Archivofebrero 2013

Descargando la red

Años atrás, cuando aparecieron los primeros celulares con conectividad WiFi, los operadores no le dieron una cálida bienvenida. Creían que el uso de estas redes les restaría facturación, sobre todo en tiempos donde la mayoría de los planes de datos se pagaban por uso o eran muy limitados en cuanto al tráfico disponible. Inclusive, cuenta la leyenda (estas cosas nunca se hacen públicas) que en algunos casos presionaron a los fabricantes para que no incluyeran esta funcionalidad en sus equipos. Pero con el tiempo, y la evolución en el consumo de datos, dejaron de ver al WiFi como un enemigo para considerarlo un aliado.
Este cambio de bando tuvo dos etapas. La primera, en tiempos de evangelización del uso de datos, donde el WiFi sirvió para demostrar la conveniencia que significaba acceder al mail, a Facebook, a Twitter, a la web desde el celular, aunque sin comprometerse con un abono de datos. El hábito se instalaba y al poco tiempo el usuario ya no soportaba perder estas funcionalidades cuando se encontraba fuera del alcance de una red WiFi. Algo así como “el primero te lo regalo, el segundo de lo vendo” que los Twists hicieran famoso en la década de los 80.
La segunda etapa, que es la actual, tuvo un impacto mucho más operativo. A partir la explosión en el consumo de datos móviles que arranca con el iPhone, se hizo cada vez más evidente para la industria en general, que las capacidades de las redes móviles no estaban a la altura de la nueva demanda por datos. Así, la tecnología WiFi se convirtió en un aliado que ayudó a descongestionar las redes celulares al tiempo que ofrece una mejor experiencia (especialmente en el caso de aplicaciones más demandantes, como el video) que la provista por la tecnología 3G.
La creciente relevancia del WiFi en los celulares puede verse en la evolución de su inclusión en los teléfonos celulares vendidos en Argentina desde el año 2009, cuando apenas estaban presentes en el 5% del total, trepando al 59% en el 2012.

A pesar del despliegue de redes 4G, el WiFi llegó para quedarse. No sólo porque su aporte para el offloading de la red seguirá siendo necesario, sino también porque permite la conectividad allí donde las redes móviles simplemente no llegan o no lo hacen con la capacidad necesaria. Ahora, si pudiera lograrse que su uso no implicara un consumo adicional de baterías…

El cambio despiadado

La tecnología cambia permanentemente y sus principales protagonistas también. En tiempos de mainframes, el rey era IBM. En la era de la PC, el dúo Microsoft/Intel. Nokia reinó cuando los celulares eran sólo teléfonos. Blackberry marcó el norte incorporando el mail a los teléfonos, con lo que inauguró una categoría: los smartphones. Apple llevó la web y las aplicaciones al celular, dando a su vez lugar a las tabletas, concretando el concepto de computación móvil y no ya portátil.
Este repaso evidencia no sólo el cambio constante de la industria de la alta tecnología, sino que, como resultante, cada nuevo período tiende a ser más corto y con protagonistas diferentes. Evidentemente, resulta difícil para un actor dominante ejecutar procesos de destrucción creativa, como proponía Schumpeter. Así, cada nueva era es llevada a su máxima expresión no por quien domina la anterior sino por quien tiene poco o nada que perder con el cambio.
Esto no implica que quien domine un período esté condenado a la desaparición, pero sí que son pocas las chances de repetir el nivel de protagonismo cuando los cambios se introducen en el mercado. IBM no pudo sobrevivir en el mundo de las PC y terminó transformándose en una empresa de servicios exitosa, pero sin marcar una época. Casos como el de Microsoft o Intel son más recientes, aunque evidencian las dificultades de mantenerse en la cima en mercados o categorías que no fueron generados por ellas. Microsoft lleva más de una década intentando impulsar la computación móvil (Windows CE se lanzó en 1996) y aún hoy debe conformarse con ser un actor de reparto. Intel hace años que viene pregonando la movilidad, pero recién el año pasado pudo lanzar comercialmente su tecnología para celulares.
Nokia y Blackberry, hoy están en pleno “operativo retorno”, aunque en escenarios distintos. Nokia muestra las garras, pero en una decisión estratégica controversial (asociarse con Microsoft para el software) perdió el control total de su destino. Ambas están atadas a la suerte de Windows Phone, por lo que la apuesta continúa. En el caso de Blackberry, su primera acción para retornar (el lanzamiento de su plataforma BB10 a fin de enero) es muy reciente, por lo que este año será clave. Por ahora no apunta a liderar como antaño, sino establecerse claramente como la tercera opción en un mercado dominado por Android/Google y Apple.
En cuanto a los dominantes actuales, Google y Apple, sus situaciones son distintas. Se podrá argumentar que Apple logró resurgir de las cenizas con su seguidilla de aciertos (iPod, iPhone y iPad). Pero Apple nunca fue el actor dominante en ninguna era hasta la llegada de éstos. Y hoy surgen quienes la ven un poco quedada, cuestionando si podrá seguir manteniendo su posición actual. El mundo tecnológico es despiadado.
Por ahora, sólo Google parece haber encontrado la fórmula para que la transición de una era a la otra no implique su decadencia. En su caso dominando la Internet fija con su buscador y marcando el rumbo en la móvil con Android. Todo un mérito por lo visto.
[Nota: Este artículo fue publicado originalmente en el suplemento iEco del diario Clarín en su edición del domingo 17 de febrero de 2013]

