Archivoseptiembre 2016

Cortas semanales

Un repaso por las noticias más destacadas de la semana tecnológica que pasó, con una pizca de sal.
A principios de la semana venció el plazo para que los operadores móviles de red (OMR) presentaran sus propuestas de referencia para los operadores móviles virtuales (OMV). Algunos OMR mostraron sus reparos, principalmente reclamando por los benditos 700 MHz que ya pagaron, pero de los cuales aún no hay disponibilidad plena, aunque también hay otros planteos más técnicos. Esto hace pensar que quizás el tema se demore.
Siguiendo con el tema de los OMV, Tuenti (que NO es un OMV sino una marca de Telefónica Móviles S.A.) convocó a la prensa con la excusa de presentar una aplicación que en realidad está disponible desde casi el comienzo de su operación en Argentina. El tema pareció más una maniobra para levantar el perfil y posicionarse en un segmento muy similar al que normalmente apunta Virgin Mobile, empresa que ya tiene licencia de OMV y que espera acordar con algún OMR luego de la publicación de las ofertas de referencia.
Sigue la discusión por la autorización del gobierno para que dos satélites extranjeros puedan prestar servicios en el país. Unos dicen que es ilegal y que atenta contra el desarrollo de Arsat y sus proveedores. Desde el gobierno aclaran que las autorizaciones se basan la necesidad de dar reciprocidad a los países donde Arsat vende su capacidad. La pelea de fondo es entre quienes quieren un mercado abierto y quienes quieren uno protegido. Como sucede en diversos ámbitos con argumentos similares de ambos lados. No se trata de un debate novedoso, salvo por el marco.
Esta semana se presentó el iPhone 7 y tuvo una recepción bastante fría a pesar de la clásica previa mediática (el día mismo y previo al anuncio, estuvo en la home de varios de los principales diarios nacionales). Las mejoras fueron sutiles (más procesador, mejor cámara, auriculares inalámbricos) y son un fiel reflejo de una industria, la de los smartphones, que a pesar de su enorme volumen ha desacelerado notablemente su crecimiento a nivel global. Con equipos que ya son los suficientemente buenos para la mayoría de las necesidades y tasas de penetración cercanas a la saturación en las principales economías, la recepción del iPhone 7 es una metáfora del estado de la industria. Desde una óptica argentina, el lanzamiento del iPhone 7 sea quizás una forma de testear el impacto del mecanismo de compra puerta a puerta.
Para empeorar su panorama, en la semana del anuncio del iPhone 7 (rival directo de la empresa surcoreana en la lucha por el predominio en la gama alta de smartphones), Samsung anunció el recambio de 2,5 millones de smartphones Note 7 a un costo de aproximadamente mil millones de dólares. Un costo económico que se sumó al costo en términos de imagen. Semana negra, claramente.
Telefónica sigue buscando formas de lograr financiar la reducción de su deuda. En este sentido esta semana anunció que planea lanzar al mercado un 25% de las acciones de Telxius, su unidad global de infraestructura, antes de fin de año. Este IPO iba a darse en julio, pero el sacudón que produjo el Brexit en el mercado postergó la decisión. Por otra parte, se espera que en las próximas semanas haya un anuncio respecto de O2, su unidad móvil en el Reino Unido. No está claro si habrá flotación de acciones en la bolsa o si se venderá parcialmente, luego de que en mayo de este año la Comisión Europea bloqueara la venta total de O2 a Hutchison. Lo que sí es claro es que hay que conseguir fondos.

Tuits selectos

Renovados

Tradicionalmente el mercado argentino se caracterizó por su avidez por mantener actualizados sus terminales móviles. Si bien tradicionalmente la renovación se producía en alrededor de 18 meses, este período se acortó en un par de meses en el último año. En esto influyó ciertamente el atractivo de contar con equipos 4G que permiten disfrutar mejor del uso de datos desde el móvil.
Considerando únicamente a los usuarios de smartphones, el 50% cambió su terminal en los últimos 12 meses. El dato surge del informe “Usuario de smartphones 2016” realizado por Carrier y Asociados y que se publicará en breve. Esta proporción está en línea con los aproximadamente 24 millones de smartphones en uso y los 12 millones vendidos durante 2015.

