Archivoabril 2013

TV social

Hasta no hace mucho tiempo atrás, ver TV era una experiencia solitaria o a lo sumo limitada al resto de quienes compartían el ambiente donde este dispositivo estaba ubicado. Pero con las herramientas de comunicación esto está cambiando. Ver TV se está convirtiendo en una experiencia social. Esto surge del informe “Usuario online – 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados.
Prácticamente 1 de cada 5 usuarios de Internet comenta contenidos de TV mientras los ve. Esta relación es más alta entre aquellos que se conectan principalmente por sus celulares, donde supera al 1 de cada 3. Sin dudas la conveniencia y disponibilidad de un dispositivo apto al alcance de la mano facilita mucho la interacción.
La “socialización televisiva” se da con más frecuencia vía Facebook (61% de los que comentan), bastante lejos de los mensajeros instantáneos (36%) y los mensajes de texto (26%). Los últimos son más utilizados en la medida en que desciende el NSE, a la inversa de lo que sucede con Twitter, que llega al 31% de los ABC1.
Resulta interesante observar que existen grandes diferencias en cuanto a la herramienta de comunicación en función del factor generacional. Mientras que Facebook y mensajeros instantáneos son las elegidas por los nativos, lo propio ocurre con los SMS y la voz en el caso de los inmigrantes senior (mayores de 50 años).

Visto por sexo, existe una tendencia marcadamente más clara en el caso de las mujeres a utilizar Facebook que en el caso de los hombres (67% a 51%), tendencia que se invierte cuando la herramienta elegida es el mensajero instantáneo (31% a 43%).
Este nivel de socialización marca la importancia que tiene para los distintos programas de TV el hecho de publicar direcciones de Facebook, usuarios de Twitter o hashtags para no sólo generar más audiencia sino también más involucramiento de ésta con el contenido.

El spam es cosa seria

Con motivo del anuncio que hizo Personal la semana pasada de un servicio para denunciar spam recibido vía SMS, el tema ganó presencia en los medios. Básicamente, el servicio permite que el usuario reenvíe el mensaje recibido al 7726 (o SPAM), donde el sistema recibe, agrega y analiza las huellas de este mensaje no deseado. De esta forma, el operador cuenta con información respecto del origen, tamaño, intención y patrón de crecimiento del envío para actuar en consecuencia.
El tema es muy serio, porque no se trata únicamente de mensajes publicitarios molestos. También hay engaños. Esto sucede cuando se recibe un mensaje del estilo “felicitaciones, te ganaste un 0 Km” y cuando el desprevenido se comunica, se le dice que debe hacer un depósito de XX cantidad de pesos. Si después se entrega la mercadería es otro cantar. O la diferencia entre una venta agresiva y una estafa. No se trata de un hecho aislado u ocasional. No debe quedar a esta altura ningún usuario de celular que no haya recibido, al menos una vez, un mensaje de estas características.
En este artículo publicado por el diario La Nación, se hace una distinción dentro de estos mensajes que llegan por SMS: “Si se trata de publicidad formal, coinciden las operadoras, el número emisor tiene entre cuatro y cinco dígitos. En cambio, todos los mensajes que parezcan enviados desde un móvil particular son spam”. Así las cosas, los operadores deberían poder detectar si un número telefónico convencional determinado está realizando una cantidad inusualmente alta de envíos para una única línea móvil y luego actuar en consecuencia. Algo que ya hacen algunos ISP cuando imponen un máximo de mails que pueden ser enviados diariamente. Y no deberían hacerlo únicamente como forma de proteger a sus clientes. También como una forma de cuidar su imagen, ya que la reacción de quien recibe estos mensajes muchas veces es apuntar a su operador.
Si bien a priori se podría trazar un paralelismo entre el spam de SMS y el de los mails, existe una diferencia sustancial entre ambos. En el caso de los mails, los mensajes enviados no tienen costo y generalmente provienen de redes situadas en otros países, triangulando y escondiendo su origen. Distinto es el caso del spam celular, donde los SMS tienen un costo y se generan en las mismas redes donde luego se reciben, o al menos en el mismo país. Debería entonces ser más fácil de identificar a su emisor.
En nuestro caso en particular, durante las últimas semanas hemos recibido muchos llamados de receptores de este tipo de spam donde se les dice que Carrier y Asociados en conjunto con Toyota los han “bendecido” con un 0 KM. Obviamente, nada tenemos que ver con el asunto así como tampoco Toyota lo está. Pero así como algunos receptores de estos SMS se comunican con nosotros porque desconfían del premio (a fin de cuentas, es difícil ganar en un concurso del cual nunca se participó) probablemente haya otros que, en su infinita ingenuidad, caigan en la treta.
Si bien medidas como la anunciada por Personal son un paso en la dirección correcta, son insuficientes. La iniciativa debe ser tomada por los operadores antes que por los usuarios. Más allá de la insatisfacción de sus clientes, corren el riesgo de que finalmente el regulador intervenga. Y siempre es mejor hacer lo que corresponde motu proprio que porque fuimos obligados. Si se llega a este punto, los costos, tanto económicos como de imagen, terminan siendo más altos.

