Esta semana hubo dos anuncios de nuevos cables submarinos que llegan a las costas de Argentina, más precisamente a la localidad de Las Toninas, en la provincia de Buenos Aires. Uno fue el Firmina, el otro, Malbec. El primero fue construido por Google, el segundo por Globenet (una empresa originalmente de la brasilera Oi que actualmente está en manos de fondos de inversión). Ambos cables conectan a Argentina con los EE.UU. haciendo escala en Brasil, aunque Firmina también lo hace en Uruguay. Son buenas noticias, ya que mejorarán la conectividad de Argentina con el exterior. Porque, aunque los cables submarinos no tiene el glamour de otras redes, son vitales para el funcionamiento de Internet: el 98% de todo el tráfico internacional pasa por ellos.
A pesar de las similitudes en términos prácticos, lógicamente llama más la atención el caso de Firmina por pertenecer a uno de los gigantes de Internet (aunque Globenet se asoció con Facebook, pero no es dueña). Se trata del 6º cable submarino de la empresa y se encuadra en una tendencia de los últimos tiempos a que éstos pasen a tener un rol más activo no sólo en el uso de estos cables sino al tendido de nuevos, de los cuales son propietarios total o parcialmente. Así, cuando antes las principales operadoras de estos cables submarinos eran las empresas de telecomunicaciones, ahora los gigantes tecnológicos han empezado a invertir mucho dinero en este rubro.
Se estima que, principalmente Google y Facebook, y en menor medida Amazon y Microsoft, controlan algo más del 20% de los 1,14 millones de kilómetros de cables submarinos en servicio. Esto se debe al aumento de las necesidades de infraestructura con la que operan. No se debe únicamente al lógico y creciente aumento del tráfico de Internet, impulsado mayormente por el streaming, sino también al fuerte crecimiento de la nube, un negocio de grandes dimensiones debido a que empresas y organizaciones de todo tipo han trasladado sus necesidades de computación y almacenamiento a servicios como AWS de Amazon y Azure de Microsoft. Google opera centros de datos en 25 regiones, Amazon en 25 y Facebook en 15. En otras palabras, los gigantes de Internet tienen más demanda de ancho de banda que nadie. Según quienes siguen de cerca el negocio de los cables submarinos, mientras que hasta el 2012 la demanda de capacidad por parte de los proveedores de contenidos representaba cerca del 10% del uso total, en 2020 este valor creció hasta el 66%. O sea, dos tercios del total.
En este contexto, los cables submarinos se volvieron un factor de geopolítica. En el mes de marzo, Facebook abandonó sus planes de instalar un cable entre California y Hong Kong, debido a las presiones de los funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos para que esquivara a la ciudad china. Al mismo tiempo, la Marina del Reino Unido anunció la construcción de barcos vigilancia para proteger los cables submarinos que conectan a las isla, alegando el riesgo de sabotaje.
Volviendo a Argentina, dos detalles a tener en cuenta. Malbec ya se encuentra operativo y con clientes, además de afirmar que su llegada aporta el doble de la capacidad instalada en Argentina previamente. Firmina no estará operativo sino hasta el 2023. Lo que sí es seguro es que en los próximos años no debería haber problemas de capacidad internacional para el país.