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La evolución de los servicios

En este frente es quizás donde se observaron los desarrollos más interesantes y variados en el MWC. Aunque sin dudas la noticia esos días fue que Whatsapp se apresta a lanzar un servicio de voz. Corrió frío por la espalda de varios operadores, especialmente luego de que Whatsapp y otros mensajeros impactaron en la línea de flotación del negocio de los SMS. Esto marca la fuerza que han ganado los servicios OTT y que plantea a los operadores dos caminos: asociarse con los jugadores OTT para crear más valor y poder monetizar sus productos o lanzar sus propios servicios apalancados sobre sus fortalezas, como es el caso del billing, de la información del cliente de que disponen y/o de su relación con éste. Claro que para lanzar sus propios servicios necesitan no sólo profundos cambios culturales internos, sino también tecnológicos [al respecto, ver “Operadores en transición“].
También hubo mucho interés alrededor de soluciones de pagos móviles, algunas basadas en NFC y otras no. Pero este mercado todavía aparece como demasiado atomizado como para poder expandirse rápidamente en el corto plazo.
Lo que sí quedó en claro en el MWC es que las comunicaciones y servicios basados en tecnologías IP están aquí para quedarse. Y esto dará lugar a más innovaciones tanto por el lado de los operadores como de los OTT, lo que será sin dudas fascinante.

Segmentación de apps

Herederos directos de los teléfonos celulares, los smartphones tienen su esencia en la comunicación más allá de la amplia variedad de apps que pueden correr. Sea a través del mail en sus comienzos o la mensajería instantánea y redes sociales en la actualidad, todas estas apps cumplen con el rol básico de permitir la comunicación entre personas. No obstante, la adopción de cada una de éstas muestra diferencias en función de variables como la edad o el nivel socioeconómico (NSE), demostrando que su atractivo varía según los segmentos. Esto surge del informe “Usuarios de datos móviles -2013” publicado por Carrier y Asociados.
A nivel general Facebook y las apps de mensajería instantánea (con Whatsapp claramente a la cabeza) registran un empate técnico, con una penetración del orden del 80% sobre los usuarios de celulares que utilizan datos. Pero a la hora de aplicar segmentaciones, surgen diferencias.
El uso de Facebook desde el móvil sube en la medida en que decrece el NSE. En esto influye que al ser un servicio que está disponible tanto desde celulares como desde PC, permite la interacción con aquellos que aún no disponen de un móvil apto. La inversa se da con la mensajería instantánea, donde al estar dominada por Whatsapp, hace de éste un servicio esencialmente móvil, lo que deja fuera de la red a aquellos sin celulares aptos. Más marcada es la tendencia creciente a utilizar el mail desde el celular en la medida en que sube el NSE. Pero esta relación es propia del servicio, por lo que se da independientemente de si su acceso es móvil o fijo.

En el caso de la segmentación por edad, las variaciones son mucho más marcadas, evidenciando que, para el uso de tecnología, el factor generacional explica mucho más las diferencias que el nivel socioeconómico.
El uso tanto de Facebook como de mensajero instantáneo decrece en la medida en que sube la edad de los usuarios. Esto es natural habida cuenta de las características de la penetración de ambos servicios en general, no sólo desde el móvil. El caso del mail es distinto. Su uso desde el celular es bastante bajo entre los adolescentes (39%). Estos tienen direcciones de mail pero son usadas mayormente como identificación para abrir cuentas en servicios como Facebook pero es poco usado como herramienta de comunicación. Su uso crece notablemente en la juventud, donde se hace una aplicación de uso más habitual en ambientes de trabajo así como universitarios. Llega a sus niveles más altos (87%) en los segmentos de mayor edad, más “conservadores” a la hora de elegir un medio para comunicarse.

Tener en cuenta estas diferencias es relevante a la hora de decidir qué medio utilizar para comunicarse en función del interlocutor. Evidentemente, no son todos iguales.

