Archivodiciembre 2008

Exceso de brindis

Parece que la gente de Google estuvo festejando por anticipado cuando esta semana, y con una muy importante cobertura de prensa, presentó un estudio sobre usuarios de Internet en la región, afirmando que en Argentina hay “11 millones de conexiones de banda ancha a Internet”. Si se acude a los balances de Telefónica, Telecom y el Grupo Clarín, los tres principales ISP del país, concentrando alrededor del 80% del mercado, se llega a que juntos suman 2,7 millones de conexiones. ¿De dónde salieron los casi 8 millones de conexiones de diferencia? Aparentemente de la copa de champagne de quien preparó la información. Errar es humano, el problema es cuando el error tiene tal grado de amplificación.

Menos hardware, más servicios

Esta tendencia que existe desde hace años en el mundo de la informática (con IBM como caso más emblemático) también se da ahora en el ámbito de la telefonía celular, particularmente en lo que hace a los terminales. Es que con mercados centrales maduros (cuyas penetraciones superan el 100%) y emergentes creciendo a gran velocidad, en poco tiempo las tasas de crecimiento de los últimos años serán historia, convirtiendo al negocio de los terminales celulares en uno de reposición. Por otra parte, y mal que les pese a los fabricantes, los equipos tienen un cierto grado de commoditización. Todos tienen modelos con cámaras y reproductor de MP3, casi todos tienen smartphones, varios tienen teclados QWERTY, ahora varios tienen pantallas sensibles al tacto (impuestas por el iPhone). Y lo peor de todo es que la commoditización implica márgenes que se achican.
Así lo entendieron algunos fabricantes que, con distintos enfoques, prestan cada vez más atención a los servicios, los cuales generan ingresos, a veces recurrentes, con posterioridad a la adquisición del equipo.
Quizás el mejor ejemplo de este proceso es el caso de RIM, fabricante de los Blackberry. La empresa genera el 80% de sus ingresos por ventas de los terminales, vendidos principalmente a través de los operadores. El resto proviene principalmente de la venta de servicios y software. Esto se debe a que cuando un operador vende un Blackberry, se establece una relación comercial con el usuario, que pasa a ser un suscriptor de su infraestructura de acceso, que es por donde circulan los mails bajo su exitoso modelo “push” y bajo normas del alta seguridad. Esto explica porqué cuando hubo problemas en su propia red, grandes cantidades de usuarios se quedaron sin servicio, independientemente del operador que tuvieran. Por esto, en los balances de RIM figuran 14 millones de suscriptores, quienes pagan un fee mensual, luego de haber vendido 25 millones de smartphones en su historia, lo cual, considerando el recambio de equipos en todos estos años, habla de la fidelidad de sus clientes.
Otro que siguió este camino, aunque con un enfoque más lúdico, fue Apple con su iPhone, atándolo a su plataforma de distribución de contenidos iTunes y a su App Store, extendiendo el modelo que fue clave para el éxito de los iPods. También al momento de su lanzamiento negoció exclusividad con AT&T como operador a cambio de un porcentaje del abono de datos contratado por el cliente.
Ahora quien se suma a la movida es Nokia, que ante el descenso de los volúmenes de ventas (estima que en el 2009 las ventas de la industria en general bajarán un 5% o más respecto del 2008) aumenta su foco en los servicios, particularmente en lo que es música, mapas, mensajería, medios y juegos a través de su plataforma Ovi, lanzada el año pasado. Desde entonces, Nokia invirtió más de US$ 10 mil millones en adquisición de empresas desarrolladoras de tecnologías afines a su estrategia, como fue el caso de Navteq, el principal proveedor de mapas digitales. Sus objetivos son ambiciosos, ya que apunta a ventas por software y servicios de € 2 mil millones para el 2011 y 300 millones de usuarios para el 2012 (eso sí que es tenerse fe).
Hasta ahora, el modelo de hardware más servicio parece estar funcionando en el mundo de los celulares como una forma de diferenciación. Habrá que ver si este camino es seguido por los demás fabricantes, como Motorola, Samsung, LG y otros. Pero quizás más interesante aún sea observar la reacción de los operadores, quienes ante estos modelos ceden parte del control sobre sus clientes a favor de los fabricantes. La lucha para no convertirse en un dumb pipe (caño tonto en la traducción literal) será cada vez mayor.