El dilema de Apple

En tiempos de rápidos y profundos cambios, la frase “Gardel o el paredón” cobra una inusitada vigencia. Y si no que lo diga Apple, que pasó de ser la niña mimada de prensa y analistas (no sin fundamentos) a ser duramente cuestionada, no sólo por sus detractores y observadores independientes, sino también por varios que hasta hace un poco tiempo atrás la ensalzaban más allá de lo razonable y aconsejable.
Si bien algunos cuestionamientos a la situación estratégica de Apple son exagerados, sí es verdad que el mercado cambió mucho más de lo que lo hizo la estrategia de la empresa o sus propios productos. Así, enfrenta dos problemas que deberá atender si no quiere repetir lo que le sucedió en el mercado de computadoras personales, un par de décadas atrás. Estos son, mantener un ritmo de innovación más parejo y tener alternativas para un mercado más masificado que exige productos de menor precio.
Desde el cambio de milenio, Apple produjo tres grandes innovaciones: el iPod, que revolucionó el consumo de música, el iPhone, que convirtió a los celulares en auténticas computadoras móviles, y el iPad, que dio lugar a una nueva categoría al tiempo que comenzó a erosionar el negocio de las computadoras personales. El problema no está en su capacidad de innovación, sino en su ritmo. Esto no se aplica mucho en el caso del iPod, el cual es víctima no de su propia evolución sino de que sus funcionalidades fueron absorbidas por los celulares. Pero sí es evidente en el caso del iPhone. Primero dio un salto cuántico en términos de innovación, lo que dejó a toda la industria un poco patas para arriba. Pero luego, esta innovación dio paso únicamente a mejoras: una mejor calidad pantalla, algunas aplicaciones novedosas, una pantalla más grande, etc. Ese abismo de ventaja que les sacó a sus competidores en el 2007 hoy no existe, y en muchos casos se ve superada por éstos, quienes no sólo imitaron sus productos sino que también los superaron. No mucho por ahora, pero lo suficiente como para estar mezclados en el pelotón de punta y no solos y cortados como estaban tiempo atrás. Algo similar, aunque con otros matices, se dio en el terreno de las tablets, una categoría prácticamente creada por Apple y que por lo tanto dominó a piacere. Pero luego, y como sostiene la teoría económica en los casos de márgenes extraordinarios, le surgió competencia como hongos que está erosionando este dominio tanto por el lado de las características como por el de los precios. Este ritmo desparejo en la innovación le sirvió para el descreme (de allí sus amplios márgenes y su abultada cuenta corriente), pero genera dudas en cuanto a que sirva para un crecimiento sostenido. Y esto es lo que los inversores en acciones le hicieron saber desde la segunda mitad del año pasado.
A este cuadro se suma una incapacidad (que también podría ser falta de voluntad) histórica: tener productos baratos. Y este es un factor clave en momentos de gran masificación de estas categorías de producto y cuando además el crecimiento comienza a darse con más intensidad en mercados emergentes. Éstos no sólo son mucho más sensibles al precio que las economías desarrolladas sino que además son actualmente la locomotora del crecimiento del mercado de smartphones.
En el tema precio, Apple es víctima de su propio posicionamiento. No puede ofrecer productos baratos pero “berretones”, porque afectaría a su marca. Tampoco puede, como más de una vez sugirieron algunos, atender al mercado sensible al precio con los modelos viejos (ej: 3GS). No sólo sería una forma de bastardear su marca, sino que además éstos han sido superados en características por las nuevas versiones de las plataformas competidoras.
El problema para Apple es que nunca compitió por precio sino por prestaciones, y el primero es hoy clave para el crecimiento. Quienes querían (y podían pagar) un iPhone o un iPad, ya lo tienen. El resto, mira otras alternativas.
En definitiva, y a pesar de sus buenas ventas y mejores resultados, Apple es víctima de su propio éxito. O deja de ser lo que es para lograr mayores volúmenes de ventas en diferentes mercados o sigue en la línea actual pero con amplias probabilidades de repetir lo que le sucedió en el mercado de PC: tener productos más “exclusivos”, tanto en imagen como en participación de mercado.