What’s up dude?

Si hubo una noticia “bomba” esta semana, fue la compra de Whatsapp por parte de Facebook. No sorprendió que WA se venda, a fin de cuentas ya habían sido varios los interesados previamente. Sí sorprendió el precio: US$ 19 mil millones, por más que de ellos 4 mil fueron en efectivo y el resto en acciones de distinto tipo.
Lo que tiene ahora a todo el mundo especulando, es cuál es la estrategia prevista por Facebook para monetizar semejante inversión. Más aún cuando el propio Zuckerberg, en una conferencia telefónica con analistas financieros manifestó que su intención es mantener el modelo de negocio actual de Whatsapp, esto es, financiándose con el US$ 1 anual por usuario. Es decir, no hay intenciones de colocar publicidad en medio de una conversación.
Es quizás por esto que algunos vieron en esta operación algo de una medida defensiva: hacerse de la mayor plataforma de mensajería instantánea (aplicación clave en los móviles) antes de que lo hagan sus rivales, como Google que lo intentó poco tiempo atrás, aunque “solo” ofreció US$ 10 mil millones…
Pero también Zuckerberg marcó el norte de esta decisión al afirmar que “Whatsapp trabaja como un veloz y confiable SMS”. Y si se tiene en cuenta que WA ya cuenta con 450 millones de usuarios y crece al ritmo de 1 millón de nuevos usuarios POR DIA, en no mucho tiempo WA será tan relevante como el negocio de los SMS, salvo que estará en manos de un único jugador: Facebook. Así, queda claro que el mejor negocio para FB es que WA siga creciendo a este ritmo, razón por la cual no están interesados en introducir cambios significativos en la aplicación y el modelo de negocio. La prioridad es que siga creciendo para lograr aún más masa crítica y poder, en algún momento, desplazar definitivamente al SMS. Conviene recordar que, a diferencia de los SMS, en mensajería instantánea no existe un estándar global, lo que fortalece el modelo de “winner takes all. Y el que tiene más chances de ser el “winner” es Whatsapp.
Más allá de que eventualmente ese dólar anual que se percibe por el uso del servicio multiplicado por su base de usuarios le da un ingreso interesante, no hay que descartar que, en alguna medida, Facebook siga el camino de Google. Sería ingenuo pensar que FB no utilice los datos de los usuarios para direccionar mejor la publicidad que se despliega en otras de sus aplicaciones. Algo similar a lo que hoy hace Google con su buscador, su correo electrónico y otros servicios para entregar publicidad más pertinente. Así, WA en manos de Facebook tiene un valor potencialmente mayor que si siguiera siendo una empresa independiente.
Habrá que ver si esta operación da por terminadas las operaciones de compra de distintas plataformas de mensajería instantánea (como fue el caso de Viber recientemente) o si por el contrario, les da un mayor impulso. Algunos piensan en esto último y por eso al día siguiente de anunciarse la operación subieron la acciones de Blackberry, que posee su no despreciable plataforma BBM. Quizás hoy se estén lamentando de no haber hecho su servicio multiplataforma un par de años antes.

Socialización y algo más

El furor por las apps, que impulsan no sólo a la contratación de paquetes de datos sino también a la renovación de terminales, genera nuevas posibilidades. No obstante, los usos más difundidos siguen siendo aquellos vinculados a la socialización. Tanto Facebook como la mensajería instantánea (liderada claramente por Whatsapp) son las aplicaciones más utilizadas por aquellas personas que usan datos desde el celular, con un 81 y un 80% respectivamente. Esto surge del informe “Usuarios de datos móviles -2013” publicado por Carrier y Asociados.