Retroceder para avanzar

Transmitir voz bajo el protocolo IP (tanto VoIP como Telefonía IP) resulta atractivo por diversos motivos: costos (al menos en algunos casos), movilidad, cableado único, etc. Por todo esto, en los últimos años se pudo observar cómo el segmento PyME se interesaba por esta tecnología. Sin embargo, en el último año se observa un retroceso en su adopción, aunque quienes siguen apostando a estas tecnologías lo hacen de manera más sofisticada. Esto surge del informe “Telecomunicaciones fijas en PyMEs: local, larga distancia, datos e Internet – 2008” recientemente finalizado por Carrier y Asociados.
El uso en general de tecnologías IP para transmitir la voz presenta un importante retroceso en el segmento, tendencia que se observa mucho más marcadamente en las empresas pequeñas, donde su uso cayó del 20% a 5%, y en los clientes chicos en términos de líneas contratadas, donde lo hizo del 12% a 1%.
Sin embargo, a pesar de este retroceso, algunas variables indican que lo que subsiste es más sólido. Por el lado de la infraestructura utilizada, cae el uso de la Internet pública mientras que sube el uso de redes más confiables, como las VPN o las redes de datos privadas. Por el lado de la tecnología, crece el uso de hardware específico conectado al vínculo de datos (ej: ATA) que pasó del 38% al 48%.

Entre los motivos para utilizar tecnologías IP para la voz, si bien la reducción del gasto en telecomunicaciones sigue siendo la razón de más peso con un 52% de las menciones, perdió relevancia frente al 67% que argumentaba esta razón un año atrás. En contraposición, crecieron razones como aprovechar la infraestructura de la empresa (del 20% al 39%) así como la ubicuidad (de 11% a 23%).
En cuanto a los destinos de las llamadas, mientras que el uso interno en la empresa así como los destinos internacionales mantienen niveles similares a los del año anterior, los nacionales cayeron de un 42% a un 29%, lo que evidencia el impacto del congelamiento de tarifas a nivel local y de la fuerte competencia a nivel de larga distancia nacional.

¿La TV del futuro?

Es cada vez más evidente que la TV actual, en base a un modelo de broadcasting de un conjunto acotado de contenidos y bastante pasivo desde la perspectiva del televidente será modificado por la influencia de Internet. Es que el uso de la red introdujo tres características a replicar: contenidos a pedido, una videoteca casi ilimitada y la capacidad de interacción, no sólo con el contenido sino también con otros usuarios. Esto surge del informe “Las tres pantallas: TV, PC y celular” finalizado recientemente por Carrier y Asociados.
Esta capacidad de interacción entre usuarios a través de los distintos medios de comunicación (mail, mensajes instantáneos, mensajes de texto, Twitter, etc.) les permite compartir, referenciar y comentar contenidos, potenciando su difusión. Así, el consumo de contenidos agrega una variable de socialización, ausente en la TV pero muy presente en Internet y los celulares.
Por estos motivos, resulta interesante el lanzamiento esta semana en Argentina del servicio Messenger TV realizado por Microsoft. A través de éste, los casi 11 millones de usuarios de Windows Live Messenger en el país pueden compartir videos con sus contactos y comentarlos “en vivo”, transformando al hecho de ver videos en Internet en una experiencia social.
Además del contenido generado por los usuarios, MSN Video cuenta con distintos proveedores como AP, AFP, New York Times, BBC, Fox Sports, así como productos de las distribuidoras cinematográficas como Sony Pictures, Fox Pictures, Warner Brothers, Universal, Paramount, Disney, además de producciones propias exclusivas para Latinoamérica.
¿Cuándo transmitirán partidos de fútbol en vivo para poder comentar con amigos y/o rivales? Al menos, las agresiones entre hinchadas no pasarán de lo verbal…

Mayoría de edad

Pareciera que algo está cambiando en Google. La empresa se caracteriza por lanzar productos que viven en estado de Beta (o de prueba) permanente, realizándole pequeñas modificaciones continuamente. Esto cambió ahora con su navegador Chrome, que esta semana oficialmente dejó el estado Beta. Igualmente, siempre se puede recurrir a un Service Pack.

Gusto a poco

Esta semana CABASE (la cámara que agrupa a los ISP) presentó su “Mapa Federal de Banda Ancha”. Se trata de la representación gráfica de los puntos de tendidos de fibra óptica y radio enlace que brindaron empresas, cooperativas y organismos públicos invitados a participar en esta iniciativa. Pero la falta de los tendidos de Telecom y Telefónica hace que el mapa parezca un planisferio al que le falta los EE.UU., Europa y China. La iniciativa es buena, pero sería excelente que en la próxima edición estén todos.

¿Todos para uno?

