Mientras en Argentina se discute si las empresas de telecomunicaciones (incumbentes, cooperativas y entrantes) pueden dar servicios de TV, Internet y los contenidos siguen su curso, sin preocuparse por el devenir de la discusión en cuestión. En EE.UU. son varias las cadenas televisivas y sellos cinematográficos que están poniendo sus contenidos en Internet, tanto propios como de terceros, en forma gratuita y financiada por publicidad. Es, en definitiva, una forma de ampliar la distribución de sus productos, en un formato bajo demanda. Pero por un tema de derechos en función de la geografía, muchas veces estos contenidos no podían ser vistos desde Argentina (basándose en la dirección IP detectada).
Afortunadamente para los usuarios argentinos (y quizás no tanto para los proveedores de TV paga), esto lentamente está cambiando. Uno de los pioneros en la materia fue Terra, quien desde hace un tiempo ya pone a disposición del público conectado diversos contenidos normalmente encontrados en los canales de TV paga. Ahora se sumó Fox, quien a través de su sitio www.mundofox.com, destinado al mercado latinoamericano, comenzó a poner en Internet algunos de sus contenidos, tales como las señales Utilísima y National Geographic, así como algunas de sus exitosas series, como Prision Break, 24, American Dad, Los Simpsons y otras.
Esta tendencia a que los contenidos estén gratis y legalmente en Internet se verá seguramente potenciada en la medida en que se popularicen los televisores recientemente lanzados que incorporan conectividad a Internet de banda ancha, con lo que ya no será necesario verlos en una PC. Y no debería llamar la atención que para abordar el parque de equipos instalados, en breve comiencen a surgir como hongos set top boxes que se conecten a Internet y utilicen al televisor como si fuera un monitor (en un concepto similar al iTV de Apple, pero abierto en términos de contenidos).
Si bien por ahora es sólo el principio, el potencial es enorme. Esta forma de TV por Internet, según el informe “Las tres pantallas: TV, PC y celular”, realizado por Carrier y Asociados, tiene dos de los atributos que muchos usuarios (especialmente los más jóvenes y los adultos más digitalizados) buscan: contenidos bajo demanda, que permiten que éstos se adapten al espectador y no a la inversa, y acceso a una biblioteca infinita (cosa que por ahora no sucede, pero que es parte del concepto de Internet).
Visto así, en la medida en que pase el tiempo, el debate sobre si las empresas de telecomunicaciones pueden o no dar servicios de TV irá perdiendo gradualmente sentido. De hecho, en cierta forma, ya comenzaron a hacerlo. Una muestra clara de que la regulación debe acompañar la realidad en vez de negarla.
¿Indicio?
Siguiendo con este tema, esta semana se produjo un hecho poco frecuente: la presidente argentina accedió a dar una entrevista a un medio periodístico. En ésta, hizo un guiño a favor del ingreso de las empresas de telecomunicaciones al negocio de la TV.
En la entrevista dada al canal de TV Telefé (en una exclusiva del canal perteneciente a Telefónica), la mandataria expresó que “tenemos que abordar el cambio tecnológico, dar ese salto”. Luego prosiguió con que “planteamos la necesidad de discutir una nueva ley de radiodifusión, que ya no se llamará así sino con otro nombre más acorde al salto tecnológico”.
¿Se viene finalmente el Triple Play por parte de las telcos?
A tirar cables
Esto es lo que está haciendo Cablevisión, quien esta semana inauguró el primer anillo de fibra óptica que une Córdoba, Santa Fe, Rosario y Paraná y que forma parte del proyecto backbone interurbano. El mismo será la plataforma para llevar servicios como el cable digital, TV de alta definición, mayor ancho de banda y telefonía fija a las provincias, de forma similar a lo que ofrece hoy en algunas zonas del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires).
Más allá de la expansión de los servicios que hoy ofrece en algunas zonas del AMBA, la empresa hizo mención específica al lanzamiento de su servicio de telefonía a partir del año próximo. Esto no sólo la habilitará a dar servicios de triple play, como ya lo hacen otros operadores de TV por cable como Supercanal y Telecentro. También le permitirá completar una oferta defensiva, que la pondría en un pie de igualdad para cuando (¿cuándo?), las empresas de telecomunicaciones puedan dar servicios de TV.
