muy grande, que incluye a mucho más que la “importación” individual de quien viaja al exterior y que implica también un importante monto en impuestos no percibidos por el Estado. Así, hay quienes están trabajando en un mecanismo que exija el blanqueo de equipos comprados en el exterior al momento de insertárseles una SIM local.
Por lo pronto, se estima que la producción local de smartphones tendrá una caída del 15 al 20% en 2016. Un año que se presenta como de transición hacia un 2017 en el que se espera una recuperación general de la economía, aunque con un comercio más abierto y, de avanzarse acertadamente, con una reducción del mercado negro. Por lo pronto, y como dijo un ministro de economía décadas atrás, hay que pasar el invierno.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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