A una industria como la de las telecomunicaciones, que cuenta con una amplia variedad de cámaras y asociaciones empresarias (ATVC, CICOMRA, CABASE, CACPY, CAPPI, CATIP, CATEL, Fecosur, Fecotel y siguen las firmas) se le sumó esta semana IDA (Infraestructura Digital Argentina). Según su propia definición se trata de una asociación transversal que apunta a nuclear a todos los sectores que componen el ecosistema digital en Argentina (ISP, operadoras de telecomunicaciones, de televisión por cable, compañías de servicios en la nube y de servicios de valor agregado) con una visión a largo plazo. Un objetivo sin dudas ambicioso considerando que se trata de agrupar a actores de una industria muy atomizada en la materia.
La entidad tiene como objetivo promover la construcción y el despliegue de una infraestructura digital que brinde oportunidades de desarrollo social, educativo, cultural y económico. Se trata de sumar una mirada sobre el sector que no sea coyuntural sino de largo plazo, poniendo el foco en promover la construcción y el despliegue de una infraestructura digital acorde a los tiempos presentes y futuros. Un objetivo no menor en un país que en apenas 6 años y 3 gobiernos tuvo giros regulatorios marcados, como lo fueron la ley Argentina Digital (2014), el DNU 267 (2015) y el DNU 690 (2020). Se trata en definitiva de reconstruir el diálogo intersectorial, cuya ausencia fue notoria en los tres hitos recién mencionados.
La agrupación es presidida por Alejandro Lastra (Telefónica), quien tiene por objetivo dar el empuje inicial para luego propiciar cambios y rotación en la conducción. Lastra desde hace años venía dando vueltas con la idea, aunque la coyuntura a partir de la pandemia puso la iniciativa “en espera”. Para el puntapié inicial a Telefónica se sumaron Sion (con operaciones en diversos lugares del país), DF Com (Córdoba), EcoWiFi (Mendoza), Carlos Paz TV (Córdoba) y San Juan Cable Color (San Juan). Un arranque con pocos miembros que exigirá una fuerte tarea de evangelización para sumar actores a la discusión y darle volumen.
En paralelo, la agrupación apunta a aportar en materia de políticas públicas. Para ello, como primera iniciativa, promete para el año próximo presentar un plan en materia de infraestructura que no sea definitivo, sino que dispare la discusión y sea mejorado para acercarlo a los espacios políticos en un año electoral. La intención es que el documento final sea una guía de consenso para la próxima década, para que esta sea distinta a la década que pasó, con sus cambios profundos sin consultas a la industria.
Por lo pronto, no la tendrán fácil. Las primeras reacciones fueron desde el “wait & see” hasta la crítica más dura. IDA necesitará, y mucho, de una aproximación dialoguista y componedora. Un camino largo y difícil para llegar a un destino que beneficie a todos. Este es apenas el primer paso.