Linkeando

  • Materia pendiente: Algo de revuelo mediático produjo la publicación de un ranking mundial que detalla las velocidades promedio de acceso a Internet en los distintos países y donde Argentina figura en la posición nº 107. Una nueva herida narcisista para el golpeado ego de los argentinos. En precio por mega, un poco mejor. Aunque la cosa sería más favorable si se comparara usando la cotización del “blue”. [El Cronista]
  • Impulso online: El retiro de la publicidad de grandes cadenas minoristas (especialmente supermercados y electrodomésticos) de los diarios de la ciudad de Buenos Aires tuvo como consecuencia, no necesariamente buscada, un fuerte impulso a la publicidad online así como al uso de redes sociales para promocionarse. ¿Habrá un antes y un después? [BAE]
  • No sólo de lo barato vive el chino: Muchos erróneamente asocian a los productos de China como de baja calidad y/o baratos. Pero se olvidan que el iPhone o el iPad, entre otros productos, se fabrican allí. Y ahora van por más, ya que los fabricantes de aquél país comienzan a apuntar también al mercado high end de celulares. Todavía les falta marketing y branding, pero es una situación similar a la de Japón en los años 70. Ojo. [Market Watch]
  • Pra frente Brasil: El Estado puede asumir un rol activo en materia de telecomunicaciones sin necesariamente tener que ser un actor más en la oferta. Así lo entienden en Brasil, donde su presidenta acaba de firmar un decreto que reduce los impuestos a la infraestructura de banda ancha y que de paso da un impulso a la industria local. Como para seguir con atención. [Media Telecom]

Twits selectos

  • Bolivia, Brasil, Colombia, Dominicana, México, Paraguay, Puerto Rico y Uruguay tiene LTE comercial en Latam. Argentina, sin fecha
  • iWatch sólo sería exitoso entre inmigrantes digitales. Los nativos no usan reloj de pulsera, reemplazado hace años por el celular
  • Bill Gates: “La estrategia móvil de Windows fue un error”. Lástima que no dice cuál fue bit.ly/XmojUX
  • Interesante (sobre todo para marketineros): 15 campañas basadas en realidad aumentada read.bi/ZmNmNK
  • Skype ya representa 1/3 del tráfico telefónico internacional ars.to/WqCKJl

El año del 3G

Si bien en mayo se cumplirán 6 años desde el lanzamiento comercial de productos 3G en Argentina, recién en el 2012 las ventas de terminales con esta tecnología alcanzaron al 50% del mercado. En esto mucho tuvo que ver el avance de los smartphones.