Desde hace un tiempo se viene hablando sobre la existencia de tres pantallas (TV, PC y celular) y de cómo será su interrelación en el futuro no tan lejano, especialmente en lo referente al video. Particularmente en lo que hace al video en el celular, la industria (principalmente los proveedores de tecnología) parecen estar apuntando hacia atrás, inspirándose en el modelo de la TV tradicional. Esto puede deberse a que quienes están detrás de estos desarrollos se criaron en un mundo donde la TV reinaba o simplemente porque ven que es técnicamente posible tener TV en el celular. Pero el modelo no se condice con la forma en que consumen TV los más jóvenes, quienes en definitiva en 5, 10 o 15 años serán adultos, tomando sus propias decisiones de gasto y consumo. Esto surge del informe “Las tres pantallas: TV, PC y celular” finalizado recientemente por Carrier y Asociados.
Resulta evidente que la línea de división entre PC, TV y móvil se está haciendo cada vez más delgada. No obstante, el hecho de que una pantalla pueda desplegar casi cualquier contenido no significa que resulte atractiva para ser utilizada. Los distintos dispositivos sirven para diferentes propósitos en distintas situaciones, aunque incluyan las mismas funciones. En momentos en que los nuevos medios (Internet y celular) quieren parecerse a la TV, este no parece el camino elegido por los usuarios, quienes en realidad demandan que tanto la TV como el celular se parezcan a Internet.
La PC con Internet es la combinación que más hace para transformar el consumo de contenidos de lineal y masivo a bajo demanda e hipersegmentado. Y esta forma de consumo es ahora la esperada en las otras pantallas, tanto sea en movimiento (aprovechando algún momento de atención disponible) como en televisores con mayores pantallas (en ámbitos más relajados, como un living o una cama). Por ejemplo, los videos de Peter Capusotto tienen más audiencia en YouTube (815 mil vistas) que en su emisión por el canal 7 de televisión abierta. De esta forma Internet se convierte en una TV que tiene un repertorio infinito de contenidos que pueden ser consumidos a demanda.
El concepto del video en el celular es concebido para tiempos muertos. Por ello, se consumen contenidos cortos, tanto por situación de uso (una cola, un viaje en transporte público) como por ergonomía (donde las pequeñas pantallas son cansadoras). Y así como hoy mayormente el video consumido en el teléfono es subido desde una PC para su reproducción local, el formato de YouTube (on demand y corto) se adapta perfectamente para la reproducción online en el celular. No obstante, los costos de los servicios de datos y las complejidades técnicas asociadas por ahora restringen su difusión.

Guerra de modelos

En telecomunicaciones, como en casi todos los órdenes de la vida, hay ideologías. Particularmente en lo que hace a modelos regulatorios para permitir la competencia, hay dos grandes líneas: los que propician la competencia de infraestructuras (modelo aplicado en los EE.UU.) y los que sostienen que debe haber una infraestructura común, poniendo el foco en la competencia entre servicios brindados sobre ésta por distintos proveedores (modelo europeo).
El modelo europeo se basa en utilizar una única infraestructura de base heredada de las grandes telefónicas estatales de cada país luego de los procesos de privatización, que generalmente quedaron en manos de empresas privadas, en algunos casos con participación estatal. Este incumbente heredaba una red que cubría todo el país y, más importante aún, la llegada hasta la casa del cliente (la famosa última milla). En este caso, la competencia entre operadores se fomenta abriendo la red del incumbente para que los entrantes puedan también utilizar su infraestructura, lo que permite llegar con nuevas ofertas a los clientes, pero montados sobre la última milla (o bucle local en la jerga) del incumbente. La virtud de este modelo es que genera competencia rápidamente, ya que los operadores entrantes no tienen que invertir el capital y tiempo necesario para montar una red. Su defecto es que no incentiva la modernización de la red, ya que la competencia se da a nivel de servicios sobre la red existente.
En el caso del modelo americano, lo que se propicia es la competencia de infraestructuras. En este caso es conveniente recordar que, como sucede en Argentina, en los EE.UU. existe una importante red de TV por cable, convirtiéndose ésta entonces en la alternativa a las redes de telefonía. Así, típicamente la competencia se da entre estos dos actores, a lo que comienzan a sumarse alternativas inalámbricas (tanto móviles como fijas). Este modelo tiene la ventaja de incentivar la actualización de la red, y así es como ya hay casos de operadores migrando su red hacia fibra óptica hasta la casa del cliente, previendo el crecimiento de servicios más demandantes de ancho de banda (video de alta definición, video bajo demanda, etc.). La desventaja es que la competencia es más limitada por las necesidades de inversión y, desde el punto de vista económico, es menos eficiente replicar infraestructuras.
Así, y simplificando notablemente, podría decirse que el modelo europeo genera mucha competencia en el corto y mediano plazo, pero no fomenta la modernización de la infraestructura en el mediano/largo. Inversamente, el modelo americano incentiva la inversión en mejoras y actualizaciones de la red pero es lento para generar alternativas (y si la rentabilidad de un área determinada no lo justifica, esa alternativa no llega nunca). En sí, es difícil decir si uno es mejor que el otro. Todo depende de las circunstancias y los objetivos del momento.
En esta materia, Argentina es fiel a su estilo de “tercera posición”. Tiene un marco regulatorio estilo europeo, pero una realidad de mercado estilo americano. El modelo vigente técnicamente es el del año 2000 y contempla conceptos como la desagregación del bucle. Sin embargo, el mismo nunca fue completado (quedó trunco con la caída del gobierno en el 2001), y muchísimos aspectos nunca fueron reglamentados. Así, sólo quedó lugar para las empresas que decidieron y pudieron construir o adquirir su propia red, caso Telmex, Iplan, Ertach, entre otras, las que se sumaron a los operadores de cable, que son una importante alternativa en lo que es banda ancha y que recién ahora incursionan en el negocio de la telefonía. Adicionalmente, se puede prever que las redes inalámbricas (tanto las celulares con 3G como WiMax y otras) sean cada vez más una opción.
Como suele suceder con las posturas ideológicas, su viabilidad depende de momentos y circunstancias (¿o acaso alguien imaginaba a los republicanos propiciando la participación del Estado en el sistema bancario de los EE.UU.?). En momentos en que tanto se habla del aggionarmiento de leyes (como la de Telecomunicaciones y la de Radiodifusión), sería bueno que en Argentina se diera este debate para comenzar a definir, de una buena vez, la política a seguir en el desarrollo de esta infraestructura, clave en la sociedad de la información.

