AutorEnrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

e-Shopping

Con un 34% de los usuarios de Internet que realizaron compras online, el mercado asciende a más de 7,5 millones de personas. Esto equivale a un crecimiento del 38% en un año. Estos datos surgen del informe “Usuario online argentino 2012”, recientemente finalizado por Carrier y Asociados. Detrás de este crecimiento está la natural evolución en la madurez de oferta y demanda así como el impacto de la explosión de los sitios de descuentos.
La proporción de compradores sube claramente en la medida en que lo hace el NSE (Nivel Socio Económico). Los hombres son claramente más propensos a hacerlo que las mujeres. De esta forma, en el mundo online la imagen asociada a las mujeres como “shopping addicts” se revierte.
Desde el punto de vista geográfico, se observa una mayor proporción a la compra online entre los habitantes del AMBA que del Interior. En este punto, hay dos factores que favorecen las operaciones en el AMBA. Una es la vinculada a la entrega de los bienes comprados, habida cuenta de que muchas veces éstas se hace vía moto o directamente retirando la mercadería en las instalaciones del vendedor en vez de recurrir a una empresa de logística. Por otra parte, el pago en efectivo sigue siendo popular (44% de los compradores usan esta metodología), lo que de alguna forma va vinculado a las opciones de delivery recién mencionadas.
A pesar de la popularidad del efectivo, un 60% de los compradores utiliza tarjeta de crédito para comprar online, ocupando el primer lugar como medio de pago (desplazando al efectivo). En esto seguramente influye la creciente penetración de los plásticos en el mercado local así como la oferta de pago en cuotas, las cuales llegaron inclusive al muy popular Mercado Libre. Mientras que adultos y ABC1 son más propensos a pagar con tarjeta, los niveles D lo son al pago en efectivo. En líneas generales, todos los métodos no presenciales (tarjetas, transferencias bancarias, dinero online al estilo Paypal) son más populares en el Interior.

Por otro lado, si bien un 36% de los usuarios no compra, sí utiliza la red para buscar información de productos que después comprará offline. Así, con un 70% de los usuarios haciendo búsquedas (34% que compran y 36% que sólo buscan), se destaca la importancia de tener presencia en Internet para los vendedores más allá de las compras que se efectivicen por el canal electrónico, el cual debe ser considerado más como un costo que como una unidad de negocios per se.