La renovación en el último año fue proporcionalmente mayor en el interior del país que en el AMBA, reflejando la llegada de las redes 4G que se dio con más intensidad a partir de la segunda mitad de 2015. De hecho, 2 de cada 3 terminales adquiridos durante los últimos 12 meses fueron equipos con tecnología 4G.
La tendencia a renovar se mantendrá en lo que queda del 2016, ya que 1 de cada 5 usuarios de smartphones planea cambiar su equipo en la segunda mitad de este año. Un período tradicionalmente fuerte que combina fechas de alto volumen de ventas como el Día de la Madre y Navidad. ¿Será el tan anunciado 2° semestre?

Leading case

Apple fue noticia esta semana, pero no por algún nuevo lanzamiento o por su performance en el mercado de móviles. Copó los titulares porque la Comisión Europea (CE) le exigió la devolución de € 13 millardos (más intereses) que dejó de pagar en concepto de lo que considera fueron “ventajas fiscales indebidas”. Las mismas le habrían permitido a Apple pagar mucho menos impuestos que otras empresas, lo que es considerado ilegal.
En el comunicado de prensa, la CE sostiene que “los Estados miembros no pueden otorgar ventajas fiscales de forma selectiva a determinadas empresas”, una medida ilegal de acuerdo con las normas sobre ayudas estatales que rigen en la Unión Europea. Más adelante, afirma que ese tratamiento selectivo permitió que Apple pagara apenas un 1% sobre las ganancias obtenidas en Europa, tasa que se redujo hasta el 0,005% en 2014.
La política tributaria de Irlanda le permitió atraer a varios gigantes tecnológicos, como Google y Facebook, para que asienten sus operaciones europeas en aquel país. Al centralizar éstas sus operaciones en el continente, pagan un impuesto a las ganancias del 12,5%. Es por esto que desde las oficinas de Irlanda se paga a empleados de las filiales y se les cobra por los servicios prestados, así como regalías. Ingeniería fiscal y societaria.
A pesar de esto, la CE no cuestiona que Irlanda tenga impuesto más bajo que el resto del continente, sino que contemple acuerdos particulares con determinadas empresas. Algo que podría bautizarse como la falta de neutralidad impositiva (tomando el espíritu de la neutralidad de la red). El tratamiento fiscal especial recibido por Apple en Irlanda, donde la empresa registra todas sus ventas europeas a través de una avanzada ingeniería societaria, no sólo le permitió evitar los impuestos por los beneficios generados por la venta de sus productos en el mercado único europeo en su totalidad. También generó distorsión en la competencia. Éste es el eje de la demanda de la CE.
No obstante, en el caso Apple hay dos cosas que se cuestionan. Una es el tratamiento fiscal preferencial, eje de la demanda. La otra, la ingeniería societaria y fiscal que le permite no pagar impuestos en ningún país de la UE fuera de Irlanda. Algo que quizás es legal, pero no legítimo. En definitiva, el objetivo final y de largo plazo de la movida es que las empresas paguen impuestos donde se genera el beneficio.
El tema también impacta en la política fiscal al otro lado del Atlántico, donde no sólo Apple sino muchas grandes corporaciones (incluyendo a varias tecnológicas) utilizaron técnicas de elusión impositiva para mejorar sus resultados. En el caso de Apple, se estima que la empresa cuenta con US$ 100 millardos en Irlanda (sobre un total de US$ 215 millardos en efectivo que tiene la empresa) que no pagan impuestos ni en Irlanda ni en los EE.UU. Esto es así porque la legislación fiscal estadounidense permite que las corporaciones difieran el pago de impuestos sobre ganancias obtenidas en el extranjero hasta tanto éstas no sean repatriadas. Es más, varias corporaciones de aquél país presionan al Congreso para que les permitan repatriar el dinero disponible en el extranjero, pero a una tasa reducida en lugar del 35% vigente actualmente. Claro que, si los fiscos europeos se hacen de ese dinero antes, no habrá capital para repatriar y, por lo tanto, impuestos para pagar. Y esto es lo que preocupa ahora a las autoridades estadounidenses. Hay entonces un trasfondo de disputa de fiscos por esos recursos.
Si bien mucho de este affaire puede sonar a problemas del 1° mundo, en alguna medida Argentina no es ajena a los efectos de la ingeniería fiscal de la industria tecnológica. Empresas como Uber, Netflix, Spotify, Microsoft (con Office 365, Skype), Google entre otras, tampoco tributan localmente por varios servicios que prestan a través de Internet. Algo que se mencionó particularmente con Uber y Netflix, pero no mucho más y sobre lo que falta un debate serio desprovisto de slogans.
Por el momento, los departamentos tributarios de este tipo de corporaciones pueden hacer ganar más dinero que los de marketing o ingeniería.

Tuits selectos

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