El mayor crecimiento se registró por el lado de la mensajería instantánea, que pasó en un año del 54% al actual 80%. Por su parte, Facebook registró niveles de penetración similares a los del año anterior. Esta asimetría en el crecimiento de ambos servicios tiene que ver con que siendo Whatsapp el mensajero más utilizado, su uso está vinculado a la adopción tanto de smartphones como algunos socialphones, tendencia que se aceleró notablemente en el último año, donde ambas categorías representaron conjuntamente el 84% de los celulares vendidos. En cambio, al ser Facebook una aplicación que interactúa también con las PC (donde se disparó su popularidad), su adopción desde el celular genera un nuevo canal aunque no nuevos usuarios.
Pero no sólo de socialización vive el hombre. Se observa una interesante adopción del uso de aplicaciones de mapas/GPS que crecieron de un 35 a un 51% en un año. Su adopción se va dando con el tiempo, en la medida en que los usuarios se van familiarizando con el smartphone y con un poco más de experiencia perciben múltiples beneficios en su uso. Las aplicaciones de localización se usan tanto como GPS así como para mapas. Este último uso hace que reemplace a la famosa “guía-T”, especialmente entre los más jóvenes. No obstante, no hay interés por la combinación de localización con redes sociales, ya que se considera que vulnera la privacidad y la seguridad.
Otro dato que resulta notable es el consumo de video vía streaming (50%), lo cual indica también un uso intensivo de WiFi, ya que las condiciones actuales de las redes móviles raramente permiten hacerlo de manera fluida.
Por otra parte, es interesante observar cómo 1 de cada 5 usuarios de datos móviles utiliza aplicaciones de VoIP (Skype, Viber, BBM, etc.). Una forma de hablar gratis desde el celular (vía WiFi) y sin importar la distancia.
Resumiendo, en la medida en que los smartphones se difunden, los usuarios ganan experiencia en su uso y proliferan redes WiFi tanto públicas como privadas que permiten una mejor experiencia en aplicaciones que hacen un uso intensivo de datos, éstas amplían su espectro. No obstante, el objetivo principal de su uso sigue siendo el de siempre: la comunicación.

Quo vadis Twitter?

Luego de acaparar inicialmente la atención de los medios, lo que le sirvió para tener una caja de resonancia gratuita que sería impagable, Twitter tuvo un importante crecimiento que envalentonó a la empresa para buscar el Santo Grial: una salida a la bolsa que materializara la riqueza potencial de sus fundadores, inversores y hasta empleados (vía stock options). El lanzamiento fue exitoso. Pero el amor duró apenas un trimestre. La baja tasa de crecimiento de usuarios en el período hizo que los inversores le bajaran el pulgar. No sólo la acción cayó marcadamente, sino que ahora muchos comienzan a preguntarse sobre la viabilidad de esta red, para algunos de microblogging, para otros social.
A diferencia de Facebook que tuvo un crecimiento más viral, Twitter recibió y recibe un gran impulso por parte de los medios de comunicación. Es que los periodistas ven en ésta una herramienta fabulosa para la difusión y acceso a información, de fuentes diversas y en forma instantánea. Este enamoramiento se traduce en frecuentes citas a lo que allí se publica, sean políticos, deportistas, figuras del espectáculo, otras personalidades públicas o simples mediáticos. Así, el gran público conoció Twitter y varios se acercaron a Twitter como una forma de tener un acceso directo a estas personalidades.
Claro que la primera impresión de Twitter suele ser la de chocar contra un muro. Su interfaz dista de ser intuitiva. Tiene mucho de DOS y menos de interfaces gráficas propias del mundo Windows/Mac/Web. Además, no sólo hay que aprender conceptos poco naturales como seguidor, seguido, arrobar, retuitear, DMear, listas, favear y otros. También es necesario un proceso no inmediato de “curado” de cuentas a seguir para lograr contenidos e interacción de interés. Además, para muchas personas no es fácil expresarse, y menos aún en 140 caracteres. Así, la curva de aprendizaje es escarpada y no todos llegan a la cima, abandonando la red antes de poder obtener rédito alguno de ella. Una prueba es que en Argentina, un 32% de quienes tienen cuenta en Twitter no la usa según surge del informe “Usuario online – 2013” publicado por Carrier y Asociados. Prueba de un nivel de desencanto inicial importante. Alcanza con hacer un pequeño test: preguntarse si su madre está en Facebook. Probablemente sí. La respuesta seguramente sea “no” si se aplica al uso de Twitter.
Por supuesto, Twitter es consciente de su problema y está trabajando para solucionarlo. Pero al hacerlo comienza a competir más directamente con otros servicios. Por ejemplo, al habilitar los mensajes directos entre usuarios que no se siguen, busca cumplir el rol de un mensajero instantáneo. Un territorio superpoblado, con actores de peso como Whatsapp, Facebook Messenger, Skype, Hangouts y otros aspirantes a la pelea por el dominio. También está explorando realizar cambios en su interfaz, asemejándose un poco a Facebook. En otras palabras, mientras se diferencia de sí mismo, Twitter se comienza a parecer a los demás. Y esa es una competencia peligrosa, ya que se trata de rivales afianzados en su territorio, con lo que se convierte en un challenger. Y de este modo abandona el confortable lugar que se tiene cuando una crea su propia categoría.
Así, Twitter tiene por delante una tarea colosal, probablemente más difícil que lograr el crecimiento que tuvo hasta el momento: lograr parecerse a los demás pero manteniendo las características que le permitieron llegar a lo que es. Pavada de desafío.

