Archivojulio 2015

Dualidad

A pesar de que desde el 2011 el mercado argentino de celulares viene en descenso (mucho más marcado en 2014 y 2015), hay cosas que están en ascenso. Una es la proporción de smartphones, que este año equivale al 100% de los equipos producidos localmente. La otra son los terminales con doble SIM, que dieron un gran salto en el 2014 al pasar de ser el 1% del mercado al 4%. Este año, la tendencia se mantiene, representando el 9% del mercado durante el primer semestre.
Estos equipos aceptan dos SIM simultáneamente, pudiendo ser de dos operadores distintos. Esta es la principal razón por la cual no suelen ser vendidos por los propios operadores, ya que ninguno querrá subsidiar o poner a disposición de sus clientes un dispositivo que pueda ser utilizado por un competidor. Claro que en el contexto actual de escasez de equipos por menor producción [ver “¿Quién vio un dólar?”], algunos operadores vendieron equipos con doble SIM, aunque sin aclararlo. La necesidad tiene cara de hereje.

Si bien los teléfonos con doble SIM no son ninguna novedad, sí lo son en Argentina. En esto mucho influye que en los últimos dos años cada vez se vendan más equipos liberados, por fuera de los canales de los operadores. De esta forma suman un diferencial. Pero se trata de una tendencia que llega un poco tarde.
Los equipos con doble SIM tienen éxito en mercados sensibles al precio del servicio, con mucha incidencia de líneas prepagas, ya que permiten capitalizar las mejores propuestas de los distintos operadores. Pero su atractivo va camino a quedar reducido para ciertos usos muy puntuales. En momentos en que el negocio celular deja de crecer en materia de voz, retrocede en SMS por impacto de los OTT (caso Whatsapp) y cobra relevancia el consumo de datos, el escenario cambia sustancialmente. Una de las características del uso de Internet, tanto fijo como móvil, es que los servicios se independizan del operador. Así, podemos usar Skype, mail, Facebook, Twitter y mensajería instantánea, independientemente de la línea celular. Y en general, conviene tener un paquete de datos que permita más tráfico que tener dos de menor capacidad. Por otra parte, la voz y los SMS tienden a cobrarse con tarifa plana. En Argentina todavía no estamos en ese punto. Aquí la voz tiende a ser ilimitada si es dentro de la misma red, pero los SMS ya se ofrecen en paquetes tan grandes que equivalen a ser ilimitados.
Visto así, donde sí los equipos con doble SIM mantienen un importante atractivo es para aquellos viajeros que deban hacer roaming, cuyas tarifas son notablemente más altas que las locales. En esos casos, un equipo con doble SIM permite tener en el mismo terminal la SIM original y sumarle una del país de destino, proporcionando un ahorro significativo. Otro nicho es el de aquellos usuarios que tengan dos líneas, una laboral y otra personal, que podrán así tener ambas en el mismo dispositivo.
A mediano plazo el escenario puede cambiar ya que quizás las SIM dejen de utilizarse. Fabricantes como Apple y Samsung, actualmente los dos de mayor volumen a nivel mundial, tienen desarrollos de equipos que implementan las funcionalidades de la SIM vía software. Así, ya no habrá SIM para intercambiar o combinar. Sólo habrá que hacer un proceso online para cambiar de proveedor de servicio móvil. Y con la tendencia a que todos los servicios (incluyendo la voz) sean OTT, cambiar de operador no significará ningún contratiempo. Los equipos serán naturalmente multi SIM.

¿El tercero en discordia?

