Momento de decisión

Esta semana hubo una gran expectativa respecto de los anuncios que el CEO de Nokia tenía previstos para el viernes 11 a un grupo de analistas en Londres. Y el interés se vio fomentado por la filtración de un supuesto memo interno en el cual el ejecutivo hace un crudo análisis de la posición del gigante finlandés de las comunicaciones móviles. Así, hubo diversas especulaciones que intentaremos analizar. No se trata de adelantar una decisión por todos desconocida, ya que para cuando este comentario esté publicado la incógnita se habrá develado. Pero sí de jugar con los pro y contra de las alternativas barajadas.

Hay algo concreto e indiscutible y es que, como jugador que está en todos los segmentos, Nokia está siendo impactada desde diversos flancos. En el high end, el rival emblemático es Apple con su iPhone, al que se sumó ahora Android, presente en equipos de diversos fabricantes. Es el mismo Android quien le está escupiendo el asado en el rango medio. Igual enfrentamiento tiene con Blackberry, tanto en el rango alto como en el medio. Y en el low end, asoman con fuerza los fabricantes chinos de marcas grises (clones de las primeras marcas y otros) que ya representan un quinto del total del mercado mundial, según iSuppli. También vale aclarar que si hay un rival en todos los niveles de mercado, ese es Samsung, de muy buen desempeño en los últimos tiempos, mostrando una agresividad que Nokia pareciera tener aletargada.

Así las cosas, en los últimos días se especuló con la idea de que Nokia podría decidir un cambio (o ampliación) en su estrategia de software a nivel de sistemas operativos, planteando la posibilidad de una migración a Android o a Windows Phone.

Lo de Android parece poco probable, ya que quitaría a Nokia la posibilidad de diferenciarse de fabricantes como Samsung, Motorola, HTC y tantos otros, resignando además mucho margen de acción en manos de Google, quien en definitiva controla el ecosistema.

Lo de Windows Phone se basa quizás en el pasado del CEO de Nokia como ejecutivo de Microsoft. A priori no es evidente que sea una carta ganadora, habida cuenta de que en el negocio de la movilidad Windows fue en retroceso, desde aquél lanzamiento de Windows CE, pasando por Windows Mobile. Y por el momento, Windows Phone (con excelentes reviews) promete más de lo que cumple. Aunque quizás esta debilidad de la versión móvil de Windows permita a los finlandeses tener más injerencia en su desarrollo, concesión que Microsoft haría para contar con un socio de peso a nivel global que tanto necesita para su plataforma. Además, algún tipo de asociación con Microsoft le permitiría a Nokia recuperar al menos parte del terreno que perdió en los EE.UU. en la última década, donde casi no tiene presencia, algo imperdonable en un mercado tan grande y rico.

Claro que, si como dice el memo, uno de los problemas de Nokia fue la poca velocidad de respuesta a los cambios del mercado, la migración o inclusión de un nuevo sistema operativo no terminaría con esta debilidad. Salvo que la intención del CEO sea ir un paso más allá de la adopción de un nuevo sistema operativo y lo que anuncie sea una alianza más profunda.

Por supuesto, también está la alternativa de seguir siendo los dueños de su sistema operativo, pero entonces los cambios que anuncie el CEO de Nokia tendrán más que ver con la dinámica interna de la compañía que con cambios visibles a simple vista por el mercado. En línea con esto, también se especuló con el traslado del cuartel general de Nokia de Finlandia al Silicon Valley.

Lo único cierto, es que se avecina un cambio de timón, o como dijo el ejecutivo en el memo que se le atribuyó, un salto de una plataforma en llamas a las desconocidas y gélidas aguas del mar. Y confiar en la llegada de los botes de rescate que le permitan contar la historia.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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