Archivojulio 2008

Propuesta alternativa

Ya que el tema comienza a instalarse con la circulación del borrador de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, creemos que es un momento propicio para hacer un aporte para que ésta sea lo mejor posible.

 

Como siempre, es bueno comenzar por los objetivos, pues éstos marcan el norte y evitan que se desvíe el camino ante la aparición de bifurcaciones que pueden llevar a calles sin salida o a destinos que no eran los previstos al iniciar el viaje. Quizás el primero y principal sea que el ciudadano tenga opciones, tanto en materia de contenidos (asegurando la diversidad de visiones y opiniones) como de medios de acceso. Así, no sólo hay que pensar en la pluralidad de los contenidos sino también en la diversidad de redes de distribución, ya que de no ser así, una sola red puede acomodar los contenidos a sus intereses.

 

Con el desarrollo de tecnologías digitales, las limitaciones físicas a los contenidos desaparecen o se reducen considerablemente. Esto se ve claramente en la TV por cable, que con el proceso de digitalización puede aumentar considerablemente su oferta de canales, dando lugar a todas las voces. Algo similar, aunque en menor escala, sucede con la TV digital de aire (sobre la cual aún no hay definiciones en Argentina), que permite aumentar la oferta de señales de las cuatro actuales a unas veinte, dando espacio entonces a una razonable variedad de perspectivas.

 

Así, el tema más complejo es el de asegurar la diversidad de acceso. En este rubro tenemos diversos actores, reales y potenciales. Los primeros son los actuales operadores de servicios de TV paga, sean vía cable (Cablevisión, Telecentro, Supercanal, etc.), satélite (DirecTV) o radio terrestre (como Andina). Entre los potenciales están las actuales empresas de telecomunicaciones, que van desde Telecom y Telefónica a todas las demás empresas que comenzaron a operar en el mercado de las telecomunicaciones en condiciones de competencia, así como las cooperativas.

 

Es clave permitir la existencia de alternativas en materia de redes ya que éstas propician no sólo la diversidad de contenidos sino que además fomentan la competencia, dando lugar a más y mejores servicios a menores precios. Por este motivo, excluir a las empresas de telecomunicaciones sería un grosero error. El análisis debe contemplar, por razones de envergadura y capacidad, un marco distinto para Telecom y Telefónica que para el resto de las empresas de telecomunicaciones y cooperativas. A estas últimas debería permitírseles comenzar a ofrecer el servicio de inmediato allí donde ya tengan su red o quieran extenderla.

 

En el caso de las herederas de Entel, debería definirse una forma de medición de la condición monopólica de un operador de TV paga para determinar en qué mercados o áreas pueden operar en el corto y mediano plazo y cuáles no. Podría ser estableciendo un piso a determinar de cantidad de abonados (30, 50, 100 mil o lo que se evalúe como más conveniente) en manos de un único operador. De esta forma, se evitaría que empresas de mayor capacidad técnica y financiera se conviertan en una competencia desigual para operadores de poco porte.

 

No obstante esto, y siendo que el objetivo final sería el de asegurar alternativas, lo ideal sería establecer un cronograma (5, 10, 15 años) de apertura total, de forma tal de dar tiempo a los operadores más chicos a prepararse para competir.

 

Por supuesto, esta propuesta puede y debe ser objeto de críticas y correcciones, pero su objetivo final, propiciar opciones de contenidos y de redes, debería formar parte de cualquier proyecto. A fin de cuentas, se trata de defender los intereses de los ciudadanos en primer lugar.

Juegos serios

Desde hace un tiempo ya el negocio de los videojuegos mueve más dinero que la industria del cine. Este se divide entre consolas, PC y últimamente celulares, aunque sin dudas es la primera plataforma donde más acción hay, siendo un mercado dominado por Sony, Nintendo y Microsoft.

 

Por el momento, en estas tierras, los grandes actores de este negocio han tenido un papel deslucido. Sony comenzó a impulsar las ventas de sus consolas PlayStation 2 cuando el mercado ya estaba dominado por importadores individuales que además modifican las consolas para que acepten copias “truchas” de los juegos. Nintendo recién desde hace unos meses tiene un distribuidor oficial. Y si bien Microsoft cuenta con importantes operaciones en Argentina, sus consolas únicamente están presentes en exposiciones y eventos, pero no pueden adquirirse por algún canal oficial. No obstante esto, el negocio de las consolas no es menor, ya que más de 800 mil hogares cuentan con una en el país, según del informe “Telecomunicaciones residenciales 2008”, realizado por Carrier y Asociados.