Independientemente del impacto en su país de origen, con la reciente aprobación en los EE.UU. de la compra de DirecTV, AT&T pasó a ser un jugador de peso y potencial en Latinoamérica. Los más de 25 millones de abonados de DirecTV (que surgen de la operación DirecTV Panamericana, Sky Brasil y Sky México) se convierten no sólo en una importante fuente de flujo de caja, sino también en una envidiable plataforma sobre la cual transformarse en un operador multiservicio.
A pesar de esto, AT&T arranca desde atrás. Hasta ahora DirecTV era el único proveedor de TV satelital en Latinoamérica sin vinculación a una telco. Los otros dos son Telefónica y Claro. Pero sabiendo que su futuro sin una red bidireccional de banda ancha estaba comprometido, desde hace un tiempo DirecTV comenzó a dar servicios fijos y terrestres en forma inalámbrica, utilizando tecnología LTE aunque en su versión fija. En Argentina arrancó en Mendoza con tecnología WiMax, la cual está siendo migrada a LTE y extendiéndola a otros puntos del país, bajo el nombre de DirecTV Net.
Los primeros pasos agresivos de AT&T en su expansión latinoamericana fueron en México, donde compró las operaciones de Nextel (que allí sí tenía frecuencias para servicios celulares) y de Iusacell y es socio ahora de Televisa en Sky México. En Brasil seguramente comenzará la danza de rumores en materia de adquisiciones. TIM es un candidato recurrente a venderse (al menos en los trascendidos), aunque también podría ser la operación de Nextel (que allí ofrece servicios celulares). Colombia será seguramente un mercado de interés, con la operación de DirecTV avanzando rápidamente en el despliegue de su red inalámbrica fija. Una situación similar a la de Venezuela, aunque aquí los asuntos político-económicos posterguen inversiones agresivas. En Argentina el despliegue de la red inalámbrica fija podría acelerarse, aunque seguramente esperen a ver el rumbo que el próximo gobierno le imprima a su gestión en cuestión de meses.
Más allá de la estrategia y el ritmo de su implementación, lo que sí es posible prever es que la acogida regulatoria en Latinoamérica será radicalmente distinta a la recibida en EE.UU. Allí, luego de la fusión AT&T se convirtió en el principal operador de TV paga, por lo que el regulador FCC impuso condiciones tales como llegar con fibra óptica a 12 millones de hogares, someter sus acuerdos de interconexión al regulador, ofrecer servicios subsidiados de banda ancha a sectores de bajos recursos, entre otros. En Latinoamérica en cambio, su posición es distinta, bien de challenger, por lo que es de esperar que los reguladores reciban a la nueva AT&T con los brazos abiertos. Esto sería así ya que se trata de un jugador de peso a nivel internacional que podría terciar entre las posiciones dominantes de Telefónica y de Claro en la región, así como de actores de relevancia local, como es el caso de Telecom en Argentina. Claro que a cambio de ese amor deberá poner dólares. Y muchos.

Tuits selectos

Al infinito y más allá

Una de las particularidades del acceso a Internet en los últimos tiempos es que éste ha dejado de girar predominantemente alrededor de la PC para alcanzar también otros dispositivos tanto fijos como móviles. A esta multiplicación de dispositivos conectables se suma la tendencia a que los mismos consuman cada vez más datos, ya sea por la capacidad exigida (como es el caso del video) como por el tiempo en que están streameando datos, como sucede con apps tipo Spotify. El resultado es un aumento de la demanda agregada por capacidad en las redes fijas que no para de crecer. Esto surge del informe “Acceso a Internet y tecnología residencial – 2015” realizado por Carrier y Asociados.
Si bien el grueso de los usuarios de Internet en Argentina cuenta con una PC y un smartphone para conectarse, éstos no son los únicos dispositivos. También se sumaron en los últimos tiempos otros como las Smart TV, las tablets, consolas de videojuegos, media players (tipo Apple TV), e-readers, radios online, entre otros. De hecho, en promedio un usuario utiliza 2,4 dispositivos para conectarse a Internet.

A esta multiplicación de dispositivos, se suma que cada uno de éstos consume cada vez más datos. Esto se ve claramente en el caso del video, donde en pocos años se pasó de videos en baja definición a definición estándar (SD), luego a HD y ahora en 4K, que se reproducen en computadoras, celulares y TV. También los celulares más modernos y de alta gama comienzan a incluir la capacidad de grabar en 4K y ese video será compartido en redes sociales o subido a algún sitio para su posterior consumo. Además, el streaming ya no es sólo de video sino también de audio, desde radios online a servicios tipo Spotify que tienen opciones de alta calidad (y mayor consumo de datos). A esto se suma la tendencia a tener todo en la nube, que genera tráfico de esas fotos, videos, documentos y cualquier tipo de archivos que antes se almacenaban localmente.
Esta combinación de dispositivos más demandantes de ancho de banda con la multiplicación de los mismos hace el consumo total por hogar se dispare. Algunos ISP locales ya vieron pasar el consumo promedio por conexión de banda ancha fija de 20 a 30Gb mensuales en el último año. Y por el momento, no hay indicios de que este crecimiento se vaya a detener. Por el contrario, todo indica que se acelerará.
Se trata de un escenario que no deja tranquilos a los ISP que saben que tarde o temprano esta demanda por capacidad de las redes desembocará en la necesidad de llegar lo más cerca posible de los hogares con fibra óptica. Un upgrade tecnológico que requerirá inversiones importantísimas y que, consecuentemente, abrirá el debate a nuevas formas de tarifación. Las nuevas tecnologías son apasionantes pero no exentas de desafíos.

¿Quién vio un dólar?

