Archivoabril 2009

Así como hablamos

Analizando las estadísticas de las visitas a nuestro sitio, resulta interesante no sólo ver qué es lo que los visitantes buscan sino qué frase utilizan. Muchas veces, las búsquedas están hechas en lenguaje natural, tales como “aumento de las horas dedicadas a ver vídeos en vez de la TV tradicional”. Quizás no sea la mejor forma de buscar, pero igualmente llegan. ¡Google es la versión actual de la baticomputadora de los 60!

Generación espontánea (de redes)

Durante la semana que pasó se publicó la resolución 275/2009 del Comfer (Comité Federal de Radiodifusión), sobre el “reglamento para el acceso a licencias y prestación de servicios complementarios de radiodifusión por vínculo físico”. En criollo, para servicios de TV por cable. Tarde pero seguro, ya que este reglamento tenía 9 años de demora.
Si bien algunos presentaron esta medida como una reapertura del negocio de la TV por cable, en realidad se trata de una apertura mayor. Mientras que hasta el momento los pliegos exigían la instalación de infraestructura propia, el nuevo reglamento incorpora la posibilidad de arrendar la red. Esto implica que ahora, cualquiera que tenga una red capaz de transmitir señal de video puede arrendarla a un licenciatario. Así, y sin tener que esperar a la sanción de la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (la heredera de la Ley de Radiodifusión), las empresas de telecomunicaciones pueden ingresar, aunque indirectamente, en el negocio de la TV paga.
La medida tiene múltiples impactos. En primer lugar, debería fomentar la competencia al no exigir a los nuevos interesados construir una red desde cero, un costo que sería de difícil recuperación y, por qué no, de financiación. En segundo lugar, para quienes actualmente poseen redes, específicamente las empresas de telecomunicaciones, la posibilidad de arrendarlas da lugar a una nueva línea de negocios. No será dar servicios de TV paga, pero al menos sí cumple con el objetivo de generar nuevos ingresos sobre la inversión existente. Por supuesto, esto también se aplicaría para los actuales operadores de TV por cable, pero difícilmente éstos quieran facilitar el ingreso de competidores (algo que por otra parte es totalmente natural). A esto habría que agregar que la capacidad ociosa de las redes de TV por cable no da mucho margen como para montarle operadores adicionales. Finalmente, se genera una nueva figura, que sería la de proveedor de infraestructura, lo que permite ingresar al negocio no sólo a las empresas de telecomunicaciones sino, eventualmente, a otras de servicios públicos, como las de distribución eléctrica, en la medida en que sus redes puedan transmitir con los ancho de banda necesarios. Todo esto hace que la principal barrera económica para ingresar al negocio de la TV por cable disminuya notablemente.
Una zona gris se da en el caso de los operadores que utilicen actualmente tecnologías inalámbricas (como LMDS o WiMax) para dar servicios de transmisión. Esto se debe a que la resolución del Comfer hace referencia al mercado de “servicios complementarios de radiodifusión por vínculo físico”, lo que implica TV por cable aunque no a los servicios que precisen de frecuencias de espectro radioeléctrico. El tema será de qué lado quedan estas tecnologías que si bien son inalámbricas (no hay vínculo físico) ya tienen espectro asignado, no para radiodifusión sino para transmisión de datos. Y la resolución menciona que no se asignarán frecuencias, al menos hasta que no se defina la norma de TV digital. Sin dudas, un punto que merece ser aclarado.
Si bien una primera lectura puede enmarcar a esta medida como un round más en el enfrentamiento entre el Gobierno y el Grupo Clarín (principal actor del negocio de TV por cable), lo cierto es que el nuevo reglamento afecta a todos los operadores por igual, desde Cablevisión hasta los más pequeños. En el caso de estos últimos, la situación se ve potenciada porque el reglamento habilita también a las cooperativas de servicios públicos a ingresar en este negocio.
Por supuesto, la reacción de ATVC (Asociación de Argentina de Televisión por Cable) no se hizo esperar, saliendo con los tapones de punta. ATVC sostiene que debe mantenerse la obligatoriedad de acreditar la propiedad de la totalidad de la infraestructura necesaria para brindar el servicio, ya que la Ley de Radiodifusión vigente impide la cesión o delegación del servicio. Esto sin dudas dará lugar a una discusión respecto de si el uso de infraestructura de terceros implica la delegación del servicio. Ingresaríamos así al intrincado mundo de los abogados y las interpretaciones.
A fines de este mes, ATVC realizará un evento en Mar del Plata, sus clásicas jornadas de “Banda ancha y cablemódem”. Seguramente será una tribuna desde la cual se harán oír.