Sobre burbujas y móviles

Con la compra de Instagram por parte de Facebook en US$ mil millones, volvieron a sobrevolar los temores por la creación de una nueva burbuja en lo que hace a la valuación de startups tecnológicos. Si bien en este caso ese valor quizás sólo podría tenerlo para Facebook (para más información, ver “M-bubble?”], no deja de ser cierto que hay un creciente interés de inversores por una nueva generación de emprendimientos vinculados al mundo mobile.
La llegada de la era de la movilidad es sólo parte del desarrollo del mundo tecnológico de los últimos 30 años. En los inicios de la era PC, la estrella era IBM (hardware). Poco tiempo después, siempre en la era PC, fue desplazado por Microsoft (software). Luego, el desarrollo de Internet catapultó a Cisco (hardware) a la cima de las valuaciones bursátiles, pero al tiempo el rol estelar lo tuvo Google (software y servicios). Más tarde, ese rol pasó a manos de Facebook (software y servicios), casi simultáneamente se iniciaba la era mobile, con Apple catapultada al estrellato en una combinación de hardware, software y servicios, aunque monetizada a través de la venta de equipos (iPhone y iPad). Hoy, los pesos pesados de la Internet fija, Google y Facebook, se encuentran en pleno proceso de adaptarse al mundo móvil con distinta suerte. Google tuvo éxito con su sistema operativo Android, pero tamaño logro no alcanza aún una monetización acorde. Y Facebook, a pesar de tener más de 400 millones de usuarios que acceden vía celular, aún no consigue que esta masividad se transforme en dinero. Es entonces la necesidad de tener una sólida estrategia en el mundo móvil lo que está haciendo que distinto tipo de inversores pongan fichas en diversos emprendimientos vinculados a la movilidad.
Hay quienes piensan que la venta de Instagram significa el puntapié inicial para una sucesión de ventas de empresas que desarrollan apps a valuaciones astronómicas, de allí el temor de estar presenciando el inicio de una nueva burbuja tecnológica. En este sentido, hay diferencias sustanciales respecto de aquella que terminó estallando en el 2001. La primera y principal es que el mundo mobile no es hoy una promesa como sí lo era Internet en ese momento. En aquel entonces, Internet recién despegaba. Se estaba en plena migración de tecnologías dial up (útiles, pero muy limitadas) hacia opciones de banda ancha. Y los pocos usuarios que había (en términos relativos) todavía estaban descubriendo de qué se trataba todo eso. En otras palabras, el mercado estaba muy verde y las expectativas eran desproporcionadas. Distinto es el caso del mercado actual de celulares, que no sólo tiene una altísima penetración sino que se encuentra en un acelerado proceso de recambio hacia smartphones. Se trata, a diferencia de entonces, de un mercado técnicamente listo para adoptar innovaciones.
Por otra parte, también hay grandes diferencias por el lado de los costos en cuanto a los startups de Internet versus los de apps para smartphones. Mientras que aquellos tenían altísimos costos en desarrollo e infraestructura, los de apps son muchos más modestos. De hecho Instagram tiene sólo 13 empleados. Y también es habitual que apps de celulares sean desarrolladas por uno o dos jóvenes estudiantes en sus ratos libres. Al respecto, en una nota de la revista Inc, el capitalista de riesgo (VC) Mark Suster afirmó que hubo una caída de hasta el 90% en el costo de iniciar una compañía en la última década, gracias en parte a la adopción de programas de código abierto y a los servicios basados en la nube. Por supuesto, al ser más barato fondear un emprendimiento, también hay más de éstos que están recibiendo inversiones, lo cual sí puede traer aparejado un mayor descuido a la hora de evaluar dónde poner el dinero.
Volviendo entonces al punto inicial, la duda sobre si estamos en presencia de una nueva burbuja, la respuesta probablemente sea que sí. Aunque ésta tenga características diferentes. Pero ahora, como entonces, habrá varios que logren hacer grandes negocios (sino preguntar a los inversores de Instagram ahora o a los que fondearon Patagon años atrás, por sólo citar un ejemplo).

Linkeando

  • No todo lo que reluce es oro: En momentos en que tanto se habla en las empresas de las políticas de BYOD (Bring Your Own Device, en criollo “traé tu propio celular”), resulta interesante prestar atención a los costos ocultos de las mismas. Digno de tener en cuenta. [CIO]
  • Cambio de eje: Una de las cosas más notables en la evolución de la industria móvil es cómo la innovación se desplazó de Europa hacia los EE.UU. en los últimos años. Y una forma de verlo es a través de la evolución de las empresas detrás de las patentes. [Fierce Wireless]
  • ¿Quién paga la cuenta?: Esta es una pregunta que surgirá con mayor frecuencia en la medida en que convivan planes de datos con límites y sistemas operativos móviles que deben ser actualizados. Como para ir considerándolo. [Telecoms.com]

Twits selectos

  • Venta de smartphones de Nokia cae 51% (en unidades) en momentos en que son el producto “hot” bit.ly/HQ3Fol Complicado
  • Repasando historia reciente de fabricantes de celulares, da escalofrío ver lo rápido que se pasa del cielo al infierno. Sin escalas
  • Sony Pictures lanzó sitio gratuito de películas y videos para Latam bit.ly/I8FaFZ Una movida en la dirección correcta
  • Cambia el escenario para Apple? Su acción cae, en parte, por temor a quita de subsidios de operadores bit.ly/IYlTW9

