Éramos pocos y parió la abuela

Esto es lo que deben estar diciéndose los operadores móviles ahora que Whatsapp comenzó el despliegue de su servicio de voz. La razón no es difícil de entender: el mensajero Whatsapp fue el principal factor de la pérdida de atractivo del negocio de SMS, que con sus amplios márgenes, fue uno de los principales generadores de ganancias para los operadores celulares durante años. La pregunta es, ¿logrará Whatsapp con la voz el mismo éxito que obtuvo con los mensajes instantáneos?
Algunos elementos permiten pensar que la situación no es la misma. Por un lado, lo de Whatsapp no es ningún invento. Ya hay proveedores de comunicaciones de voz bastante populares, como Skype o Viber, que siguen siendo marginales en términos de impacto a pesar de estar en el mercado desde hace varios años. En el caso de Skype sí puede decirse que su presencia es significativa en las llamadas de larga distancia, no tan así en las locales. Por otra parte, para establecer estas comunicaciones, hace falta una línea móvil y una conexión de datos. Y su consumo es claramente mayor que el de un mensaje escrito. Así, salvo cuando se esté conectado vía WiFi, usar la voz sobre una red de datos móviles puede no resultar tan económico.
Por otro lado, difícilmente los operadores se queden de brazos cruzados. Ya comienza a ser habitual en distintos mercados que la oferta de voz sea ilimitada (al igual de lo que sucede con los SMS). Esto sólo podría acelerar el proceso. También hay que tener presente que la voz desde el móvil ha venido registrando un retroceso por la sustitución que se dio por alternativas escritas (como SMS, mensajeros instantáneos varios, redes sociales, mail). Tampoco habría que descartar que los operadores alcen la voz contra algo que verán como un trato discriminatorio. Efectivamente, son blanco de regulaciones en términos de calidad de servicio que no se replican en el caso de los proveedores OTT, como sería el caso de Whatsapp. Seguramente estos reclamos serán cada vez más recurrentes.
Todo hace pensar que el impacto no será, al menos por el momento, muy significativo para los operadores. Pero sí es otra demostración de lo difícil que será para éstos ser algo más que meras tuberías. Por lo pronto, el agregado de la voz será un lindo extra para los más de 700 millones de usuarios de Whatsapp. Que se convierta en un servicio dominante, como lo es el de mensajería instantánea, todavía está por verse.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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