Corten con los cortes

Los problemas no terminan aquí para los cableros, ya que esta semana diversos canales de televisión abierta de todo el país denunciaron a la TV paga por competencia desleal. Para hacerlo se basaron en un informe realizado por KPMG según el cual en la TV paga la cantidad de segundos publicitarios creció un 113% durante el último año, frente a un 34% de la TV abierta, según un artículo publicado esta semana el diario El Cronista.
Lo de competencia desleal se basa, aunque es discutible, en que la ley permite 12 minutos de publicidad por hora y desde la TV abierta aseguran que el cable tiene 700 minutos repartido en todos sus canales por hora (a razón de 12 minutos por cada uno de los 60 canales). La respuesta de los operadores de cable no se hizo esperar, argumentando, no sin razón, que quienes venden los segundos de publicidad son las señales, no los operadores.
Más allá de las estadísticas, lo cierto es que, particularmente en ciertos casos, el nivel de publicidad en las señales de cable es muchas veces intolerable, excediendo por lejos los 12 minutos por hora. Para colmo, en no pocos casos este exceso publicitario es innecesario, ya que las tandas repiten una y otra vez las promociones de la programación del propio canal.
Más allá de fastidiar a su público, lo que las señales están haciendo es incentivarlo a buscar caminos alternativos: DVD (legales o piratas) y descargas, a la cual comienza a sumarse, por ahora tímidamente, los grabadores digitales que permiten saltear las publicidades. Y no se trata de una tendencia incipiente sino de toda una forma de consumir películas y series que no para de crecer. No sea que de tanto ordeñar a la vaca la dejen seca…

¿Un nuevo YouTube?

Un informe publicado esta semana por Crédit Suisse dio lugar a especulaciones respecto del futuro de YouTube. Nadie duda del impacto que este sitio tuvo en la forma de consumir contenidos en video así como de su extrema popularidad. Sin embargo, los números siguen sin acompañar, y no hay negocio que pueda funcionar a pérdida indefinidamente.
Según el informe, YouTube podría perder unos US$ 470 millones este año, a pesar de que sus ingresos, por US$ 240 millones, serían un 20% superiores a los del año pasado. El problema es que sus egresos serían de US$ 711 millones. De éstos, un 51% corresponderían a ancho de banda, a razón de US$ 1 millón diarios.
El problema de YouTube es que mayormente sus videos son generados por los usuarios, y éstos son difíciles de monetizar, ya que los anunciantes son reacios a asociar sus marcas con contenidos sobre los cuales no hay ningún tipo de control. Para agravar las cosas, los videos de usuarios crecen exponencialmente, mucho más que aquellos generados profesionalmente y por los cuales YouTube tiene distintos tipos de acuerdo de revenue sharing.
Esta situación lleva inexorablemente a algún tipo de cambio en el modelo de negocios de YouTube, ya que el actual sólo empeoraría la situación. Así, por un lado, cada vez más se le está dando relevancia al contenido profesional que sea publicitariamente atractivo, tal como lo demuestran ciertos acuerdos con grandes sellos cinematográficos, televisivos y hasta musicales. Es más, se especula en los EE.UU. que YouTube estaría preparando un rediseño del sitio de forma tal de privilegiar a éstos últimos en desmedro de los tradicionales videos de usuarios.
El problema es qué hacer con estos últimos, base de su éxito y crecimiento. Visto así, no parece probable que “cierren” el acceso a este tipo de videos. No obstante, no habría que descartar otras medidas, especialmente si pueden ser generadoras de ingresos, tales como cobrar por publicar contenido. Esto, aunque suene antipático, sería razonable desde el punto de vista económico.
Más allá de lo que se resuelva, parece que la era de publicar los videos vacacionales o aquellos donde un adolescente muestra cómo hace el pasito flogger o pelea con la espada del Jedi para disfrute de amigos y ajenos y todo sin poner un peso (o dólar) parece estar llegando a su fin, al menos bajo el modelo que conocimos hasta el momento. Lamentablemente, las leyes de la economía son inexorables. Que nos guste o no, es otro tema.