El valor del software gratis

Uno de los grandes cambios que introdujo la revolución de los smartphones hoy en curso fue la alteración radical del rol del software en la industria tecnológica, tanto por el valor que genera como, y paradójicamente, por la disminución de su precio que llega al punto de ser gratuito. Resulta claro que el software va camino a dejar de ser en producto en sí mismo para convertirse en una herramienta que da valor tanto al hardware que la utiliza como a los servicios que posibilita.
Por el lado de los servicios, quien primero ejecutó este cambio estratégico a gran escala fue Google. Utilizó software para dar lugar a servicios que a su vez serían la plataforma para su principal negocio: la venta de publicidad. El buscador, su sistema de correo Gmail, sus mapas y tantos otros servicios surgen del software accesible vía navegador en las PC o de apps en los celulares. El mismo concepto de Android como sistema operativo gratuito es el de ser un posibilitador del acceso a estos servicios en forma más eficiente. Los resultados están a la vista: acaba de superar una valuación de US$ 1.000 millones, domina el mercado de las búsquedas, de los mapas, del video online así como de los smartphones y tablets.
En cuanto al hardware, fabricantes como Apple o Blackberry siguieron el camino del software como una forma de darles más valor a sus equipos. Es evidente que el software es lo que diferencia a los iPhone en momentos en que todos los celulares son un rectángulo con un vidrio negro y especificaciones técnicas que son muy similares. Para Blackberry, el software (tanto en los equipos como en su red) es lo que convirtió a sus celulares en casi perfectas máquinas de mensajería.
Esto es algo que entendió Microsoft, aunque no lo implementó (aún) en toda su magnitud ya que tiene una importante herencia: un espectacular negocio basado en la venta de software a la vieja usanza. Y si bien ya tiempo atrás su CEO anunció que Microsoft se convertía en una empresa de dispositivos y servicios, tiene que hacer equilibrio en la cuerda floja que lo lleva del viejo al nuevo modelo de negocios en la industria tecnológica.
Esta semana, durante el lanzamiento de los nuevos productos de Apple, donde se destacaron las tablets, lo más disruptivo no fue ninguno de los nuevos equipos sino el anuncio de que tanto los sistemas operativos como aplicaciones como iWorks (ie el Office manzanero) o iLife sería gratis con las nuevas compras de hardware (PC, tablets o smartphones), incluyendo sus futuras actualizaciones. La novedad encierra también una amenaza notable tanto para Microsoft como para los fabricantes de PC. Es que con la inclusión de iWorks en forma gratuita en sus tablets, Apple da una razón más para que muchos usuarios abandonen sus PC por éstas. Quizás en esto influyó también que se haya cansado de esperar que Microsoft lanzara su paquete Office para iPad.
Este bundling de aplicación, sistema operativo y dispositivo es todo un símbolo del cambio de época. Ya no son tiempos de hardware, software o servicios como entidades independientes sino de plataformas que integran en forma casi invisible estos tres lados de un mismo producto tecnológico. Queda ahora la duda de saber cuánto tiempo llevará hasta que esta modalidad sea la norma y no la excepción.