 

La TV se mudó a Internet

Definitivamente, Internet se convirtió en una nueva forma de acceder a contenidos de TV (películas, series y otros), independientemente de la legalidad de esta práctica, con 1 de cada 3 usuarios accediendo vía streaming a sitios como Cuevana, Seriesyonkis y tantos otros. Esta proporción crece notablemente a 1 de cada 2 en el caso de los nativos, evidenciando que la instalación de este hábito ha venido para quedarse. Estos datos surgen del informe “Usuario online argentino 2012”, recientemente finalizado por Carrier y Asociados.
Un dato a tener en cuenta, sobre todo para la industria del cine y la TV, es que en cuanto a los motivos para consumir video a través de esta modalidad, surge claramente que no es la gratuidad el principal impulsor. Más relevantes son otras variables como consumir bajo demanda y acceder a contenidos no disponibles localmente sea en el cine o en la TV.
Por el lado de los contenidos consumidos bajo el formato de streaming, dominan claramente las películas (82%) por sobre las series (51%). No obstante, se registran diferencias en cuanto al tipo de contenido consumido en función del nivel socioeconómico.

Resulta claro que Internet modifica la experiencia de consumo, dando más control al usuario respecto de qué ver, cuándo y cómo. Y estas tendencias se dan con más fuerza en los segmentos nativos, marcando una diferencia generacional en el consumo de contenidos que no debe ser soslayada. Los cambios que se están produciendo en el consumo de video ya son más que un llamado de atención para la industria (estudios, productoras, canales, proveedores de TV paga, etc.). Se trata más bien de una realidad palpable que reclama un aggiornamiento de la propuesta. La demanda evolucionó, la oferta, no tanto. Y cuanto más amplia sea esta brecha, más complicado será el panorama para la segunda.

Sur, apagón y después

La caída por unas horas de la red de Movistar durante el feriado del 2 de abril tuvo amplias repercusiones que marcan no sólo la popularidad del servicio sino también la relevancia que éste tiene en las vidas de cada uno. Por eso, el hecho da para analizar la situación e imaginar caminos futuros.
Respecto del incidente en sí, es poco lo que se puede agregar. Estas cosas simplemente pasan, tal como le sucedió a RIM con su propia red el año pasado y que motivó problemas mundiales de conectividad durante varios días. Como diría Tu Sam, “puede fallar”. Y al no tratarse de un problema recurrente (donde entonces sí sería preocupante y merecería revisión), lo importante es la forma en que se reaccionó. Más particularmente, se podrá cuestionar si la compensación elegida por la empresa es justa (cosa que variará según cada usuario). Pero no parece justo caer con todo sobre la empresa por un desperfecto en su red que es el primero de estas características en los años que lleva la telefonía móvil en Argentina.
En este contexto, llamó la atención la reacción del gobierno, que pareció desmedidamente dura si se la compara con otras ante otros hechos de características similares o aún peores. Sonó a sobreactuación en momentos en que su capacidad de control es cuestionada. Tampoco faltaron los cíclicos pedidos de declaración de servicio público, como si garantizara la solución a todos los problemas. Lamentablemente, la calidad de los servicios públicos permite poner en duda esta creencia.
Por otra parte, conviene recordar que, a diferencia de otros servicios como la luz, el agua, el gas y, en algunos casos, el transporte, para la telefonía celular hay al menos dos (cuando no tres) empresas alternativas a las cuales acudir en caso de insatisfacción con el proveedor actual. De esta forma, y más a partir de la portabilidad numérica, los clientes insatisfechos por la caída y/o por la compensación ofrecida, siempre tiene la opción de cambiar de operador. Esa sería la peor sanción que pudiera recibir.
Por esto, debería evaluarse el camino de aceitar mecanismos para forzar aún más la competencia. Ya está la portabilidad. Pero el próximo gran paso debería darse en la licitación de espectro para 4G (lamentablemente todavía sin fecha prevista), donde podría reservarse una porción de éste para un proveedor mayorista que permita a operadores pequeños y medianos (tal el caso de las cooperativas y cableras, entre otros) a dar servicios móviles sin obligarlos a realizar inversiones a escala nacional que sólo unas pocas empresas pueden encarar.

m-Bubble?

