Archivoabril 2010

La belle époque

A pesar del contexto inflacionario, o quizás en parte gracias a él, los productos tecnológicos están viviendo una época de expansión. En pleno proceso de renovación, notebooks y celulares atraviesan un momento excepcional, producto de una economía que crece luego del susto del 2009, potenciado por una combinación de dólar cada vez más bajo y una seductora oferta de financiación.

El dólar no sólo no sube, sino que debe ser sostenido en su nivel actual ya que el exceso de oferta tiende a empujarlo hacia abajo. El resultado es que el peso se revalúa frente al dólar, haciendo que éste sea más barato. Y si bien se comienzan a oír reclamos por el atraso cambiario, esta situación ayuda a contener la inflación cuando falta un año para las elecciones presidenciales. Así, difícilmente se produzca una devaluación importante del peso en el corto plazo. La resultante es que frente a otros precios de la economía que suben, los productos tecnológicos de origen extranjero son cada vez más accesibles. Y la inflación, fenómeno que al ser negado no genera políticas tendientes a controlarla, hace más atractivas las ofertas de financiación, algunas de ellas realmente agresivas.

Sin dudas que las más favorecidas son las notebooks, de las que ingresaron al país en el primer trimestre del año un 186% más en unidades que en igual período del 2009, arañando las 300.000 unidades. Todo un récord. En este caso ayuda también que el proceso de recambio de PC de escritorio se esté dando hacia las portátiles, muy especialmente en el segmento hogar. A pesar de este panorama adverso para las PC de escritorio, las mismas también crecieron, pero sólo un 7%. De mantenerse esta tendencia, no sólo este año las ventas de notebooks serían por primera vez equivalentes a las de desktops, sino también que existen serias probabilidades de que las superen para diciembre próximo.

Otros que anduvieron bien fueron los celulares, ingresando en el primer trimestre de este año un 27% más de unidades que un año atrás. De mantenerse esta tendencia, se rompería con la caída sucesiva en unidades en los últimos 2 años del 7% en cada ocasión, según surge del informe “Mercado Celular Argentino”, recientemente finalizado por Carrier y Asoc.

El caso de los celulares es más favorable que lo que indican los números, ya que este avance se da en momentos en que el mercado de líneas crece lentamente como consecuencia de la alta penetración del servicio, por lo que el de los terminales celulares es claramente un mercado de recambio, donde los smartphones aumentan en participación.

Por otra parte, el avance de los celulares se da a pesar de la aplicación del impuesto a los electrónicos no fabricados en Tierra del Fuego. Considerando que si bien los equipos provenientes de la isla crecieron exponencialmente, aún no alcanzan al 14% del total. Esto indica que, tal como se esperaba, el impuesto está siendo absorbido principalmente por los operadores, cuyas promociones se orientan casi exclusivamente a equipos con contrato. De esta forma, el mayor costo es pagado a través del abono.

