AutorEnrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Tuits selectos

Una industria en pleno proceso de reconversión

La llegada de las tecnologías 4G se produce en un momento en que el negocio de los operadores se encuentra en plena transformación: de ser operadores de telefonía a ser proveedores de Internet (móvil).
Efectivamente, los productos tradicionales de los operadores móviles están en franco retroceso en toda la región. Desde el 2012 el tráfico de voz se ha mantenido casi constante, subiendo apenas un 2%, mientras que el de SMS cayó al 30% interanual, muy impactado por servicios como Whatsapp. Según la GSMA, mientras que en 2008 la voz representó el 90% de los ingresos y los datos el 2%, para el 2014 la voz cayó al 65% mientras que los datos crecieron hasta el 22%.
El consumo de datos no da muestras de detenerse sino todo lo contrario, impulsado por la popularización de los smartphones, la relevancia del video en el tráfico, no sólo por YouTube o Netflix, sino también por el agregado del video en apps como Facebook, Whatsapp, Twitter, videollamadas o broadcasting de video (ej. Periscope). A esto se suma el streaming de audio (Spotify, radios online) y la popularización de la nube. Todo este crecimiento hace que aún no se sepa dónde está el límite del consumo de datos.
Esta es la razón detrás del fin de la Internet ilimitada, un modelo que está siendo descartado por los operadores a nivel internacional y reemplazado por abonos que incluyen una cantidad determinada de tráfico por encima de la cual se cobran excedentes. Se trata de un modelo de pago por uso que asimila al servicio móvil con otros como la electricidad, el gas, el agua, etc.
El 4G llegó en el momento justo para proveer una plataforma idónea ante los aumentos en la demanda por capacidad esperados, facilitando el paso de los operadores móviles hacia verdaderos proveedores de acceso a Internet. No obstante, las altas demandas de inversión a corto plazo del 4G se transforman en un desafío adicional en momentos en que la industria está en transición hacia un negocio muy distinto al tradicional, con servicios que eran los grandes generadores de ingresos que pierden fuerza (voz y SMS) y nuevos servicios de datos que exigen una profunda reconversión tecnológica y comercial. Una transición ineludible para prosperar en el nuevo escenario.
Columna de opinión publicada en el diario Clarín del 13/12/2105 – No se publicó en su versión online

Se multiplican las PC

Los pioneros de la computación personal tenían la visión de una computadora por hogar. Pero esta visión quizás no se cumpla nunca de este modo. Por un lado, porque muchos segmentos de usuarios hoy optan por el smartphone como principal dispositivo informático a utilizar. Por el otro, porque las computadoras, haciendo honor a su nombre de “personal”, se están multiplicando al interior del hogar. De hecho, el promedio de PC en hogares conectados pasó de 1,75 a 1,90 unidades entre el 2014 y 2015. Esto surge del informe “Acceso a Internet y tecnología residencial – 2015”, realizado por Carrier y Asociados.
Esta suba en el promedio se ve reflejada en la disminución de hogares conectados con tan sólo una PC, que pasaron del 46% al 35%. De manera inversa, crecieron aquellos con dos PC, pasando del 31% al 39%, así como con tres o más, que lo hicieron del 17% al 22%.

Como suele suceder, estos valores varían en función de determinadas variables. La tendencia a tener más de una PC crece con el nivel socioeconómico. Los hogares con tres o más PC suben al 36% en el ABC1 frente al 22% de la media, mientras que es más habitual encontrar sólo una en los niveles D, donde alcanza el 41% contra el promedio de 35%. También es más alto el porcentaje de hogares con más de una PC en aquellos con hijos, donde llega a los 2/3 de los casos.
Cabe aclarar que a las PC se suman otros dispositivos informáticos conectables, como los smartphones y las tablets, lo que da la pauta del avance de la tecnología conectable en el hogar. La visión de una PC por hogar da lugar a la de un dispositivo por persona.