El teclado da batalla

Con el lanzamiento y éxito del iPhone en 2007, el formato de los smartphones tendió a unificarse, convirtiéndose muchos de ellos en un rectángulo similar a un espejo negro y que no pueden diferenciarse a simple vista de no ser por la marca impresa de su fabricante. Este formato respondió a un tendencia, naciente en esos momentos, a consumir contenidos desde el celular, donde una pantalla de mayor tamaño que reemplazaba al teclado físico, que se convirtió en un software que emerge de la misma al momento de necesitarlo. Esto cambió la manera de interactuar con el dispositivo, que se hizo más natural que operando con teclas y menús.
En este escenario, los equipos con teclados completos tipo QWERTY fueron perdiendo terreno, especialmente en los dispositivos high end. No obstante, no desaparecen, sino que mantienen un segmento de mercado especialmente interesado no tanto en el consumo de contenidos sino en la socialización y la mensajería. En el caso argentino, esto se comprueba en que un 41% de los celulares vendidos en el 2012 tenían teclados QWERTY, frente a un 30% con pantalla táctil como única forma de interacción, tal como surge del informe “Mercado celular argentino”,  publicado por Carrier y Asociados. En esto influye no sólo que los dos modelos de smartphones más vendidos hayan sido Blackberry (emblemáticos del teclado físico completo), sino que también otros fabricantes ofrezcan equipos con estas características, como Samsung, Nokia y otros.
La ventaja de los equipos con QWERTY es que además son más baratos de fabricar. Usan pantallas más chicas (y más baratas), que consumen menos energía. Por el contrario, los equipos sólo touch requieren de pantallas no sólo más grandes sino de muy buena calidad para que la experiencia táctil no sea frustrante. Por otra parte, los QWERTY pueden funcionar perfectamente con sistemas operativos más viejos, que consumen menos recursos, por lo que tampoco necesitan un hardware (procesadores, memoria) más avanzando y por ende más caro.
El anuncio realizado esta semana por Nokia de su equipo Asha 210 es una muestra de que los celulares con QWERTY todavía tienen vida por delante. El equipo está basado en Symbian 40 (no en Windows Phone) y tiene una característica saliente, incluye Whatsapp gratis de por vida, es decir, durante la vida útil del equipo. A tal efecto, hasta incluye un botón dedicado para esta aplicación. La inclusión de Whatsapp demuestra la relevancia de la mensajería para ciertos segmentos de mercado y marca también una decisión inteligente de Nokia. Con un costo anual de US$ 0,99 por año para un usuario individual, es lógico pensar que Nokia le paga a sus desarrolladores bastante menos que eso. Y considerando que un celular tendrá en promedio una vida útil de 3 años, incluir esta funcionalidad probablemente tenga un costo menor a los US$ 2. Para el usuario, más que el ahorro de no tener que pagar por la aplicación está el hecho simbólico de verlo como algo gratis, al tiempo que elimina la complicación que puede resultar de pagar por una app si no es directamente vía operador. Seguramente Nokia buscará competir con este producto principalmente con Blackberry, que a pesar de los tiempos difíciles que viene de atravesar, aún conserva una posición interesante en muchos mercados emergentes.
Hablando de Blackberry, la empresa se apresta a lanzar el modelo Q10, un QWERTY en el estilo de los Blackberry tradicionales, a diferencia del Z10 inspirado en el formato “black mirror”. Basado en el nuevo sistema operativo BB10, el Q10 apunta a ser un QWERTY high end y que probablemente logre niveles de ventas superiores a los del Z10 debido a que no es una ruptura sino una continuidad para los más de 76 M de actuales usuarios de Blackberry con teclado existentes en todo el mundo.
Por lo bajo o por lo alto, los QWERTY dan pelea. Los usuarios, agradecidos por la diversidad.