Celulares, con cielo despejado

En algunos aspectos, los celulares van camino a destronar a las PC como principal dispositivo de información y comunicación. De hecho, diversas proyecciones apuntan a que a mediados de esta década ya más gente usará Internet desde su celular que desde una PC. A pesar de esta similitud, hay algo en que los celulares parecen ir en la dirección opuesta. Mientras que en el mundo de las PC cada vez hay más aplicaciones en la nube (mail, mensajero, red social, aplicaciones de oficina, etc.) en los celulares la tendencia es hacia las aplicaciones residentes en el terminal. Y en este aspecto es donde las diferencias entre PC y celular son evidentes.
Las aplicaciones descargables para celulares no son nuevas. De hecho existían desde mucho antes de que Apple lanzara la exitosa Appstore. Sin embargo, a partir de ese momento la iniciativa fue copiada, con matices, por diversos actores del ecosistema móvil: fabricantes de equipos (RIM, Nokia), desarrolladores de sistemas operativos (Android, Windows) y operadores (el último fue Movistar, con su anuncio de una tienda latinoamericana multiplataforma).
Durante algún tiempo existió la discusión sobre si el uso de datos a través del celular debía darse vía navegador o vía aplicación. A favor de la primera opción juega el hecho de que desarrollando un único sitio para móviles no hay que considerar las diversas plataformas de software existentes. Se trata no obstante, de una ventaja relativa, ya que los celulares presentan diversas relaciones de tamaño de pantalla, por lo que no todas las páginas (aunque sean en versión mobile) se ven igual de bien. Y, a pesar de que algunos equipos permiten navegar por la Web tradicional (la que fuera concebida para PC), este formato no se adapta bien a un equipo que tiene una pantalla más chica y carece de mouse. Aún en el caso de la popularización de pantallas sensibles al tacto, sin dudas un mouse es más preciso que un dedo índice en una pantalla de 3 pulgadas.
Las aplicaciones, en cambio, tienen varias ventajas. Por un lado, consumen menos ancho de banda y son más rápidas. Es que al estar la interfaz en la aplicación y no en Internet, no hace falta redibujarla cada vez. Así, tienen mejores tiempos de respuesta. Por otra parte, en muchos casos pueden funcionar (aunque sea parcialmente) sin necesidad de conectarse a la red, algo que es positivo cuando no se dispone de un abono de datos ilimitados o cuando se está fuera del área de cobertura. Finalmente, al ser accedidas vía un ícono en pantalla, no hace falta memorizar una URL o tenerlas en los favoritos.
No obstante, no todas son rosas para las aplicaciones. Cada una de ellas debe ser desarrollada no sólo con un sistema operativo en mente (iPhone OS, Blackberry OS, Windows Phone, Android, etc.) sino que dentro de un mismo sistema operativo puede haber distintas versiones en función de las características del terminal (relación de tamaño de pantalla, tipo de interfaz, sea touch o QWERTY). Esto no sólo implica que muchas veces los desarrolladores deban elegir para qué plataforma desarrollar aplicaciones, sino que también requiere de mayores conocimientos por parte de los usuarios.
Por otra parte, las aplicaciones tienen la complejidad de que muchos usuarios no tienen claro de qué se trata ni que deben instalarlas (fenómeno que será más evidente en la medida en que los smartphones se popularicen y lleguen a segmentos menos techies). En este sentido no hay que olvidar que en la PC cada vez más los usuarios acceden a aplicaciones online (Gmail, Hotmail, Webmessenger, Facebook, Twitter, Flickr), por lo que no son pocos los que no están acostumbrados a lidiar con el proceso de instalación de éstas. Simplemente las acceden vía navegador.
A pesar de estas contras, no hay dudas de que las aplicaciones son fundamentales para el uso de los servicios en Internet vía celular. Un ejemplo claro es que tanto Facebook como Twitter tienen versiones móviles de sus sitios desde hace rato, sin embargo su uso desde celulares explotó a partir del lanzamiento de aplicaciones específicas para éstos. Algo que sin dudas debe ser tenido en cuenta por todos aquellos que quieran capitalizar la popularización de los smartphones.
Esto lleva a la conclusión que en realidad lo que está sucediendo con los celulares no es un retorno al modelo de aplicaciones de las PC. Se trata más bien de una síntesis. Es que si bien la tendencia es a tener las aplicaciones instaladas localmente en el terminal, la diferencia con la PC es que bajo este modelo los datos sí suelen estar en la nube.

El negocio de las apps

A pesar del favorable panorama para la adopción de aplicaciones para teléfonos móviles, no siempre es un buen negocio para el desarrollador. Esto se debe a que en las distintas tiendas de aplicaciones, abundan los programas gratuitos. El problema es que si son gratuitos, se hace difícil para el desarrollador recuperar esta inversión.
Es un dato de la realidad que los usuarios no son muy propensos a pagar por una aplicación. Cuando lo hacen es porque tiene un valor realmente relevante. Pero pocos son los que pagarían por tener el pronóstico meteorológico en su celular, por citar un ejemplo.
Sin embargo, las aplicaciones son un incentivo importante para elegir determinada plataforma de hardware y para incentivar el uso de servicios de datos, por eso no llama la atención que tanto unos como otros busquen una fórmula que le permita a los desarrolladores generar ingresos.
Como siempre, la publicidad es una de las formas. Por eso Apple lanzó recientemente su plataforma de publicidad iAd [ver “Replanteando la publicidad móvil”] a través de la cual la empresa se compromete a compartir los ingresos publicitarios con los desarrolladores de las aplicaciones que permitan el acceso a los avisos. El problema de este modelo es que son muchos los interesados en vivir de la publicidad, por lo que hay dudas respecto de si los ingresos generados por ésta alcanzarán para alimentar tantas bocas.
Otra forma es la recientemente anunciada por Movistar. El operador sumará a la ya tradicional fuente de ingresos por venta (donde el desarrollador se queda con el 70% del precio de tapa) el concepto de revenue sharing (compartición de ingresos), que permite que el desarrollador obtenga un porcentaje de los ingresos provenientes del tráfico generado por su aplicación. Este concepto, si bien es interesante, también genera ciertas dudas en momentos en que la tendencia es a tener abonos ilimitados de datos. Así, ¿cuánto vale un Kb? ¿O será que vamos indefectiblemente hacia un modelo de pago por uso?