Redefiniendo las series

A partir del momento en que las redes de banda ancha se desarrollaron y masificaron comenzó a darse una verdadera revolución en la forma de consumir contenido audiovisual, con el video a través de Internet amenazando seriamente a la TV tradicional. Sin dudas que el mayor impacto está en el acceso a demanda a los contenidos, lo que tiene repercusiones no sólo en el momento de verlos sino también en la forma de hacerlo, algo que tarde o temprano termina impactando en los formatos. Esto surge del informe “Internet y consumo audiovisual – 2015”, realizado por Carrier y Asociados.
El mayor impacto se ve sin dudas en las series. La posibilidad del acceso bajo demanda que ofrece Internet hizo que cada vez sea más común el consumo de éstas bajo el modelo de atracón (o binge en inglés), es decir, viendo más de un capítulo por sesión. Si bien esta modalidad se da en todos los grupos etarios, es más fuerte en los segmentos de adolescentes y pre adolescentes, lo que puede obedecer a que suelen tener más tiempo disponible.
La modalidad de consumo por atracón tiene como consecuencia que el esquema del capítulo semanal se encuentra perimido. Esto se da menos en series de mucha popularidad y moda (como Game of Thrones, Breaking Bad o Mad Men), que generan mucha viralidad en las redes sociales, tentando a varios a verlas en la TV tradicional y por entregas para no quedar fuera de la discusión. Sin embargo, se percibe una tendencia a esperar que la temporada esté concluida para poder consumirla al ritmo del televidente y no del programador. Esto se ve potenciado por la gran oferta de series, que permite elegir de entre varias cuyas temporadas ya están concluidas antes que embarcarse a ver una que todavía se está desarrollando.
Por otra parte, un cambio que también comienza a manifestarse es el de no respetar a los capítulos de una serie como unidad de consumo. Teniendo en cuenta que servicios como Netflix y otros permiten retomar un video donde se lo dejó, el formato se flexibiliza de hecho. Ya no siempre se espera hasta el final de un capítulo para terminar una sesión. En varios casos se avanza hasta el inicio del capítulo siguiente para no quedarse con la intriga del final del anterior. Así, el formato pasa a ser más flexible de hecho.
Otro aspecto que seguramente se verá impactado por el consumo online a demanda es el de la duración de los capítulos. Liberados de la programación característica de la TV lineal, capítulos de una duración de una o media hora ya no tienen tanta razón de ser.
Se vienen cambios apasionantes…

Tuits selectos

  • TU Go busca descongestionar red 3G llevando voz y SMS a WiFi (o 4G). Llamadas gratuitas a fijos y móviles
  • En realidad TU Go adelanta que la voz va camino a ser gratis. Por ahora, sobre datos vía 4G o WiFi.
  • Made in Japan: Toshiba, Fujitsu y Vaio podrían fusionar su negocio de PCs. Servirá? siliconnews.es/2015/12/03/tos…
  • En línea con lo que ya sucede en la industria, Telefónica estaría evaluando crear una filial de infraestructura cincodias.com/cincodias/2015…
  • Puede una empresa como Dropbox vivir del almacenamiento online? Parece que será cada vez más difícil siliconnews.es/2015/12/07/229…
  • Una aventura loca que terminó como tal tcrn.ch/1SMzrIx
  • Surface supera al iPad en las ventas online. Un anticipo de lo que sucederá en la lucha tablets vs. convertibles? siliconnews.es/2015/12/07/mic…
  • Ahora peleando por la tenencia de cuentas de Twitter y Facebook como hijos de padres que se separan. Patético todo
  • El Priv se agota en Walmart y acciones de Blackberry suben 9%. Eso es fe seekingalpha.com/news/2977666-b…
  • Intel aprovecha su capacidad de producción y vuelve al negocio de las memorias. Interesante recode.net/2015/12/09/mem…
  • Spotify evalúa tener algunos artistas disponibles únicamente para suscriptores pagos. La industria aprieta theregister.co.uk/2015/12/09/spo…
  • Alierta usa Nokia básico. “No quiero que Facebook ni Google sepan mi vida”. Promueve protección de datos personales convergencialatina.com/Nota-Desarroll…