Viendo lo sucedido en el último año, donde los equipos 3G crecieron un 79%, es fácil entender porqué en el 2012 los problemas de sobrecarga de las redes móviles se hicieron evidentes.
Al observar esta evolución y considerando que aún ni siquiera arrancó el proceso de asignación de espectro específico para 4G (a lo que hay que agregarle el despliegue de red así como de la difusión de terminales), nos da una idea del tiempo que llevará hasta que podamos contar con conexiones móviles verdaderamente de alta velocidad de manera casi ubicua. Habrá que tener paciencia, pero empezar cuanto antes.

Doble identidad

Cuando se quiere cuantificar el mercado celular, surgen dos parámetros que pueden prestarse a confusión si no se los identifica claramente. Uno, el de cantidad de líneas en servicio. Otro, el de usuarios. Mientras el primero corresponde a un número telefónico, el segundo es un ser humano. El primero puede estar asociado a un teléfono, una tablet, un módem o un dispositivo M2M (como podría ser el caso de una alarma). O simplemente, no estar asociado a nada, lo que se da en los casos de SIM prepagas que no están en funcionamiento en ningún tipo de dispositivo, lo que podría denominarse como “tirada en un cajón”.
Como consecuencia de estos conceptos diferentes existen hoy prácticamente 2 líneas móviles en servicio por cada usuario. Y todo indica que esta relación irá creciendo. Por un lado, porque no parece que se impongan criterios más estrictos para determinar si una línea está en servicio, por lo que las SIM “tiradas en un cajón” seguirán siendo una porción importante de las líneas activas (aunque no en uso). Por el otro, porque el crecimiento de dispositivos que no son teléfono pero que utilizan conexiones de datos móviles seguirán creciendo, como tablets, módems y M2M. Pero además, la cosa puede potenciarse con el crecimiento de los teléfonos con doble SIM.
Los equipos con doble SIM suelen tener mayor popularidad en los mercados emergentes, donde la sensibilidad al precio es mayor y donde los planes con llamadas y/o SMS ilimitados multidestino suelen estar menos difundidos que en aquellos más desarrollados. A esto hay que sumarle los beneficios obtenidos por las comunicaciones on net, es decir, dentro de la misma red de un operador determinado. Estos pueden materializarse como un descuento a llamados o mensajes a otro usuario del mismo operador así como comunicaciones ilimitadas, tanto a un set de números o a toda su base de clientes. Así, el interés de contar con equipos que puedan albergar dos SIM de distintos operadores se potencia.
Las comunicaciones on net son más baratas porque se evitan los cargos de terminación en la red del destinatario. Pero a pesar de ser un beneficio para los usuarios, no siempre lo son desde el punto de vista de competencia. Un operador con mucha participación de mercado obtiene una ventaja prácticamente irremontable frente a uno más pequeño. Por esto mismo es que en varios mercados la práctica de ofrecer tarifas on net más económicas no son permitidas por la regulación.
En el caso del mercado argentino, el crecimiento de los equipos con SIM dual estará marcado principalmente por la evolución de las ventas de equipos por fuera del operador. Hasta el momento éstos controlan mayormente la distribución de los terminales y no tienen ningún interés en subsidiar uno que permita que sus clientes utilicen también una línea de algún competidor. Aunque en realidad, sí ofrecen algunos productos que aceptan doble SIM, sólo que no lo aclaran en la descripción de los mismos.
No obstante, este escenario puede cambiar. Los equipos están constantemente descendiendo de precio, particularmente en la categoría de básicos, donde el doble SIM tiene el mayor atractivo, ya que allí toda la comunicación es solamente voz o SMS (en datos no es relevante el destino de la comunicación). Y con un precio menor, la incidencia del subsidio del operador es menos relevante.
Por lo pronto, ya hay algunos cientos de miles de estos equipos dando vueltas en Argentina. Y en la medida en que la distribución de éstos se haga crecientemente por fuera de los operadores, los equipos con doble SIM ganarán presencia.