Linkeando

  • Larga vida al DSL: Bell Labs logró velocidades de 300 Mbits/s sobre un cable de cobre común. Si esta situación puede repetirse a escala comercial, no haría falta apurarse en la migración de cobre a fibra óptica. [Computing]
  • Fiebre de Powerpoint: Esto es lo que aparentemente están viviendo las fuerzas armadas de los EE.UU. y que estaría generando una distracción de recursos. Evidentemente, la adicción a los ppt no es sólo cosa de las corporaciones. [The New York Times]
  • No arrancó y ya se pelean: Aún no empezó la fabricación a escala de los conversores para TDT y ya se vislumbra un enfrentamiento entre quienes están comenzando a hacerlo en el continente y quienes planean hacerlo desde Tierra del Fuego. Un negocio inmenso del que nadie quiere quedar afuera. [La Nación] Como de costumbre, los materiales de origen nacional exigidos son bien low tech [El Cronista]

BB se aggiorna

Embarcados en demostrar que sus equipos son para un uso más que profesional, este video de lanzamiento del nuevo sistema operativo de Blackberry sintetiza los tres segmentos de usuarios de smartphones: multimedia, trabajo y socialización.

Expandiendo Twitter

Buscando no dejar frente de batalla comunicacional descubierto, el presidente venezolano Hugo Chávez se subió a la ola de Twitter, a través de su usuario @chavezcandanga. Lo que sí le resultará realmente difícil será limitarse a 140 caracteres. ¿O será que se viene el Piar Bolivariano, con píos de 140 mil caracteres?

Estados alterados

La industria celular, y más particularmente la de los terminales móviles, atraviesa sin dudas un período de “renovación y cambio”. Esto, que tiene su origen en el mercado mundial, también se refleja en el local, tal cual surge del informe “Mercado Celular Argentino”, recientemente finalizado por Carrier y Asoc.

Desde mediados de los 2000, los fabricantes “históricos”, tales como Nokia, Motorola, Ericsson (luego Sony Ericsson) y Alcatel fueron perdiendo terreno ante los challengers llegados de Corea (Samsung y LG) a los que se sumaron los enfocados en smartphones, como RIM (fabricante de Blackberry) y Apple.

Comparando la evolución de las ventas por marca, se observa que sólo Samsung (10% y 44%), LG (39% y 84%) y Blackberry (41% y 109%) tuvieron variaciones positivas en sus volúmenes de venta en los dos últimos años. Este crecimiento resultó más meritorio aún teniendo en cuenta que se produjo en un contexto en el cual el mercado cayó un 7% anualmente. Inversamente, Nokia (-10% y -17%), Motorola (-19% y -31%) y Alcatel (-26% y -33%) cayeron en ambas ocasiones.

Mirando hacia el futuro, este escenario puede presentar algunos cambios. Nokia, a pesar de su declive en los últimos años, aún se mantiene como la marca más popular en Argentina. Sin embargo, necesita algunos golpes de efecto para quebrar esta tendencia y todavía no ha dado signos de reacción lo suficientemente contundentes. Es más, su situación de liderazgo se ve ahora amenazada por Samsung, quien con su crecimiento sostenido y equipos de buena aceptación tanto en las gamas baja, media y alta da pelea en todos los frentes.

Por su parte, Motorola no pudo escapar a su crisis global, lo que se reflejó en su performance. Sin embargo, la reorganización que está atravesando y su apuesta a equipos Android de gama media y alta le permiten mirar al futuron con esperanzas. Localmente, la fuerte apuesta a la producción en Tierra del Fuego (de donde provinieron más del 90% de sus equipos vendidos en lo que va del 2010) y su impacto en los costos, podría ayudar a revertir su tendencia declinante de los últimos tiempos. Mientras tanto, será seriamente amenazada por LG, que ya empató su participación de mercado en el 2009 y arrancó el 2010 claramente por encima.

En una visión más general, siendo que el mercado argentino de terminales celulares se convirtió en uno de reposición, las ventas tenderán a concentrarse en los equipos de gama media, con un importante crecimiento en los de alta, por lo que aquellos con fuerte presencia en el segmento de nivel de entrada deberán replantear su mix de productos.