La mutación de Twitter

Ante una próxima salida a bolsa (el famoso IPO), Twitter tuvo que dar hacer pública cierto tipo de información interna de la empresa. Entre los datos más decepcionantes, no porque sean malos per se sino por las expectativas generadas, está la cantidad de usuarios (280 millones) y su velocidad de crecimiento (6% trimestral). Ambos factores no son lo mejor que se puede exhibir cuando una tecnológica de sus características está pidiendo dinero al mercado.
Twitter genera una gran curiosidad entre quienes no participan aún de la red. Es frecuentemente citada en los medios ya que de ella se obtienen declaraciones directas de los protagonistas de las noticias. De primera mano se tiene acceso a lo que publica un político, figura del deporte o estrella de la TV. Pero hay que reconocer que el impacto inicial para quienes ingresan al servicio es negativo. Está lejos de tener una interfaz intuitiva. Los conceptos de seguidor, seguido, arrobar, retuitear, DMear, listas, favear y otros no son naturales. Hay que construir un grupo de seguidos para tener contenidos, tarea que nunca finaliza ya que se está siempre “curando” estos listados. En fin, cosas que hacen que la curva de aprendizaje sea escarpada. Y no son pocos los que abandonan en plena subida. De hecho, en Argentina, un 32% de quienes tienen cuenta en Twitter no la usa. Esto se da más marcadamente en los NSE bajos, donde el 50% abandonó su cuenta en este servicio (datos que surgen del informe “Usuario online – 2013” publicado por Carrier y Asociados). Evidencia de un nivel de desencanto inicial importante.
Quizás sea por ello que esta semana se conocieron dos noticias que darían la pauta de una transformación de Twitter, sino total, al menos parcial. Y ambas apuntan a agregar al servicio una veta más cercana a la mensajería instantánea que a la red social y/o de contenidos actual.
Por un lado, Twitter habilitará progresivamente la opción para que todos los usuarios puedan enviar mensajes directos a quien quieran. Actualmente el requisito es que el destinatario sea un seguidor del emisor, lo que implica que para mantener una conversación por DM ambos usuarios deben seguirse mutuamente. Con el cambio en proceso, cualquier seguidor podrá enviar un DM al seguido. Esto sin dudas será bienvenido por el sector comercial, ya que permitirá que áreas de atención al cliente de organizaciones privadas puedan recibir mensajes directos de sus usuarios. Hoy la opción es una charla pública o seguirse mutuamente. Pero el cambio también posicionará a Twitter como una alternativa más de mensajería instantánea, del estilo Hangout/Gtalk en el sentido que sería multiplataforma (PC, tablet y celular), a diferencia de otras como Whatsapp o BBM que son sólo para celulares. La cosa podría ir un paso más allá, ya que hay noticias que indican que Twitter estaría trabajando en pos de la mensajería instantánea no ya como una funcionalidad sino como una aplicación independiente. La movida sería más difícil de entender, ya que implicaría la adopción de una nueva aplicación.
Lo que sí es concreto es que Twitter está mutando. Seguramente seguirá siendo una red social y de información, pero las necesidades de crecimiento y el auge de la mensajería instantánea aparecen como una oportunidad que no debería dejar pasar. Si tiene éxito o no en esta mutación todavía está por verse.