 

Pero ahora esta situación puede cambiar, ya que Sony Computer Entertainment, la unidad de videojuegos de Sony, lanzará operaciones en Argentina, Colombia y Perú en marzo de 2009, en lo que será su primer paso en el mercado sudamericano. El anuncio fue hecho durante la E3 (Exposición de Entretenimiento Electrónico), el evento de la industria de los videojuegos más importante a nivel mundial, que tuvo lugar esta semana.

 

Sony está haciendo esfuerzos para recuperar el terreno perdido. Luego de haber sido “Amo y Señor” del mercado de consolas en la generación precedente, donde su PlayStation 2 dominó a piacere, hoy fue desplazado por Nintendo y lucha palmo a palmo con Microsoft por el segundo lugar. El alto precio de su PlayStation 3 disuadió a muchos de sus seguidores de migrar a su actual plataforma. Por lo tanto, la empresa debe acercarse más a los consumidores en otros mercados para compensar su débil posición a nivel global.

 

Habida cuenta de que todas las consolas actuales cuentan con capacidad de conectividad a Internet para permitir jugar online, no sería raro que el año próximo surjan ofertas conjuntas entre Sony y algún ISP de envergadura. ¿Será el comienzo de la venta de consolas subsidiadas por parte de proveedores de banda ancha?

Papel limitado

 Desde hace tiempo que se sabe que una de las debilidades de los medios en papel es su falta de inmediatez por lo que muchos están poniendo más foco no tanto en la noticia per se sino en la información complementaria, el análisis y la opinión.

 

Sin embargo, nunca se hizo tan evidente como el último jueves, cuando la negativa del Senado al proyecto de las retenciones móviles se definió a las 4:30 de la mañana, un horario en el cual los diarios suelen estar en plena impresión o saliendo a la calle. Esto hizo que con el comienzo de la jornada laboral, los argentinos se encontrasen con kioscos desprovistos de diarios, los cuales comenzaron a llegar cerca de las 9 hs., cuando muchos ya estaban en sus lugares de trabajo. La consecuencia fue una concurrencia en masa a las ediciones online de los mismos, lo que hizo que en las primeras horas de la mañana se complicara la navegación por estos sitios. Una nueva evidencia del rol creciente de los medios online como fuente de información.

 

 

Renovación y cambio

Algunos usuarios de Flash están que trinan, ya que como consecuencia de la fusión entre Cablevisión y Multicanal, sus mails con dominio ciudad.com.ar fueron cambiados a fibertel.com.ar. Todo aquel que cambió de mail sabe los trastornos que esto acarrea.

Tiro al blanco

Dentro de la categoría de insufribles se puede agregar a los cada vez más presentes banners bajo el estilo pop-up. Si bien cuentan con la posibilidad de cerrarlos (por más que a veces están camuflados), hay que tener mucha puntería porque el botón para hacerlo es cada vez más chico. Hace falta ser Guillermo Tell para lograrlo en el primer intento (y no ser llevados al sitio del anunciante, lo que, por cierto, genera más click through).

Todo sube

La combinación de una mayor penetración de algunos servicios, el aumento del precio de ciertos abonos y un consumo mayor en otros casos hicieron que el gasto promedio por hogar en telecomunicaciones (considerando telefonía fija, móvil, Internet y TV paga) subiera un 31% durante el último año. Esto surge del informe “Telecomunicaciones residenciales 2008”, recientemente finalizado por Carrier y Asociados. La mayor penetración de servicios como la telefonía móvil e Internet de banda ancha en los niveles socioeconómicos bajos y medio bajos hicieron que en éstos el aumento del gasto medio fuera el más alto, de alrededor del 50%.