Radiografía del control de contenidos

De manera muy interesante, esta semana Google comenzó a publicar sus estadísticas relativas a los pedidos de remoción de contenidos en sus servicios por parte de autoridades estatales, tales como policía o justicia. Así, las estadísticas no incluyen los pedidos realizados directamente por privados que demandan la remoción de contenido de los productos de Google.
Brasil encabeza el ranking de países, mientras que Argentina se ubica en el 8° lugar. Más allá de esto, la información publicada resulta atractiva porque es un indicador del estado de los contenidos en Internet así como de las particularidades de los distintos países en la materia.
Una aclaración interesante que hace la empresa es que las páginas que son removidas de sus resultados de búsqueda lo son únicamente de aquellas correspondientes al dominio de ese país y no globalmente. Así, la misma puede ser encontrada utilizando los servicios de Google de otro país.
A primera vista, resulta llamativo que China, país que entró en conflicto con Google por el tema censura, no figure en el ranking. La razón es que el gobierno chino considera a las demandas de censura como secretos de Estado, por lo que la empresa no puede revelar esta información.
Los pedidos en Brasil e India (primero y tercero del ranking) son relativamente altos debido a la popularidad de Orkut, la red social de Google (su versión de Facebook). En ambos casos, la mayoría de los pedidos tiene que ver con difamaciones y suplantación de identidad.
Por su parte, en Alemania (segundo en el ranking) el 11% de los pedidos de remoción tienen que ver con contenidos pro nazis o que niegan el Holocausto (ambos prohibidos por la ley en aquél país). Hay gente que no aprende más…
Si bien Google afirma que un muy bajo porcentaje de los pedidos de remoción por parte de las autoridades giran en torno a temas políticos, reconoce que son los que generan los debates más acalorados. La empresa destaca que si bien cumplen con algunos de esos pedidos, en algunos casos no lo hacen. Y aquí citan como ejemplo a lo sucedido en Argentina, donde un fiscal reclamó por información propia y de su esposa (jueza federal) publicada en blogs políticos. Google acató a medias el pedido, removiendo sólo las porciones de uno de los blogs que revelaba información privada de la jueza. El resto no fue aceptado.
De todos modos, Google aclaró que las estadísticas reflejan el número de pedidos realizados por autoridades estatales recibidas en sus distintos servicios, pero no indican si esos pedidos fueron o no satisfechos.
En momentos en que las tentaciones por regular el libre flujo de información en Internet son crecientes, estas estadísticas son un primer paso para ver cuáles son las tendencias en la materia y se convierten en materia prima para debates sobre un tema que afecta a todos.

La manzana de Troya

Esta semana comenzó a circular fuertemente el rumor de que Apple, con US$ 41,7 mil millones en cash en el banco, podría adquirir ARM, diseñador de los procesadores que impulsan no sólo sus iPhone y iPad sino también a los equipos de la mayoría de los fabricantes de celulares. Incluso se rumorea que pagaría unos US$ 8 mil millones. Evidentemente, no le falta con qué hacer frente al gasto.
A pesar de que se trata de información no confirmada, la noticia genera cierta inquietud entre los fabricantes de celulares quienes no verían con buenos ojos ser clientes de un competidor. Esto sin entrar en la hipótesis de que una eventual adquisición de ARM le permitiría a Apple bloquear o dificultar el acceso de su tecnología a otros fabricantes.
Quien se beneficiaría así con esta operación sería Intel, que podría encontrar un nuevo mercado para sus procesadores Atom y derivados. Más aún teniendo en cuenta que Intel ya hizo público su interés en proveer de procesadores a los futuros dispositivos móviles, cada vez más parecidos a una computadora y menos a un teléfono.

Linkeando

  • Ojo con tu celular: El robo de celulares claramente no es una exclusividad de Argentina (aunque la magnitud aquí es más importante que en otros países). Al parecer, el avance de los smartphones (con mayor valor de reventa), su utilización en el transporte público y la abstracción que genera su uso se combinan para ser un delito en alza en los EE.UU. Detalle del artículo recomendado: los robos aumentan cuando termina el horario escolar. [New York Times]
  • ¿Marketing gratuito?: La historia de la “pérdida” de un prototipo del iPhone 4 recibió una amplia cobertura mediática esta semana. Pero todo el asunto no permite descartar que no se haya tratado de una operación de marketing por parte de Apple. Demasiados elementos como para no sospechar. [El País]
  • Poco virales: los productores del film “La caída” dieron muestras de poco sentido del humor y del marketing al solicitar a YouTube el retiro de todos los videos de parodias generados en base a escenas del mismo. Más allá de si esto le sirve o no a la promoción del film (nosotros creemos que sí), la medida también ha generado un debate sobre los límites del derecho de autor. [El País]

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