La combinación de hogares conectados que no miran TV o consumen TV gratuita o un servicio de TV paga analógico con la masificación del streaming presenta un interesante campo para la evolución de propuestas de servicios OTT. Esto surge del informe “Tecnología en el hogar 2019”, realizado por Carrier y Asociados.
De los hogares conectados a Internet que cuentan con TV paga, un 40% consume el servicio HD, con una clara correlación con el nivel socioeconómico, disminuyendo la penetración en la medida en que éste desciende. También hay diferencias desde el punto de vista generacional. Los hogares jóvenes (aquellos cuyos integrantes son sólo centennials y/o millennials, menores de 35 años) son claramente menos propensos a contratar HD, cuya penetración en este segmento desciende a prácticamente la mitad de la media general. El servicio HD también tiene menor penetración en las localidades chicas.
En paralelo, e independientemente de si consumen o no TV paga o gratuita, un 85% de los hogares conectados accede habitualmente a contenido audiovisual por streaming, registrando un crecimiento de 12 puntos respecto de un año atrás. El consumo online es levemente mayor en los hogares sin acceso a servicios de TV paga. Por supuesto, si la conectividad es sólo móvil, la penetración del consumo audiovisual online baja a la mitad ya que este tipo de acceso no goza de tarifa plana.
Siendo que determinados contenidos premium (como la Super Liga de Fútbol o la Fórmula 1) sólo están disponibles a través de servicios HD o digitales, se presenta una oportunidad para la oferta de estos contenidos en modalidad OTT para el 40% de hogares con abono básico (analógico) más aquellos que sólo consumen TV gratuita o directamente no consumen TV.
Que todavía no lo hagan es más un tema de derechos y de política comercial que en la medida en que pase el tiempo seguramente serán revisados. Hay un mercado que aún no fue abordado y queda mucho por crecer.