Nueva etapa

La elección del nuevo gobierno que asumirá la semana próxima trae implicancias en múltiples áreas, y como no podía ser de otra forma, también en materia de telecomunicaciones. Por ahora faltan muchas definiciones, pero hay algunos elementos como para anticipar cuál será la tendencia.
De lo que se conoce hasta el momento, hay un dato que no deja de ser relevante. La creación de un Ministerio de Comunicaciones le da al sector una jerarquía que hasta ahora no ha tenido y marca la relevancia que las mismas tienen en una sociedad moderna. Claramente un punto destacable.
Respecto de quién será el Ministro del área, Oscar Aguad, hubo sorpresa y también crítica por su falta de antecedentes en la materia. Resulta claro que no fue elegido por su perfil técnico sino por el político. Más allá de su relación sólida con el presidente electo y el hecho de pertenecer a uno de los partidos que formaron la alianza Cambiemos, se trata de un político con experiencia legislativa (diputado nacional, jefe de bancada y vicepresidente de la Cámara de Diputados). La misma será necesaria ante un escenario que exige de reformas de leyes vigentes o la promulgación de nuevas normas que superen lo existente. Si bien todavía faltan muchas definiciones en materia organizacional, el flamante Ministro estará secundado por los equipos técnicos de la Fundación Pensar, el think tank del propio partido del Presidente electo.
La intención es que el Ministerio de Comunicaciones cobije bajo su estructura tanto a la AFTIC como a la AFSCA, lo cual es un indicio de que se apuntará a políticas claramente convergentes sobre lo que aún hay mucho por hacer. Es más, ya el futuro Jefe de Gabinete adelantó que enviarán al Congreso una nueva ley de comunicación audiovisual. Esto podría adelantar que todo lo relativo a infraestructura de distribución quede bajo la órbita de la actual AFTIC y lo que hace a contenidos en el AFSCA. Más fácil de decir que de hacer, pero es una separación necesaria.
La mención a AFSCA y AFTIC trae inevitablemente a la mesa la discusión la continuidad de sus actuales autoridades. Mucho se habló en los medios sobre lo que sucede en AFSCA, aunque prácticamente no hubo mención a AFTIC. Este último caso en particular reflota el debate que incluye a la legalidad y la legitimidad política. Es claro que las actuales autoridades están ahí tal cual lo expresado por la ley Argentina Digital. No obstante, y si bien es atendible la idea de una gestión del ente que no coincida con el período presidencial, también hay que considerar otra cosa. Y es que sus actuales autoridades comenzaron a ser designadas en junio de este año, apenas 5 meses antes no sólo del cambio de gobierno sino también del mapa político. Así, su legitimidad política es un factor no menor a considerar en la disputa.
Con este escenario, y más allá de lo que pueda lograrse vía decretos, el Ministerio por crearse deberá recurrir al Congreso, donde el nuevo oficialismo intentará modificar el andamiaje legal actual que afecta al sector. A su vez, esto permite prever que seguramente el sector sea parte de la discusión de las sesiones extraordinarias del Congreso, que serán sin duda movidas. Así, la designación de un político al frente del Ministerio puede justificarse.
Quedan todavía muchas cosas por explicitar y resolver. Lo que es indudable es que se intentarán cambios importantes en las políticas del sector. Será un verano caliente.