Apps para todos

Si bien las apps para smartphones están disponibles desde que éstos existen, no fue sino hasta la llegada del iPhone y su App Store que las mismas levantaron vuelo. Lo que antes requería acceder a sitios de apps (generalmente multiplataforma) para encontrarlas y tener alguna mínima destreza técnica para instalarlas se simplificó al extremo con una tienda de aplicaciones que era un ícono en la pantalla inicial del celular. Así, las apps se convirtieron en un concepto muy popular, con un 85% de los usuarios de datos móviles que por lo menos alguna vez descargaron una para su equipo. Esto surge del informe “Telefonía móvil – segmento individuos – 2013 ” recientemente realizado por Carrier y Asociados.
A pesar de lo difundido de la práctica de descargar apps, no todos los usuarios lo hacen con la misma intensidad. Sí colabora en el aprendizaje la extendida popularidad de Whatsapp, aplicación utilizada por el 97% de los usuarios de mensajería instantánea desde el celular [ver “Whatsapp, el nuevo SMS”]. Muchas veces, Whatsapp es una app que no viene preinstalada, ya que compite con los mensajeros instantáneos de las distintas plataformas. Android quiere que usemos Hangouts. Blackberry, BBM. Microsoft, Skype. Esto obligó entonces a un gran número de usuarios a tener que descargar e instalar esta app, independientemente de su nivel de conocimientos técnicos.
Este aprendizaje forzado se convierte en la puerta de entrada a las descargas para muchos. Aproximadamente 2/3 de los usuarios que consumen datos descargaron una aplicación en los 3 meses previos al relevamiento, de los cuales la mitad lo había hecho en la última semana. Esto indicaría que no se trata de un proceso que se da mayormente al adquirir un nuevo terminal y configurarlo con las aplicaciones deseadas, sino que la descarga de las mismas se mantiene a lo largo del tiempo.

Si bien no se observan grandes diferencias entre quienes descargan apps a sus celulares, sí existe una leve tendencia a que sea mayor esta práctica mientras sube el NSE así como cuando desciende la edad. Como sucede con otros aspectos vinculados a la tecnología, también los hombres son más propensos a hacerlo que las mujeres.
No obstante, estos niveles de descargas no deberían ser un motivo de descorche para los desarrolladores de apps móviles. Un 86% de quienes realizaron descargas sólo lo hacen de apps gratuitas. Este comportamiento es independiente del NSE, lo que significa que no existe una correlación con la capacidad económica ni con el acceso a medios de pago electrónicos. Para los desarrolladores esto es un claro indicador de que hay que buscar ingresos por otras fuentes que no sean únicamente el usuario final.

Socialización ante todo

A pesar de los múltiples usos que permiten los celulares con capacidad para manejar datos, los más populares siguen siendo aquellos vinculados a la socialización. Tanto Facebook como la mensajería instantánea (liderada claramente por Whatsapp) son las aplicaciones más utilizadas por aquellas personas que usan datos desde el celular, con un 81 y un 80% respectivamente. Esto surge del informe “Telefonía móvil – segmento individuos – 2013” recientemente realizado por Carrier y Asociados.

El mayor crecimiento se registró por el lado de la mensajería instantánea, que pasó de un 54% el año pasado al actual 80%, a diferencia de Facebook que registró niveles de penetración similares. Esta diferencia en el crecimiento tiene que ver con que siendo Whatsapp el mensajero más utilizado [ver “Whatsapp, el nuevo SMS”], su uso está vinculado a la adopción tanto de smartphones como algunos socialphones. En cambio, al ser Facebook una aplicación que interactúa también con las PC, su adopción desde el celular se ve facilitada ya que no hay que esperar a que nuestros contactos cuenten con un celular apto.
El uso de Facebook desde el móvil decrece en la medida en que sube el NSE. Lo contrario ocurre tanto con la mensajería instantánea como con el mail, en este último caso de manera más marcada. Visto por edad, tanto FB como MI son más populares entre los más jóvenes, mientras que el uso del mail crece con la edad.
Resulta destacable la fuerte adopción del uso de aplicaciones de mapas/GPS (51%) así como el streaming de videos (50%). Por otra parte, es interesante observar cómo 1 de cada 5 utiliza aplicaciones de VoIP (Skype, Viber, BBM, etc.). Una forma de hablar gratis desde el celular y sin importar la distancia.
Del listado de aplicaciones de los celulares con conectividad a datos surge claramente que por más que se traten de verdaderas computadoras de bolsillo, su objetivo principal sigue siendo el de siempre: la comunicación.