La semana pasada [ver “Menos pero más inteligentes”] se mencionó desde aquí la caída en la producción local de celulares registrada durante el primer semestre del 2015 respecto de igual período del 2014, que alcanzó el 36%, medida en unidades. Pero esta es sólo una foto de una película que no es nada positiva para las marcas con presencia en Argentina así como para las plantas de ensamblado local.
La caída en la producción está íntimamente ligada a las restricciones de acceso a las divisas para pagar a los proveedores del exterior. Éstos son quienes proveen la tecnología, quedando sus pares locales para aspectos más low tech como el packaging. Las restricciones no son cosa de este año, sino que comenzaron a darse hacia el último trimestre del año pasado, tal como se puede observar en el siguiente gráfico:

Históricamente, el 4° trimestre tiene un nivel de producción similar al 3°. Sin embargo, ya en el 2014 se observa una fuerte caída que se profundizó aún más en el 1° de 2015. Y si bien hubo una recuperación en el 2° de 2015, aún está claramente por debajo del mismo trimestre del año anterior (-23%).
Estas caídas sucesivas tuvieron su impacto a nivel anual. En el 2014, la producción total fue de 11,4 frente a 13 M del 2013, equivalente a un descenso del 12% en unidades. El 2015 no se presenta mejor. Ya a principio de año se estimaba una nueva caída de la producción de alrededor del 12%, llegando a los 10 M de unidades. Claro que ante el muy flojo primer semestre y con un segundo semestre donde la demanda por dólares será mucho mayor a lo normal por vencimientos de la deuda pública, está aún por verse si habrá divisas suficientes como para recuperar niveles de producción. Visto así, la caída originalmente estimada del 12% para el 2015, puede llegar a ser una simple expresión de deseos.

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Menos, pero más inteligentes

Sin dudas que el 2015 será recordado por los productores locales de celulares como un año para el olvido. La pasión por los smartphones y los deseos de comenzar a disfrutar de las bondades del 4G se chocan de narices con las restricciones al giro de divisas. Así, a pesar de que a priori existen motivos como para pensar en una demanda saludable, las restricciones de la oferta dan como resultado un mercado que cayó un 36% en unidades en el primer semestre de este año contra igual período del año anterior. Visto de otra forma, un tercio menos. Paradójicamente, la caída se da en pleno proceso de actualización y modernización de la base de celulares.

En 2015, por primera vez, el 100% de los celulares despachados al mercado argentino fueron smartphones. Esto se debe no sólo a la natural evolución tecnológica sino también a motivos microeconómicos o de negocios. Los beneficios fiscales a la producción local son más significativos en la medida en que sube el costo del equipo. De esta forma, además de tener menos demanda, los celulares básicos no son atractivos para producir. Así, el precio de los pocos de éstos que aún hay en oferta es proporcionalmente mucho mayor.
Con el despliegue de las redes 4G los fabricantes buscan aprovechar la oportunidad en la renovación de equipos, llevando a que un 35% de los mismos incluyan conectividad LTE. Aquí se observan distintas estrategias según los fabricantes, con Motorola y Microsoft apostando fuertemente con más de la mitad de sus respectivos volúmenes compuestos por equipos aptos para 4G, mientras que Samsung y LG todavía tienen volúmenes importantes de equipos 3G.
El panorama para el 2° semestre no parece despejado. Además del factor electoral, se suma la puja por los pocos dólares disponibles para la importación que tiene a la industria automotriz y la electrónica entre los principales demandantes. Además, con la baja de la producción local y el mayor costo de los equipos producidos, seguirá habiendo un escenario más que propicio para el contrabando. Va a estar turbulento.

Tarde, pero ¿seguro?

A fines del 2009 se aprobó la ley 253, popularmente conocida como Impuestazo Tecnológico mediante la cual se eliminó la exención de impuestos internos (26%) y se duplicó el IVA (de 10,5 a 21%) sobre los productos electrónicos e informáticos que no provinieran de la provincia de Tierra del Fuego. Desde sus inicios, esta política de “sustitución” de importaciones de determinados electrónicos (con los celulares a la cabeza) generó críticas. Los objetivos de crear puestos de trabajo y desarrollar una industria local se contraponían a un alto costo fiscal (por las exenciones), mayores costos operativos que se traducen en precios más altos para la población y una oferta más acotada y sesgada. Y no se logró en ningún momento reducir la demanda de divisas para pagar los componentes importados.
A pesar de esto, todo siguió como si nada por años. Es más, se profundizó con medidas paraarancelarias, como poner trabas a la importación más allá de que se pagaran los impuestos correspondientes. Esta es la razón por la cual no se venden iPhones en Argentina, así como ningún otro equipo que no provenga de Tierra del Fuego. Hay mercado dispuesto a pagar ese plus. Lo que no hay es mercadería. Así, la política fue considera por algunos como exitosa, ya que en un plazo de 3 años logró que el 100% de los celulares comercializados en el país proviniesen de Tierra del Fuego.