El proyecto del backbone interurbano contempla también la inclusión de dos anillos más, uno en el Noroeste (Posadas, Resistencia, Corrientes) y otro Sur (Mar del Plata, Bahía Blanca, Neuquén), el cual estaría listo para el 2010. Así, Cablevisión estaría convirtiéndose en una red alternativa de mayor envergadura frente a Telecom y Telefónica.
Poco a poco, cada vez queda más claro que todo evoluciona hacia contar con tres grandes infraestructuras: la de las telefónicas (Telecom y Telefónica), la de la TV por cable (Cablevisión et alter) y la celular (principalmente, Claro por no estar vinculado a ninguna incumbente). Se va a poner lindo.
Todos unidos triunfaremos
Esta semana se realizó el Congreso Nacional de Telecomunicaciones, que tuvo lugar en el Palacio de Correos, sede de la Secretaría de Comunicaciones. Lo que allí se habló fue de lo más jugoso en meses en materia de telecomunicaciones y ahora resta saber cuan largo es el trecho entre el dicho y el hecho. Alcanza con recordar que hubo un congreso similar 4 años atrás (aquél que iba a servir de base para una nueva Ley de Telecomunicaciones) que sólo fue una pérdida de tiempo para sus participantes.
Un dato importante fue presenciar a distintos sectores juntos y en coincidencia, cosa no muy habitual en el país. Ver a las empresas de telecomunicaciones, las cooperativas y los gremios debatiendo y coincidiendo, pidiendo lo mismo, es un hecho no menor y sin dudas una demostración de fuerza frente a los operadores de TV por cable en relación a la posibilidad de dar servicios de TV.
Por supuesto, este reclamo no fue el único. También hubo pedidos de ajuste de tarifas (un tema que tal como adelantamos semanas atrás estaría cada vez más en la agenda) como una forma de financiar las mejoras en infraestructura. Por el lado de las cooperativas se volvió a la carga con la posibilidad para éstas de dar servicios móviles. En este aspecto, algo novedoso y también criterioso, fue el abordaje de este tema no sólo como operador tradicional sino como operador móvil virtual. Cabe recordar que la legislación actual contempla esta figura, y de hecho en su momento se le otorgó esta licencia a Millicom (luego Ertach), si bien nunca llegó a prestar el servicio. Otro aspecto positivo fue el reclamo por la reglamentación definitiva del Servicio Universal, tema sobre el que la inactividad oficial es francamente vergonzosa. Por el lado sindical, hubo también pedidos de unificación en cuanto al sector gremial al que deben pertenecer trabajadores que realizan actividades similares en distintas empresas. Un tema que, como tantos otros, muestra incoherencias en la actualidad. Las conclusiones alcanzadas pueden ser accedidas desde aquí.
Por el lado oficial, y quizás como nunca antes, hubo guiños a favor de los pedidos de los participantes, principalmente en relación a la posibilidad de dar cualquier tipo de servicio que se pueda ofrecer sobre las redes. En otras palabras, TV y por lo tanto Triple Play. Sin embargo, queda aún por ver si ese fue un guiño que esconde una intención real o si es sólo un tic nervioso, ya que no se avanza con guiños sino con medidas concretas.
Entre los “perdedores” de la semana están sin dudas las empresas de TV por cable que ven cómo la oposición a su postura se abroquela y consigue sacar declaraciones esperanzadoras a los funcionarios involucrados. Y en este contexto, su argumento más fuerte, el de la legalidad, va perdiendo fuerza. Es cierto que la legislación actual impide a las empresas de telecomunicaciones dar servicios de TV (sean incumbentes, entrantes o cooperativas). Pero no menos cierto es que la legislación en general no es algo estático, sino que va cambiando para adaptarse a la evolución de los tiempos, por lo que nada impediría que se modifique la ley para que esto suceda. Aunque en este caso es de esperar que el tratamiento de la nueva legislación sea meditado, flexible y consensuado.
Todavía falta mucho camino por recorrer, pero lograr la unidad de criterios entre distintos involucrados y los guiños de funcionarios, permiten albergar esperanzas de que en materia de telecomunicaciones por fin se comience a regular mirando hacia el futuro. La sencillez del contexto es tal que alcanza con muy poco para tener ilusión.
