Morir con la suya

Yahoo volvió a estar en las noticias esta semana con el anuncio de despidos masivos que afectaría a unas 1.500 personas (alrededor del 10% de sus empleados). Esta medida busca reducir sus gastos luego de que el valor de su acción llegara al punto más bajo en los últimos 5 años como consecuencia, entre otras cosas, de una caída en los presupuestos de publicidad online. Para rematar la situación, también se conoció que YouTube desplazó a Yahoo en cantidad de búsquedas.
Pero los problemas de Yahoo son previos a la crisis financiera que tanto preocupa por una posible recesión global. Ésta lo único que hace es agravarlos, ya que muchas de las movidas estratégicas de Yahoo, contempladas en contrapartida a la oferta de Microsoft meses atrás, quedaron empantanadas. Tal fue el caso de su asociación publicitaria con Google, cuestionada por las autoridades antimonopolios, o una fusión con AOL. Así, todos los caminos condujeron a las tijeras.
La situación está creando serios cuestionamientos hacia Jerry Yang, uno de los fundadores de la empresa y CEO desde mediados del año pasado, quien no sólo no logra enderezar el barco sino que también fue el artífice del rechazo a la oferta de US$ 33 por acción que realizara Microsoft por considerarla “insuficiente”. Hoy, que la acción está a US$ 11, más de un accionista está con el cuchillo entre los dientes. Si hubieran vendido en ese momento, sus accionistas serían mucho más ricos (salvo que hubiesen comprado otras acciones con ese dinero).
En definitiva, una demostración de que no hay que mezclar amor propio con negocios, especialmente si en los negocios se está representando intereses de terceros para quienes el valor afectivo no existe. No sorprendería que en breve comiencen a pedir su cabeza.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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