Cambios de modelos

La operación Microsoft/Nokia, más allá de los detalles, despierta reflexiones respecto de la evolución del negocio tecnológico. Específicamente en cuanto al modelo de negocios de los fabricantes de celulares y el modelo de venta de software.
Muchos ven en la movida de integración de Microsoft, controlando el hardware, software y servicios, una búsqueda de replicar el exitoso modelo integrado de Apple. Pero hay indicios como para pensar que la elección de un modelo determinando no garantiza el éxito. La prueba está por los dos extremos. En esta línea, tanto Blackberry como Google/Motorola vienen tratando de poner a punto este modelo (aunque con distintas urgencias, es cierto). En el extremo opuesto, Samsung, sin control del software ni de los servicios logró erigirse como el claro nº 1 del segmento móvil. Y a otros no les va tan bien con el mismo esquema. En resumen, el modelo no define tanto el éxito o el fracaso como sí lo hace la ejecución.
Por el lado del software, la compra de Nokia marca sin dudas un hito para la empresa. Con el desarrollo de los smartphones, la forma de vender software, más específicamente los sistemas operativos, cambió sustancialmente. Gran parte del poder (y del dinero) de Microsoft provino de la venta del software por sí solo, particularmente su sistema operativo Windows y su paquete de oficina Office. Pero este modelo, definitivamente comienza a tener un olor rancio.
Apple siempre entendió el concepto del software como un instrumento para vender hardware. Lo hizo con sus PC pero se volvió más evidente con el iPod primero y el iPhone después. Muchos pudieron imitar su hardware, pero su software siguió siendo exclusivo. Un software que además se convirtió en la puerta de entrada al ecosistema de aplicaciones y servicios. Google apostó al desarrollo de Android no como un negocio en sí mismo sino como una plataforma adicional y muy relevante que le permitiera seguir vendiendo publicidad en el mundo móvil. Por eso licencia su sistema operativo en forma gratuita, ya que su objetivo no es hacer un negocio de la venta de software. En este escenario, Microsoft quedó en una posición incómoda, ya que todavía hoy pretende cobrar por las licencias de su sistema operativo móvil. El fracaso de este modelo está en que el 80% de las ventas de Windows Phone estuvieron atadas a Nokia (con quien tenía un particular acuerdo), mientras que los demás fabricantes son cada vez más reticentes a licenciar Windows Phone.
Es evidente entonces que Microsoft ya no puede licenciar con cargo su sistema operativo en el mundo de los smartphones. No le queda otra alternativa que usarlo como un vehículo para vender hardware, aplicaciones adicionales y servicios. El software sigue siendo la piedra angular, pero no genera ingresos relevantes por sí mismo. Esto quedó claro cuando hace poco tiempo atrás, Microsoft se definió como una empresa de “dispositivos y servicios”, sin mencionar al software en su nueva esencia. Si bien no llegó al extremo de Apple que recortó el “Computer” de su nombre original, con sus últimos movimientos Microsoft casi que está recortando la última sílaba de su nombre. No será por dejar de desarrollar software, sino que para cobrar por éste, debe integrarlo en su hardware (smartphones, tablets, consolas) y servicios.
El software ha muerto. Viva el software.

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