Balance K

Más allá de cómo se resuelva la continuidad política en materia de telecomunicaciones, lo cierto es que esta es la última edición de Comentarios bajo la gestión kirchnerista. 12 años en los que las telecomunicaciones transformaron nuestra vida pero donde la política no transformó tanto a las telecomunicaciones como hubiese podido. Por eso, es oportuno realizar un balance de estos, no tanto sobre el accionar total del gobierno en materia de TIC, pero sí del accionar como regulador.
Todo arrancó en el 2003, con la designación de Guillermo Moreno como Secretario de Comunicaciones. Más allá de ser los años en los que se comenzaron a hacer populares los particulares métodos de este funcionario, el error fue poner en ese puesto a un industrialista, más preocupado en que la parte hardware de las redes se fabricara en Argentina que en diseñar una política que incentivara la difusión y extensión de las redes con capacidad creciente. Para hacer más fácil esta idea, si Moreno hubiese sido un funcionario de fines del siglo XIX habría estado más preocupado en fabricar durmientes y rieles que en diseñar y tender vías férreas. Fueron años del intento de fabricación de un celular argentino (irónicamente llamado “El Argento”) como forma de “reactivar” a las telecomunicaciones… A pesar de esto, el mercado crecía en líneas, tanto de banda ancha fija como de celulares, que entraban en una fase de masificación. La banda ancha con velocidades de 256 o 512 Kbps y los celulares estandarizándose en GSM y con el atractivo del SMS que hacía el servicio accesible. Bajo su secretariado se comenzó a hablar de un 4° operador móvil, el cual estaría formado por asociaciones de cooperativas telefónicas, algunas existentes y reales, otras más parecidas a un sello de goma. A este operador se le entregaría el espectro en forma gratuita. La prudencia indicó que sería mejor no avanzar. Fue también durante su gestión que se avanzó en la creación de Arsat, cuyo objetivo original era explotar la posición orbital que correspondía a Argentina, aunque esta no dependía de la Secretaría. Arsat finalmente fue creada legalmente poco más de un mes después de su partida para asumir como Secretario de Comercio y pasar a ser conocido por el gran público por sus particulares métodos.
Al hiperactivo pero no siempre bien orientado Moreno le siguió el silencioso Lisandro Salas en 2006. Tenía la particularidad de no hablar ni comunicar nada, curioso en un Secretario de Comunicaciones. Su gestión fue olvidable, no por lo que hizo, sino por lo que no hizo, que fue mucho. Lo suyo se pareció más a un retiro cómodo que a una gestión al frente de una Secretaría estratégica para el desarrollo del país. Durante su gestión, lo más relevante fue el llamado a licitación por el remanente de espectro para 3G, el cual fue declarado desierto por motivos muy discutibles. Esto dio lugar a la creación de Libre.ar, el operador móvil del Estado. Algo que no llegó a materializarse en su momento. De hecho, nunca se le asignó formalmente el espectro necesario. Algunas otras cosas relevantes pasaron por fuera de su Secretaría, como el lanzamiento de Argentina Conectada. La gestión de Salas fue sin dudas un claro paréntesis en la política de telecomunicaciones. Olvidable.
Finalmente, a principios de 2013 llegó la última gestión de esta era, encabezada por Norberto Berner, que si bien desde el vamos se mostró activa en la materia, puede ser dividida claramente en dos etapas. La primera, de confrontación con las empresas del sector, aplicando multas, redactando reglamentos de calidad, pero sin crear condiciones para una fuerte inversión. La misma duró un año justo, momento a partir del cual, quizás convencidos por la experiencia, quizás por necesidades de caja o quizás por ambos motivos a la vez, se pasó a dar pasos concretos para incentivar la inversión y mejorar la calidad de los servicios. Esto arrancó con el llamado a licitación por espectro de 4G y el remanente de 3G y siguió con la promulgación de la ley Argentina Digital que, entre muchas otras cosas, habilitó a las empresas de telecomunicaciones a dar servicios de comunicación audiovisual y comenzó a sonar la palabra convergencia. Estas dos medidas fueron factores muy importantes en los niveles de inversión registrados durante este año [Más sobre este tema en “Ola inversora”]. Claro que no todo es color de rosa para la actual administración. Como el resto del gobierno, no pudo abstraerse de su enfrentamiento con el Grupo Clarín, lo cual le restó ecuanimidad como regulador. También registra en el Debe de su gestión el fracaso que significó la licitación de espectro para un 4° operador, estableciendo condiciones excesivas que dejaron fuera del negocio a interesados en participar y otorgándoselo a una empresa que claramente no era apta financieramente para encarar ese desafío. Finalmente, este espectro fue asignado a Arsat (ahora sí) que por el momento no hecho explícita su estrategia para participar en las telecomunicaciones móviles. Arsat comenzó a acumular múltiples responsabilidades (satélites, REFEFO, TDA, Data center, red móvil) a un ritmo quizás superior al que la empresa podía absorber por un tema de recursos, foco y hasta de su propia madurez como organización.
Más allá de cómo siga la cosa luego del cambio de gobierno, el balance de la regulación en telecomunicaciones de estos 12 años es deficitario. Apenas los 2 últimos años con actividad real (más allá de las críticas) son muy poco frente a 10 años donde la regulación estuvo estancada. Y la tecnología no. Por eso, necesitamos un upgrade regulatorio.