Linkeando

  • Unbundling: Así como muchas veces a los usuarios les gustaría consumir TV paga “a la carta”, esto es, haciendo sus propios paquetes de canales, ahora esta tendencia llega a los distribuidores. Netflix ya comienza a negociar con dueños de señales únicamente por aquellas que le interesan y no por paquetes. El éxito cambia las relaciones de poder.  [All things D]
  • Baratito, baratito: El tema de los costos del roaming no ocupa únicamente al regulador europeo. También es un tema que comienza a debatirse en el ámbito de la UIT (Unión Internacional de las Telecomunicaciones). [Signals]
  • Revueltas “leaderless”: Interesante artículo sobre el lado oscuro de la tecnología que sirve para entender los eventos de los últimos tiempos. En él, se cita a Henry Kissinger, quien afirma que “el ciudadano ‘empoderado’ conoce la técnica para llevar gente a la plaza, pero no sabe qué hacer con ellos cuando están allí. Todavía menos saben qué hacer con ellos cuando ganaron”. [Wall Street Journal]

Twits selectos

Convivencia pacífica (por ahora)

Decir que en Argentina la penetración de TV paga (por cable o satélite) es altísima, no es ninguna novedad. Por eso no sorprende que el 88% de los usuarios de Internet cuenten con este servicio en sus hogares. De éstos, aproximadamente 1/3 contratan algún servicio adicional al básico (digital, HD, On demand), relación que crece en la medida en que lo hace el nivel socioeconómico (NSE). Pero está claro que Internet es cada vez más una variante a la hora de acceder a determinados contenidos (como películas y series) y la gran pregunta es si sustituye o complementa.
El streaming (ver el contenido mientras se va descargando, caso Cuevana) es la forma más popular de consumir video a través de Internet. Se trata de una alternativa atractiva porque es gratuita (aunque su legalidad sea cuestionada), si bien su calidad presenta irregularidades. No obstante, es una práctica realizada por el 30% de los usuarios, valor que se mantiene en niveles similares a los de un año atrás. Pero de éstos, 1 de cada 3 lo hace en forma cotidiana. Así, el streaming se está convirtiendo para muchos en un equivalente a ver TV. Los segmentos más activos son los niveles socioeconómicos bajos así como la generación de nativos. Esto surge del informe “Usuario online – 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados.
Por otra parte, alternativas tipo OTT, como Netflix, Arnet Play u On Video, están ganando terreno. Se basan en modelos pagos, y si bien el contenido es transportado por Internet, no suelen presentar mayores problemas de calidad en la medida en que se utilicen sobre una conexión que cumpla con los requerimientos básicos. Un 9% de los usuarios consume video bajo este formato, lo que equivale a unos 500 mil hogares. Sin dudas, Netflix es el servicio más popular, siendo utilizado por 2/3 de los que consumen servicios de video sobre Internet. Por ahora, no impacta en la contratación de TV paga, ya que la penetración de estos servicios es similar entre aquellos que cuentan con el servicio y aquellos que no.

Conviene aclarar que en el caso de Netflix, no necesariamente todos sus usuarios son abonados. Más allá del mes gratuito de prueba que ofrece el servicio, no son pocos los casos de usuarios compartidos. Esto sucede porque una misma cuenta puede acceder al servicio desde distintos dispositivos. Independientemente de esto, y considerando cómo están mutando los hábitos, especialmente en las generaciones más jóvenes que hoy ingresan en la vida adulta y toman sus propias decisiones de consumo, el escenario de la TV paga se presenta cambiante, con una clara tendencia a disociar contenidos de red de transporte. Algo que nuestra ley de medios trató como un todo. Su punto más criticable desde una perspectiva tecnológica.