El zorro en llamas

Es indudable el avance que registró en los últimos tiempos el navegador Firefox a expensas del Explorer de Microsoft. A nivel mundial ya se la asigna un 25% de participación, proporción que se mantiene en las visitas a nuestros sitios www.carrieryasoc.com pero crece al 50% para  www.comentariosblog.com.ar (que evidentemente atrae a un público más techie). El problema es que aún muchos desarrolladores de webs importantes no se percataron de esta tendencia, por lo que no es inusual encontrarse con sitios que no funcionan como debieran si se accede desde Firefox. Sin hacer nombres, a ponerse las pilas muchachos.

iDengue

Los efectos del mosquito portador del dengue en Argentina son preocupantes, pero como siempre, hay alguien que se beneficia. Entre ellos están los desarrolladores del soft Anti Mosquito, el cual figura en el 5° puesto del ranking de aplicaciones pagas para el iPhone descargadas desde el Appstore en Argentina. A falta de Off, bueno es el iPhone.

¿Punto de inflexión?

En los últimos días el panorama de Telecom Italia (TI) en Argentina (a través de Telecom Argentina) se complicó notablemente. Es la resultante del ingreso de Telefónica entre los accionistas del operador italiano que también opera en nuestro país. Sin entrar a repasar en detalle lo sucedido (lo cual fue muy bien cubierto por los medios masivos), surgen algunas reflexiones en cuanto a lo sucedido en relación a la intervención del Estado en el tema y de las posibles consecuencias.
Desde la perspectiva del accionar del Estado (algunos dirán gobierno, aunque no es lo que técnicamente corresponde), cuesta entender cómo recién ahora se empiezan a tomar medidas concretas cuando en realidad la operación que da lugar a la intervención estatal se produjo a principios de mayo de 2007, prácticamente 2 años atrás. Mucho tiempo para determinar la legalidad de la participación de Telefónica en TI (y transitivamente en Telecom Argentina). Peor aún, todavía no hay un veredicto al respecto.
En cuanto a la decisión por parte de la CNDC (Comisión Nacional de Defensa de la Competencia) de que los representantes de TI no pueden participar de las decisiones políticas tomadas por el directorio, ésta deja entonces el control en manos de los socios argentinos, tanto los privados (Grupo W) como el Estado, a través del ANSES quien participa como consecuencia de las acciones que tenían las AFJP. Así, algunos creen ver una movida hacia la argentinización de Telecom, lo que sería un viejo anhelo de algunos personajes vinculados al poder. Obviamente, esto es lo que enfureció a los italianos, que llegaron a hablar de “confiscación”, lo que si bien parece un poco una sobrerreación, habla a las claras de cómo les cayó la medida.
Por otra parte, esta semana la agencia Reuters publicó un artículo significativo, según el cual, en una reunión realizada esta semana, los accionistas de Telco (que posee el 24,5% de TI y donde Telefónica tiene su participación) habrían quitado una frase en sus estatutos según la cual Telco ejercía “control y coordinación” de Telecom Italia. Se buscaría así mejorar su posición ante el escrutinio antimonopólico, tanto en Argentina como en Brasil, donde también TI y Telefónica tienen operaciones.
Si las cosas mantienen el rumbo adquirido esta semana, con acusaciones y amenazas de acciones legales, salvo que algún movimiento político tranquilice la situación, las cosas parecen encaminarse a una “desinversión” por parte de Telecom Italia que podría no ser consensuada, por lo que no habría que descartar una demanda por parte de TI hacia el Estado argentino (para alegría de los abogados eventualmente involucrados). Y por supuesto, ya resurgió la danza de nombres de posibles sustitutos para TI, lo que podría reconfigurar el panorama de las telecomunicaciones argentino de forma radical. Pero es temprano para entrar en esas especulaciones y todavía puede pasar mucha agua bajo el puente.