La nueva TV
Mientras se dilata el ingreso de las empresas de telecomunicaciones a los servicios de TV, éstos llegan cada vez más directamente a través de Internet. Los indicadores que apuntan en esta dirección se siguen sumando.
Desde el punto de vista de los televisores (que en realidad hoy son básicamente pantallas), para el año que viene ya está previsto el lanzamiento de algunos que traerán incorporada en forma nativa la capacidad de conexión a Internet. Ya no hará falta un dispositivo intermedio (sea una consola de videojuegos o algo equivalente a un Apple TV) con los necesarios conocimientos técnicos para su instalación y operación, sino que será una funcionalidad al alcance del control remoto. Esta adición sin dudas tendrá un impacto en los operadores de servicios de TV paga (sean las actuales cableras o telcos bajo un modelo triple play). El mismo será mayor aún en la medida en que las generaciones de nativos digitales, que hoy reemplazaron a la TV por YouTube y las descargas de videos, vayan creciendo y tomando sus propias decisiones de compras. Hoy mismo, este segmento tiende a consumir TV pero no en el televisor mismo sino en la computadora con banda ancha.
Por el lado de los contenidos, las noticias se siguen sumando. A nivel internacional, esta semana la cadena MTV anunció que su website MTV Music tendrá a disposición en Internet el archivo completo de videos musicales, todos embebibles y de alta calidad. La monetización vendrá del lado de la publicidad.
Este fenómeno también está llegando a Argentina, ya que Terra TV anunció esta semana una alianza con Disney para poner online sus contenidos bajo el formato “catch up”. A través del acuerdo, a partir del año que viene los usuarios de Terra TV tendrán disponible el contenido de Disney sin costo siete días después de su emisión por televisión paga y se volverán on demand después de que se muestre por primera vez en TV abierta. Los contenidos estarán disponibles también en celulares. Nuevamente, la publicidad será la que pagará los gastos (al menos esa es la idea). El acuerdo incluye éxitos como Lost, Desperate Housewives y otras series, así como películas tales como Los Increíbles o High School Musical.
En ambos casos se trata de Web TV. Esto es, video que viene por Internet como red pública y abierta, con lo cual está sujeto a los problemas que la red pueda tener y sin ninguna garantía de calidad de servicio (como pasa con YouTube). Esto es distinto de IPTV, pero con el desarrollo de la infraestructura, el software y los contenidos, esta diferencia tiende a acortarse. La TV se encuentra en proceso de una transformación fabulosa y todavía se discute con la mira en el pasado.
Novedades en Radiodifusión I
El fin de semana pasado se produjo un hecho histórico: la realización de una conferencia de prensa por parte del titular del poder ejecutivo de la Nación, algo que no había sucedido durante la actual administración ni la anterior. Dentro de lo que se habló, el tema de la sucesora de la ley de Radiodifusión (pre bautizada como ley de Servicios Audiovisuales) dejó algunos elementos para el análisis.
Entre los aspectos del proyecto que el Ejecutivo enviará al Congreso (aún sin fecha cierta), la presidenta destacó que falta abordar el tema tecnología al indicar que al momento de sancionar la actual ley, “lo más moderno era la televisión a color”. En línea con este pensamiento, agregó que “hay que preparar marco regulatorio con la incorporación de la tecnología”. Toda una definición.
Allí se acabaron las precisiones, pero si de tratar el tema tecnológico se habla, hay ciertos enfoques que no podrían quedar fuera de la discusión. Estos son: IPTV y la definición de la norma de TV digital terrestre, abierta y gratuita. Son temas que tienen detrás intereses encontrados. El de la IPTV enfrentando a operadores de cable y empresas de telecomunicaciones. El de TV digital haciendo lo propio con operadores actuales de TV abierta y potenciales interesados, a los que se suman operadores de TV por cable, empresas de telecomunicaciones y proveedoras de tecnología, cada uno con sus intereses, muchas veces en conflicto.
Todo esto no hace más que llevar a pensar que se tratará de una ley que tendrá el aderezo del choque de intereses en un debate que, a priori, se presenta como apasionante y que marcará en qué condiciones Argentina ingresará en la nueva era de la TV y sus servicios asociados. Como se decía antiguamente, para alquilar balcones.