Con este escenario, hubo que llegar a que faltaran divisas para pagar importaciones para que desde el Ministerio de Economía se pusiera la lupa sobre el sector que es el 2° mayor demandante de dólares detrás de la industria automotriz. Esto se desprende de declaraciones del titular de la cartera en una entrevista realizada por el diario Página 12. En éstas, el funcionario reconoce aspectos tales como que:

  • la producción de celulares, por un tema de escalas y proveedores, está concentrada en pocos países del mundo
  • el aporte local a la producción sólo representa el 1% y su aporte tecnológico es básico
  • los kits para armar los celulares suelen ser más caros que el celular terminado
  • la escala argentina no alcanza para producir competitivamente

El ministro cierra su entrevista afirmando que “tendríamos que convertirnos en una plataforma para exportar por lo menos a toda la región. Estas son las discusiones que hemos tenido con los productores de celulares y con los países productores”. Una afirmación que demuestra que todavía no se terminó de entender a la industria de dispositivos móviles.
Que Argentina sea productora de celulares es algo que podría discutirse. Lo que no admite discusión es que lo sea si dicha producción debe realizarse en Tierra del Fuego. Se trata no sólo del punto más alejado del puerto por donde llegan los componentes, lo que implica altísimos costos en fletes, sino también donde los sueldos son, por lejos, los más altos del país. Así, la combinación fletes-sueldos echa por tierra cualquier sueño de una industria exportadora. Jamás será lo suficientemente competitiva para trascender las fronteras donde no haya protección fiscal y paraarancelaria.
Por un tema de escala en sus países de producción, difícilmente pueda también lograrse que grandes nombres como Samsung, LG, Motorola y otros puedan producir competitivamente en Argentina. No obstante, quizás sí pueda pensar en marcas netamente locales, que no apunten a sustituir la demanda por las grandes marcas internacionales sino a complementarla. Tal como lo demostró en su momento el mercado de ensambladores locales y regionales de PC, las marcas nacionales pueden abastecerse de componentes importados, fabricados a gran escala y con precios competitivos. Con menos recursos para competir en branding e innovación, pueden ofrecer productos mejor adaptados a las particularidades de cada mercado, tanto en términos de configuración, tiempo de llegada al mercado (time to market) y localización.
Por lo pronto, es indudable que la política de producción en Tierra del Fuego será un problema que, más temprano que tarde, deberá encarar la próxima administración.

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Una crisis, una oportunidad

Ya han pasado 7 meses desde la adjudicación de espectro para 3 y 4G que tuvo cuatro ganadores. Los tres operadores incumbentes, Claro, Personal y Movistar, y el entrante, también llamado 4° operador, Arlink. Los tres primeros ya pagaron los montos ofertados y recibieron todo el espectro ganado. En el caso de Arlink, se le adjudicó el espectro pero a pesar de los meses transcurridos desde la aceptación de su oferta, en diciembre pasado, pidió más tiempo para juntar los US$ 506 millones que ahora le corresponde pagar. Asombroso.
Por lo pronto, no se conoció ninguna reacción oficial ante la falta de pago de Arlink, quien disponía de 10 días para pagar desde el momento de la adjudicación oficial, la cual se concretó el 12 de junio pasado. No obstante, según el art. 48 del pliego licitatorio, “si el adjudicatario no cumpliera con lo señalado se tendrá por decaída la adjudicación”. De aplicarse, esto implicaría que todo el espectro para el 4° operador estaría vacante y el Estado debería volver a ponerlo en juego.
Si así sucediese, sería una gran ocasión para revisar las condiciones de su adjudicación, que eran claramente desfavorables en el pliego original. Hay que partir de la base que se trata de un operador nuevo, que tiene por delante inversiones en red mucho mayores que aquellas de los incumbentes. Además, nace sin clientes contra las aproximadamente 20 millones de líneas que declara cada uno de éstos. Esta asimetría exige entonces también condiciones mucho más favorables para que pueda, lo más rápidamente, entrar en funcionamiento y sumar competencia. Esto implicaría un precio del espectro sustancialmente menor, cuando no sin costo a cambio de objetivos de despliegue de red. Al mismo tiempo, los plazos para el despliegue de la red deberían ser más extensos que los de sus competidores y/o con exigencias de compartición de infraestructura. Solo con requisitos de esta índole Argentina podría seriamente soñar con agregar un 4° operador al mercado móvil en condiciones de generar competencia y ser una alternativa real para los usuarios.
Hay muchos en la industria que piensan que no hay espacio para un operador con red adicional. Viendo las tendencias en la industria a nivel global, puede ser que así sea. Pero no sería el Estado quien debiera cercenar las ambiciones de ninguna empresa que quiera intentarlo. En el ínterin, el espectro para el 4° operador entraría en uso (cosa que hoy no ocurre), el Estado se beneficiaría con la recaudación por espectro (si la hubiere), habría inversiones y se crearían puestos de trabajo y los usuarios dispondrían de una nueva alternativa. En definitiva, todos ganarían. ¿Será así?

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