Recambio generacional

La semana pasada, desde Smartphone mata PC, dábamos cuenta de la tendencia, global y local, a que las ventas de PC caigan, al tiempo que se registran importantes tasas de crecimiento de otros dispositivos informáticos y conectables, como smartphones y tablets. A nivel global, la caída del 14% en el primer trimestre del año y por cuarto trimestre consecutivo, habla no ya de un bache, sino de una pendiente descendente. En el caso argentino influyeron factores locales (desaceleración de Conectar Igualdad, límites a la importación y al giro de divisas) que impiden medir si esta tendencia se está repitiendo en nuestras tierras en similar magnitud. No obstante, si aún no se dio, lo que sucede globalmente tarde o temprano se reflejará localmente.
Para comprender esta tendencia, hay que responder a la siguiente pregunta: ¿cuál es el problema que afecta al mercado de las PC? La respuesta podría resumirse en dos conceptos: falta de innovación y popularización creciente de dispositivos alternativos que originalmente se presentaron como complementarios pero que con el correr del tiempo pueden convertirse en sustitutos en muchos casos.
¿Qué incentivo tiene un usuario para renovar su PC que compró hace 2, 3 ó 4 años? Se trata básicamente del mismo dispositivo. Seguramente es más rápido, tendrá una mejor pantalla y quizás sea más liviano o menos voluminoso. Pero básicamente sirve para hacer lo mismo en la gran mayoría de los casos: navegar, usar Facebook, Twitter, un paquete de oficina (muy probablemente Office), ver videos, escuchar música. Salvo para aquellos usuarios más demandantes, tal el caso de gamers o diseñadores, una PC nueva no abre las puertas a nuevos usos o formas de uso. Quizás el último gran cambio producido por las PC tenga que ver con la movilidad, que hizo que lentamente al principio y aceleradamente en los últimos tiempos, los usuarios renovaran sus desktop por portátiles. A esta posibilidad de movilidad se agregó una menor demanda de espacio en nuestros escritorios. Había entonces beneficios claros para renovar. Pero una vez dado ese paso, y si la PC funciona correctamente, es más difícil justificar la erogación necesaria para un upgrade.
Así, la competencia por la billetera (recurso escaso) comenzó a darse entre las PC y otros dispositivos que sí aportan nuevos beneficios, como es el caso de smartphones y tablets. La diferencia con los primeros es clara. Se pueden hacer cosas similares, como enviar y recibir mails, chequear Facebook, ver videos en YouTube, etc., pero en un formato no ya portátil sino móvil. Y a un precio sensiblemente menor. De hecho, esto hace que, especialmente en niveles socioeconómicos más bajos, el smartphone sea la principal, cuando no la única forma de conectarse a Internet.
En el caso de las tablets, los beneficios son similares. Quizás no tan móviles como los smartphones, las tablets tienen la ventaja de una pantalla de mayor tamaño. Y considerando que mucha gente mayormente consume contenidos, sea Facebook, YouTube o la misma web, habla por Skype o juega, pero no escribe largos documentos ni usa planillas de cálculo, una tablet puede tranquilamente suplir a una PC. A un costo sensiblemente menor y en un formato mucho más cómodo para, por ejemplo, ver una película tirado en la cama o en un sofá. Y con una duración de baterías claramente superior a la de una notebook. Queda claro entonces que, aunque con algunas limitaciones, tanto smartphones como tablets sí aportan algo nuevo respecto de simplemente actualizar la PC.
Esto no significa que las PC vayan a desaparecer. Seguirán siendo demandadas por quienes las utilizan como herramienta de creación de contenidos: quienes escriben, calculan, diseñan y otros. Pero serán cada vez menos atractivas para quienes mayormente los consumen. Así es lógico que este mercado se achique hasta encontrar su nuevo punto de equilibrio.
Resumiendo, el declive de las PC se da como consecuencia de un freno en la innovación que resulta en una extensión del ciclo de actualización y puede derivar en algunos casos en una migración lisa y llana desde una PC hacia otros dispositivos.
El problema para la industria de la PC es que las empresas detrás de smartphones y tablets son distintas a aquellas detrás de las PC. Los que dominan en los nuevos formatos ya no son ni Microsoft, ni Intel, ni Dell, ni HP. Son Samsung, Apple, Google. Y no porque los primeros no lo hayan intentado, sino porque, por diversas razones, no lo lograron. En alguna medida, Darwin sigue teniendo razón.