Pispeando el triple play
En momentos en que se habla de modificaciones dentro del panorama regulatorio de las telecomunicaciones y la radiodifusión en Argentina, se escuchan opiniones diversas de los actores involucrados, pero siempre dentro del ámbito de la oferta. Sin embargo, la demanda, o sea el consumidor, también tiene su visión, quizás menos técnica o preocupada por temas regulatorios o microeconómicos. Algo normal, ya que al consumidor lo que le interesa es lo que le ofrecen y poco más.
Alrededor de la mitad de los hogares con teléfono opinan que contar con un proveedor que ofrezca simultáneamente todos los servicios de telecomunicaciones (telefonía, Internet y TV) es ventajoso. Y para esto se basan en la simplicidad de interactuar con un único proveedor y tener una única factura así como lograr un mejor precio final al contratar todo junto en lugar de hacerlo por separado. Esto surge del informe “Telecomunicaciones residenciales 2008”, recientemente finalizado por Carrier y Asociados.
A la hora de identificar qué tipo de proveedor les resultaría más confiable para contratar servicios unificados, a prácticamente la mitad este aspecto le resulta indiferente. En segundo lugar se ubican las empresas de telefonía, con un 32% de las respuestas y en tercer lugar, aunque bastante más lejos, aparecen los operadores de cable, con un 8%.
Actualmente, la cantidad de hogares que consumen los tres servicios que conforman el triple play (telefonía, Internet y TV) es de aproximadamente 2 millones. Pero para estimar el potencial de mercado para una oferta triple, también hay que considerar a los que sólo consumen dos de estos servicios (telefonía e Internet o telefonía y TV), ya que serían candidatos a sumar un tercero ante una oferta económicamente interesante. De esta forma, el mercado potencial inicial de una oferta triple estaría arañando los 5 millones de hogares. Una cifra que permite entender la lucha de intereses detrás de este tema.
El gran olvidado
Las últimas semanas fueron ricas en cuanto al debate de la radiodifusión, y más precisamente en relación al posible ingreso de empresas de telecomunicaciones (incumbentes, entrantes y cooperativas) al negocio de la TV.
Primero fue el encuentro de los cableros en Salta, donde, como era de esperar, los cañones apuntaron en contra de esta posibilidad. Aquí se pudieron ver dos niveles de conflicto. Por un lado los grandes operadores (Cablevisión-Multicanal, Telecentro, Supercanal) contra las telefónicas (Telecom, Telefónica y eventualmente otros, como Telmex), compitiendo principalmente en grandes centros urbanos. Por el otro, los cables pequeños y medianos del interior resistiendo la eventual competencia de las cooperativas de servicios públicos.
El contraataque ofensivo (como diría el Bambino) se dio esta semana en el congreso “La Revolución Móvil”, donde se congregaron distintas empresas de telecomunicaciones, convirtiéndose en una tribuna para que éstas reclamaran la posibilidad de ingresar al negocio de la TV, con el agregado de que ahora se sumaron las empresas de telefonía móvil.
Leyendo las crónicas periodísticas en ambos casos, hay una cosa que queda en claro. En la discusión pareciera haber un gran ausente: el usuario. Los argumentos utilizados en esta discusión giran más alrededor del negocio: quién es más fuerte, quién se siente discriminado, quién nació en competencia, quién tiene la tecnología, etc. Sin embargo, nadie presentó un argumento en términos de qué es lo más conveniente para el usuario.
Nuestra posición en este sentido es clara. Siempre estuvimos a favor de la competencia, ya que es la mejor forma de asegurar precio y calidad (como diría un vendedor de bondi). Pero que quede claro que competencia no es dejar que las cosas se resuelvan solas, porque aquí es donde las asimetrías inclinan perjudicialmente la balanza. La competencia debe ser regulada de forma tal de asegurar que todos los actores intervinientes tengan las mismas oportunidades, paguen lo mismo por el igual servicio (ej: interconexión), etc. En un escenario así, prevalecerán los más aptos, sin importar si es un cablero (grande, mediano o chico), una telefónica, una cooperativa o un operador celular. Y el beneficiado será el usuario. Sería bueno no perder el norte en esta discusión.