 

Visto por servicio, cada uno aportó a su manera. Por un lado, se hace evidente la incidencia del mayor consumo de telefonía móvil como consecuencia del impacto de una mayor cantidad de líneas promedio por hogar (ver “El celular se infiltra”). En relación al acceso a Internet de banda ancha, se combinan un crecimiento de la penetración del servicio (ver “Internet es banda ancha”) así como los ajustes del precio de algunos abonos. En cuanto a la TV paga, se produce el efecto de sucesivos aumentos del abono durante el último año así como el blanqueo del consumo de contenidos premium como consecuencia de la digitalización del servicio.

 

Si bien un aumento del gasto promedio de un 31% puede resultar a priori una cifra impactante, no lo es tanto si se considera que la misma es mayor pero no tanto que las estimaciones privadas de inflación (que se ubicaron entre un 20 y 25%), así como de actualizaciones salariales (del 25% según el INDEC). Por lo tanto, ya sea en términos constantes como relativos, el gasto es mayor que el año pasado, pero bastante menos de lo que surge de la comparación en términos absolutos.

 

No obstante esto, se observa claramente el aumento del consumo de estos servicios en hogares de niveles medios y bajos, donde el gasto pasó de un 11 a un 13% en relación al ingreso familiar. Inversamente, en los niveles altos, donde la penetración de los servicios se mostró más estable y fueron mayores las mejoras en los ingresos, la proporción del gasto bajó de un 6 a un 4%.

 

 

Partiendo de la base que las diferentes tarifas de cada uno de los distintos servicios de telecomunicaciones no varían significativamente y que sí se produce una variación profunda en los ingresos por hogar de acuerdo al nivel socio económico, se hace evidente como el peso del gasto en telecomunicaciones crece a medida en que se desciende en el NSE. Se trata entonces de un gasto regresivo.

Banda ancha a tarjeta

Los niveles de masificación del uso de Internet (con 14 millones de usuarios a diciembre último y en constante crecimiento) dan lugar a múltiples modalidades de uso que van desde el heavy user hasta el usuario ocasional o que se conecta poco y nada desde su hogar (por acceder desde el trabajo o un ciber, por ejemplo). Es justamente apuntando a estos últimos perfiles que Arnet lanzó un servicio de acceso de banda ancha prepago, sin abono, que funciona a través de la recarga de saldos con tarjetas, en un modelo similar al que tanto éxito tuvo en telefonía celular.

 

El servicio tiene un cargo de habilitación de $ 50 (que incluye 1.000 minutos de navegación durante los primeros 30 días). Al no ser un abono, no requiere de un tiempo mínimo de permanencia. Una vez agotado el crédito inicial, la recarga se puede realizar vía adquisición de tarjetas en kioscos y Telecentros o vía la Web de Telecom, desde donde además se puede consultar el consumo.


Por supuesto, no se puede esperar que el modelo prepago en banda ancha tenga la misma popularidad que la que tuvo en telefonía celular, ya que en el caso de Internet la barrera de entrada es la PC, cuyo costo es muy superior al de los celulares de gama baja. No obstante, y partiendo de la base que la tenencia de una PC es un prerrequisito para un servicio de acceso a Internet, se puede estimar el mercado potencial a corto plazo en aproximadamente 1,4 millón de hogares, cifra que surge de la combinación de hogares con PC sin Internet y hogares sin Internet con planes de adquirir una PC en el próximo año. De éstos, aproximadamente unos 600 mil están en zona de Telecom. Y por supuesto, también hay que considerar a los hogares con dial up. No obstante, es más difícil determinar cuántos de todos estos hogares están en zonas donde hay disponibilidad de  banda ancha. Según publicó el diario Clarín, la expectativa de Telecom es llegar a entre 70 y 80 mil clientes en los próximos 18 meses.

 

Considerando que una tarjeta de $ 10 pesos permite navegar por 200 minutos y la de $ 20 por 400, el costo por minuto es de $ 0,05, equivalente $ 3 por hora, un valor similar al pagado en un ciber. Si bien no incluye la provisión de la PC como ocurre en los accesos públicos, permite utilizar Internet desde la comodidad del hogar.

 

Con este lanzamiento, Telecom vuelve a plantear una alternativa de pago por uso. Pero a diferencia de su fallido intento anterior, cuando el objetivo fue cobrar por tráfico, en este caso lo hace por tiempo. Sin dudas una variable a la cual los usuarios están más acostumbrados por el uso de cibers y locutorios y que tiene la ventaja de ser más natural que la abstracción de un Kb.