El número es mío

La inacción regulatoria en materia de telecomunicaciones que, a grandes rasgos, data del año 2002, está siendo cada vez más cuestionada. Ya pasó con el Servicio Universal (aunque, para ser sinceros, sin grandes avances aún) y llegó la hora de la portabilidad numérica en telefonía celular. Es conveniente recordar que en ambos casos, los fallos de la justicia a favor de la puesta en marcha de esas regulaciones, si bien afectan a los operadores, tienen como destinatario al Poder Ejecutivo, más específicamente a la Secretaría de Comunicaciones, quien es la encargada de reglamentar las distintas medidas.
En el caso particular de la portabilidad numérica, la justicia ordenó al Estado Nacional reglamentar la medida en un plazo de 90 días. Se trata de una medida regulatoria que va ganando momentum en diversos países, particularmente ahora que los niveles de penetración son muy altos y que el servicio está muy arraigado en la cotidianeidad de sus usuarios.
Durante los años de gran crecimiento del servicio en Argentina, entre 2004 y 2007, la medida hubiera tenido impacto mayormente en los usuarios con fines laborales (lo que va desde una encumbrado ejecutivo hasta un albañil), para quienes existe un alto costo por perder un número telefónico ante la eventualidad de un cambio de operador. Para los usuarios particulares, esto no era un problema grave. De hecho, muchos cambiaban de operador al adquirir un equipo nuevo y no hacían más que mandar un SMS con su nuevo número a sus relaciones.
Sin embargo, la incorporación del celular a la vida cotidiana hace que este número ya no sólo figure en las agendas de las amistades y familiares, sino que también sea la forma de contacto directa con relaciones menos profundas y recurrentes. También hay que considerar que para muchos, especialmente en los segmentos más humildes, el celular es el único teléfono que tienen. Así, hoy aún los usuarios particulares ven que el costo de cambiar de número telefónico es cada vez mayor.
Sería bueno que de una vez por todas, la Secretaría de Comunicaciones dejara de hacer la plancha en los temas que le competen. La reglamentación y puesta en funcionamiento de la portabilidad numérica sería un incentivo para que las empresas se esmeren en retener a sus clientes, ya sea con calidad de servicio y/o precios, lo que en definitiva favorecería a los usuarios. Está claro que el mercado total no se achicaría, sino que simplemente habría una mayor concentración en aquél o aquellos operadores que mejor hagan las cosas.

Marcianos

En momentos en que las noticias de los resultados trimestrales de la mayoría de las empresas tecnológicas muestran valores en línea con el contexto macroeconómico mundial, los de RIM (fabricante de los famosos Blackberry) son de otro planeta.
La empresa indicó que sus ingresos crecieron un 80% anualmente en el período de diciembre a febrero, y un 24% respecto del trimestre anterior. Por otra parte, un dato interesante para el perfil y los objetivos de RIM es que el 70% de los nuevos suscriptores provienen de individuos y no de empresas. En este escenario, América Latina fue la región de mayor crecimiento.
Más allá de las preferencias de los usuarios, también juega el operador. Hay un dato que no se ve pero que es importante para su éxito: sus equipos consumen menor ancho de banda por la particular forma en que comprimen y transmiten sus datos. Este es un aspecto no menor para los operadores, especialmente en momentos en que hay presión para controlar los gastos de capital (el famoso CAPEX). Un tema particularmente importante en momentos en que crece el consumo de datos a un ritmo que no necesariamente es el mismo en que aumenta la capacidad de las redes. Esta sería una de las razones por las cuales AT&T tiene problemas con su red de datos en EE.UU., donde posee la exclusividad del iPhone, equipo que según los entendidos, no es muy eficiente en el consumo de ancho de banda.
Visto así, el rol de los operadores a la hora de impulsar determinados equipos será importante para la salud de los fabricantes de los mismos. Algo que RIM parece haber logrado, al menos por el momento.

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