La tercera ola de la TV

Si bien la transmisión de contenido televisivo por Internet no es nueva, en las últimas semanas diversas noticias permiten adelantar que, superados los primeros pasos, se está definiendo esta nueva etapa en un medio que no muere sino que se transforma. Podría hablarse de una tercera ola, donde la primera fue la original, donde la TV era abierta y gratuita (como sucede hoy con los canales de aire), la segunda, donde el contenido comenzó a viajar por redes cerradas y hubo que comenzar a pagar (caso cable o satélite) y la tercera que es una fusión, con el contenido viajando por redes abiertas (Internet) pero donde el contenido es pago (caso Netflix).
Cuando de la mano de YouTube el video online comenzó a crecer, se pensaba que se estaba frente a un nuevo concepto de la TV: contenido amateur y de corta duración. Pero finalmente no fue este el camino de la TV sino que podría decirse que es un género nuevo, que no desplaza a la TV tradicional. Así, mientras la industria tradicional de la TV se escudaba detrás de esta diferencia, comenzaron a surgir nuevos competidores, aggiornando su modelo pero respetando el formato tradicional. El más emblemático de todos resultó ser Netflix que ofrece contenidos tradicionales pero a través de metodologías de consumo propias de Internet: bajo demanda. Ciertamente no es el único, y de hecho localmente hay otras ofertas, como Arnet Play, On Video, etc. No obstante, el problema para la oferta, desde una perspectiva de competencia, es lograr diferenciarse: los contenidos son producidos por terceros y no abundan los contratos de exclusividad.
Con este escenario en mente, Netflix acaba de dar un paso más allá, lanzando “House of cards”, su primera serie de producción propia. No sólo intenta emular a HBO. También conscientes de que el consumo es distinto en Internet que en la TV tradicional, en el momento del lanzamiento de la serie no sólo estaba disponible el primer capítulo sino la temporada completa. Otra diferencia está en el marketing, el cual no está basado en grandes movidas de comunicación (como publicidad), sino en el uso de las bases de datos de sus usuarios, utilizando la información sobre qué tipo de contenido ven, con qué actores, de qué directores y otras variables para mejorar las chances de éxito de su producto.
Otro que apuesta a nuevos modelos es Microsoft, quien trabaja en producir programación de TV interactiva para su servicio Xbox Live. La interacción se llevará a cabo a través de su tecnología Kinect (la misma utilizada para sus videojuegos). El objetivo es lanzarlo durante el presente año.
Hay otros que apuestan por el hardware, como se viene esperando/rumoreando desde hace años ya con Apple o más recientemente Intel, que busca una forma de mantener el crecimiento que el mercado de PC ya no le da con una combinación de hardware y servicio. Todo esto sin dejar de lado la tendencia a que los contenidos puedan ser reproducidos fluidamente en dispositivos tanto fijos como móviles.
Pero en definitiva, la clave de la TV está en los contenidos. Y éstos, en su formato tradicional aunque con un delivery actualizado, siguen siendo quienes hacen la diferencia. La clave es y será cómo monetizarlos, sea por abonos, reventa o publicidad o alguna otra forma aún no establecida. Como tanto se repite en la industria, “content is king” (el contenido es rey), y no parece que este vaya a abdicar, por más novedades que el mundo del hardware pueda introducir.

Linkeando

  • Boom inversor: Sin más espectro 3G, sin fecha cierta para el 4G e imposibilitados de girar utilidades al exterior, los operadores móviles locales invertirán fuerte este año para mejorar el rendimiento de sus redes. No hay mal que por bien no venga. [El Cronista]
  • Buscando cash: NII (aka Nextel) no descarta ninguna movida para hacerse de efectivo. Así como anunciara que tiene sus opciones abiertas para diversas operaciones (entre ellas, Argentina), también busca vender y luego alquilar sus antenas en Brasil y México, los dos mercados que privilegiará. [Telecom Paper]
  • ¿La nueva Ford?: Interesante paralelismo entre la Ford de los años 20 y la Apple de actual. [WSJ]

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