¿Efecto boomerang?

Esto es lo que puede suceder luego de que se conociera esta semana que en los EE.UU. la FCC (algo similar a la CNC autóctona) concluyera que Comcast, el principal operador de Cable y segundo ISP de banda ancha de aquel país, bloqueaba inapropiadamente algunas transferencias de archivos. En realidad, según la empresa, lo que hacía no era bloquear sino restringir el ancho de banda disponible para sus usuarios más “pesados”.

 

En base a esto, la FCC pediría que se castigue a Comcast por violar las reglas de libre acceso, las cuales fueron concebidas para evitar que los proveedores favorezcan a determinados servicios por sobre otros (por ejemplo, priorizando el tráfico de contenidos en video propios frente a los de terceros). Sin dudas, una medida que agradará a los defensores de la neutralidad de la red.

 

Si bien Comcast admitió que cerraba el grifo a determinado tipo de tráfico, sostuvo que esto es parte de la legítima administración de su red de forma tal que unos pocos consumidores intensivos de ancho de banda no afectaran la experiencia de todos los demás. El clásico argumento de los operadores que respalda una práctica bastante habitual en la industria, aunque no esté blanqueada.

 

En realidad, esta medida puede tener el efecto no deseado que implicaría potenciar los deseos crecientes de los operadores de cobrar a sus clientes en función del tráfico generado en lugar de hacerlo a través de tarifas planas que permiten un tráfico ilimitado (al menos en teoría) a cambio de un precio fijo. Sin dudas un debate que promete salir cada vez más a la luz habida cuenta del uso creciente de aplicaciones demandantes en términos de ancho de banda, como las descargas y el streaming de video, por ejemplo.

Apoyo psicológico

Esto es lo que está comenzando a recibir Windows Vista después de un año y medio de vida desde su lanzamiento. Es que fueron tantas las críticas que recibió y sigue recibiendo, que la propia Microsoft estaba sin reacción, como a un viejo campeón de box a quien el joven retador aturde a golpes. Y siguiendo con la metáfora boxística, ahora desde el rincón, mientras le refrescan la cara y ponen hielo sobre ese ojo hinchado, le recuerdan quién es el campeón y que salga el próximo round a poner las cosas en su lugar.

 

En una conferencia mundial de socios de negocios de Microsoft, el vicepresidente corporativo de productos de consumo de Windows dijo textualmente: “Sabemos que nuestra historia es muy diferente de lo que nuestros competidores no quieren hacer creer. Hoy trazamos una línea y comenzaremos a contar la historia real sobre Vista”. Contar esa historia le costará unos US$ 300 millones en una campaña publicitaria que buscará terminar con tanta imagen negativa de este sistema operativo.

 

Indirectamente, el ejecutivo admitió que el producto salió verde a la venta ya que remarcó que el Vista lanzado originalmente era muy diferente del que actualmente se encuentra en el mercado, gracias a las sucesivas actualizaciones vía Windows Update.

 

Lo realmente asombroso de toda esta historia es el tiempo que le demandó a Microsoft reaccionar contra los ataques recibidos por izquierda y derecha y que evidencian que la empresa ya no tiene la autoconfianza de antaño. Un psicólogo a la derecha…

Indicios

Como se especula más que lo que se sabe con certeza respecto del futuro de la actual ley de radiodifusión, como cerdos en busca de trufas hay que olfatear por todos lados para ver dónde hay un indicio de qué rumbo tomará la anunciada nueva legislación. O al menos, el proyecto que el ejecutivo enviará al congreso (no antes de que termine todo el tema de las retenciones, claro está).

 

Ya parece ser un hecho que en cuanto al uso del espectro radioeléctrico, el mismo se dividirá en tres para su asignación al Estado (en sus distintos niveles) y personas jurídicas con y sin fines de lucro. Otro dato interesante es que no se habla de ley de radiodifusión (que suena arcaico) sino de ley de servicios de comunicación audiovisual. Este nombre da a entender que no se dejaría fuera a empresas de telecomunicaciones, ya que estas también dan servicios que pueden agruparse bajo esta definición.

 

Y sí, vale cualquier dato, por más insignificante que parezca.

Your sidebar area is currently empty. Hurry up and add some widgets.