El anuncio esta semana de la compra de Instagram por parte de Facebook por US$ 1 mil millones sacudió los medios tecnológicos y financieros. Siendo que se trata de un startup que aún no generó ingresos, no faltó la sensación de déjà vu.

Instagram es una aplicación para celulares que permite tomar fotos, editarlas y subirlas a distintas redes sociales (incluida la propia). Hasta hace pocos días sólo estaba disponible para iPhone, y acaba de sumar a Android. Su atractivo ya le trajo unos 30 millones de usuarios. Visto así, cada uno le habría costado a Facebook unos US$ 33. Así y todo, su precio suena excesivo si se tiene en cuenta que, una semana antes de la venta a Facebook, había realizado una ronda de financiación que la valuaba en US$ 500 millones. ¿Por qué Facebook pagó el doble tan sólo una semana después?

Instagram responde a las dos grandes tendencias del momento: la movilidad y la socialización. Así, estaría alineada con lo que Facebook es y con lo que pretende. Es una red social donde gran parte del material que se comparte son fotos, y una aplicación que simplifica este proceso intensificaría su uso. De sus más de 800 millones de usuarios, la mitad ya accede a ésta desde sus celulares, o sea más de 400 millones de personas, cifra importante si las hay. No obstante, a pesar de su enorme popularidad, Facebook aún no encontró la forma de rentabilizar su canal móvil. Por ahora, tampoco es evidente que vaya a lograrlo comprando una empresa sin ingresos, pero algo en mente seguramente tendrán.

Por otra parte, también puede aducir razones de competencia. Al adquirir Instagram, Facebook se queda con una “joyita” que podría haber ido a parar a manos de algunos de sus competidores, como Google, Twitter y hasta Microsoft o Apple (varios de éstos con importantes sumas de efectivo en sus arcas). Además, quizás Facebook no quiera repetir el error de Yahoo, quien por la misma suma que hoy pagaron por Instagram, no cerró la compra de la red social en el 2006.

Hay otro elemento que jugaría a favor de Facebook. En el momento del anuncio, se dijo que la compra se hacía en efectivo y acciones de Facebook, aunque no se explicitó cuánto en cada caso. Así, parte del “sobreprecio” esté financiado por las ya potenciadas acciones de la reina de las redes sociales.

Un último factor que justifica parcialmente el bonus, bien señalado por The New Yorker, es que Instagram, a diferencia de Facebook, tiene una versión en chino y permite subir fotos en una red social china. O sea, tiene un pie en ese inmenso mercado del cual muchos aspiran a participar pero no todos pueden. Sería algo así como un Caballo de Troya moderno.

Todo por el 1% de la actual valuación de Facebook, estimada en US$ 100 mil millones… ¿una bicoca? (ortodoxos de las valuaciones abstenerse).

Linkeando

  • Tablets en la empresa: No hay dudas de que las tablets se encuentran hoy entre los productos tecnológicos “hot”. Pero su inserción en la empresa no es tan simple como en el hogar. Aquí, algunos consejos para quien tenga esa misión. [The Wall Street Journal]
  • Para nostálgicos: Interesante repaso de los inicios de la computación personal con motivo de la muerte del creador de la mítica Commodore 64. Muchos de los que leen la habrán utilizado… [El Financiero]
  • Billetera mata galán: Habida cuenta de la relevancia de contar con una buena base de apps para cualquier plataforma móvil, Microsoft financia el desarrollo de algunas de éstas para su Windows Phone. Una forma de allanar el camino a los desarrolladores. [New York Times]

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