Generación 0.0

De un tiempo a esta parte, pareciera que hay más casos de incapacidad y/o corrupción vinculados al poder local. Pero es difícil comparar los tiempos actuales con lo que sucedía una o dos décadas atrás. ¿Por qué? Porque entonces no había tecnología tan accesible ni redes (sociales y físicas) que permitieran distribuir los notablemente mayores volúmenes de información generada.
Cuando llueve más de la cuenta, vemos sus resultados de inmediato y sin ningún filtro de las autoridades o de medios adictos o sesgados. Relatos, fotos y videos generados por los mismos perjudicados, de la mano de celulares accesibles y difundidos, nos cuentan y muestran aquellas cosas que los responsables quisieran ocultar. Pero las redes sociales, los blogs y los sitios de video se ocupan no sólo de hacer público sino también de viralizar. Las manos no alcanzan para tapar el sol.
Hoy también es fácil acceder a una cámara de video miniaturizada que permite documentar lo que antes de esta explosión tecnológica sólo eran trascendidos que perdían fuerza y credibilidad en la medida en que más lejos se estaba de las fuentes. Creer o no creer lo que se oía terminaba siendo una cuestión de fe. Ahora no sólo se documenta, sino que también se difunde con amplia facilidad y prácticamente sin costo. Y termina enterándose hasta el más alejado de la “rosca”.
Censurar se ha vuelto más difícil. Se puede interferir una señal de televisión que emite un contenido inconveniente, pero su resultado es menos eficaz cuando ese mismo contenido es transmitido por Internet, replicado y multiplicado en distintos sitios, ya no sólo en aquellos que son los generadores originales del material.
Muy distinta hubiera sido nuestra historia si 40 años atrás hubiéramos contado con la tecnología disponible en la actualidad. Hubiera sido imposible ocultar los crímenes cometidos y tampoco nos podrían haber engañado con hazañas bélicas que resultaron ser fracasos estrepitosos.
Se podrá decir que la solución es que los responsables de estas situaciones hagan lo que realmente tienen que hacer y desistan de hacer lo que no deben. Pero quizás es mucho pedir. Por lo pronto, pareciera que no terminan de entender cómo las ¿nuevas? tecnologías han dado un poder inusitado al individuo de a pie, quien no sólo puede generar, difundir y compartir, sino que también puede decidir qué consume y qué no. Se trata en definitiva, de una realidad que quizás por un sesgo generacional de quienes tienen el poder, sean políticos o empresarios, no terminan de entender. Y si lo hacen, esto no se refleja en su accionar. Habrá que esperar entonces hasta que se produzca un recambio generacional en el poder (público y privado) para ver si, conscientes de lo fácil que es hoy quedar expuesto, haya también un cambio profundo en el accionar.

Linkeando

  • Android, el elegido: Según Symantec, a pesar de que iOS es el sistema operativo con más cantidad de vulnerabilidades (por lejos), la mayor parte del malware desarrollado para móviles apunta a Android. Todo un problema para los ambientes corporativos. El precio de la fama (y de ser abierto). [Tech Crunch]
  • Bajo la lupa: Primero en EE.UU., ahora en la Unión Europea, pero siempre los fabricantes chinos nuevamente bajo la lupa. Huawei y ZTE podrían ser objeto de una investigación por parte de las autoridades del Viejo Continente por supuesta competencia desleal. La misma estaría basada en los subsidios estatales que reciben. Pero los principales afectados, los fabricantes europeos, prefieren mantenerse al margen de toda acción. China es un mercado muy grande… [Telecom Paper]
  • Contrapeso: Con el enorme poder que empresas tecnológicas como Google, Facebook, Apple, etc. han logrado a nivel mundial, el surgimiento de reacciones por parte de Estados nacionales para contrarrestarlo será probablemente un hecho cada vez más recurrente en el futuro cercano. [BGR]

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