Tuits selectos

Streaming, la nueva TV

La explosión del video a través de Internet, consecuencia de la difusión de la banda ancha, está teniendo un impacto profundo en la forma en que se consumen los contenidos audiovisuales. Dos elementos básicos, el acceso bajo demanda y la disponibilidad casi infinita de contenidos, marcan la agenda para las opciones tradicionales de oferta audiovisual.
En un principio, el consumo de contenido de TV (shows, series y películas) a través de Internet fue reducto de las opciones ilegales, que tuvieron en sitios como Cuevana su punto cúlmine en cuanto a calidad de oferta. Pero fue esta popularidad la que dejó entrever que había espacio para ofertas legales si la propuesta era la correcta. Así surgieron alternativas de streaming que no violan derechos de propiedad intelectual y que tienen en YouTube y Netflix a sus máximos, aunque no únicos, exponentes. Esto surge del informe “Internet y consumo audiovisual – 2015”, realizado por Carrier y Asociados.
Las opciones legales presentan dos grandes líneas de contenidos: aquellos producidos para el mundo offline y que encuentran un repositorio online y aquellos que son generados para su distribución online. En el primer caso se encuentran los sitios de canales de TV, quienes aportan la posibilidad del consumo bajo demanda vía Internet que la TV tradicional no provee. En el otro extremo están los sitios que tienen contenido pensado para y por Internet, muy populares entre los segmentos más jóvenes. En el medio está YouTube, que ofrece contenidos de ambos tipos, lo que le da un rol estelar en este escenario.
YouTube atrae en mayor medida a adolescentes y pre adolescentes, principales consumidores de contenido audiovisual que no existe en la TV. Entre éstos el fenómeno de los Youtubers es muy fuerte, siendo el humor el tema más convocante y popular. Éstos generan un fenómeno de cercanía entre grupos de usuarios con intereses similares, aunque sin llegar a conformar una red social. También son populares los canales de videojuegos, donde se encuentran reseñas (reviews), tutoriales (walkthrough), gameplays (demostraciones de cómo se juega y que se consumen previa la compra de un juego) y también competencias. Con todos los videos en un solo sitio y los canales para organizarlos, YouTube es, sin dudas, la TV de las generaciones más jóvenes.
Por su sencillez de uso y características de sus contenidos, Netflix llega a aquellos que no hacen habitualmente streaming o descargas debido a su complejidad. Por su parte, quienes sí hacen streaming o descargas y usan Netflix, las hacen para complementar los contenidos no disponibles en la plataforma OTT. Por el lado del catálogo, tiene ventajas y desventajas. A favor, es percibido como que ofrece más contenidos que la TV paga. En esto influye también que al ser bajo demanda todos los contenidos están disponibles al mismo tiempo. También es positiva la oferta de contenidos propios y exclusivos. No obstante, es percibida negativamente la ausencia de ciertos contenidos de terceros (ej. HBO), el retraso en las temporadas y la escasez de contenido local.
Con el surgimiento y crecimiento de estos nuevos actores, la industria atraviesa un período de transición hacia un nuevo modelo con profundas implicancias. Quienes generan contenidos (productoras de todo tipo) y quienes los distribuyen (canales de TV, operadores de TV paga y plataformas de OTT) se encuentran ante un escenario inédito que exigirá de mucha creatividad y flexibilidad para adaptarse sin morir en el intento. Se trata de un negocio que cambió radicalmente en su forma de distribución y monetización. Lo que no cambió tanto, por ahora, es el contenido. Pero sin dudas se verá afectado también.

Qué Smart se TV

Cada vez más, los televisores están dejando de ser meras pantallas para convertirse en uno de los tantos dispositivos conectados disponibles en el hogar, sumándose a computadoras, celulares, tablets y otros. La prueba está en que en los tres primeros trimestres del año, del total de televisores que se incorporaron al mercado, un 45% fueron Smart TV, contra un 32% en el 2014.
Las capacidades de Smart TV son más habituales en la medida en que mayor es el tamaño de pantalla. Apenas un 12% de las TV con menos de 32” son Smart, frente a un 90% en el caso de las de 50” o más.

Esto ocurre a pesar de que las Smart TV todavía se encuentran en su infancia en términos de madurez, con múltiples plataformas que no siempre disponen de todas las apps más populares, lo que les resta utilidad. Algo que está comenzando a cambiar, aunque lentamente.

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