Bordolino non ritorna

A pesar de los rumores (publicados en medios italianos) de una supuesta venta de sus operación celular en Brasil, esta semana Telecom Italia, en una reunión realizada en Londres, destacó que a pesar de prever recortes en su operación en Italia para reducir costos, seguirá apostando a sus negocios en Latinoamérica, con Brasil a la cabeza y sin descuidar a Argentina. De las palabras de sus ejecutivos se desprende que en momentos en que TI busca reducir su abultada deuda, el crecimiento esperado en Brasil y Argentina es estratégico para lograr su objetivo.
Mientras que en Italia habrá una reorganización que incluirá recortes de personal, ventas de activos no estratégicos y convergencia de servicios, entre otras cosas, en Brasil se intentará capitalizar las oportunidades emergentes de la sustitución fijo móvil así como el desarrollo de la banda ancha móvil. En el caso de Argentina, afirmaron su voluntad de ejercer la opción de compra de la parte de sus socios, el Grupo W, a principios de enero. No obstante, y tal como lo adelantaran tiempo atrás, su intención no es quedarse con esa parte para ellos sino transferirla a otro socio local, de forma tal de que no haya inversión financiera por parte de TI. Queda claro así que esta movida es la resultante de los enfrentamientos (que tomaron estado público) entre ambos socios y no por el interés de TI de quedarse con todo. Sería más bien un reemplazo de socio.
Respecto del posible nuevo socio de TI en Telecom Argentina, los nombres que se barajan son tantos que mejor no reproducirlos y esperar a que se den los hechos. Total, no falta mucho.

A tarjeta

Con los antecedentes de su éxito en el mercado celular, los modelos prepagos están comenzando a expandirse hacia nuevos negocios. Tal es el caso de DirecTV quien anunció esta modalidad para su servicio de TV paga.
De acuerdo con lo expresado por sus directivos, por ahora la empresa se movería con cautela, apuntando inicialmente al mercado turístico, para quien un abono convencional termina siendo oneroso habida cuenta de que la actividad se concentra en pocas semanas al año.
El decodificador es autoinstalable aunque más caro ($ 249 vs. $ 99 del tradicional), lo que lo convierte en una barrera de entrada para evitar que canibalice su negocio tradicional. Utiliza tarjetas recargables en Pago Fácil, con un mínimo de $ 15 (de 5 días de validez). Estos valores no contemplan los canales premium, para los cuales se deberá pagar adicional.
El concepto de TV prepaga es interesante en momentos que el uso de Internet avanza sobre el consumo de TV. Y no sólo por el uso de Internet en general sino también porque cada vez más se consumen contenidos de la TV, mayoritariamente vía YouTube y, en menor medida, vía descargas. Así, y particularmente en los segmentos más jóvenes, el gasto en un abono de TV termina siendo caro en función del uso que se le da. En cambio, en un modelo prepago puede servir para consumir determinados contenidos que no están en Internet, como transmisiones en vivo (ej: partidos de fútbol) o algunas producciones específicas, complementando lo que se consume vía Internet.
En definitiva, y más allá del modelo elegido por DirecTV, se trata de un concepto a ser analizado detenidamente, habida cuenta de los cambios que el uso de Internet está generando en el consumo de contenidos de TV.

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