El aliado inesperado

Durante mucho tiempo, los operadores de redes celulares no vieron con buenos ojos que los fabricantes de terminales incorporaran la capacidad de conectividad WiFi a sus productos, celosos de que esta tecnología, que muchas veces permite el acceso gratuito a Internet, atentara contra el consumo de datos vía red celular. En algunos casos, los operadores llegaron a desactivar esta funcionalidad en los terminales que vendían.
Pero los tiempos cambian y las necesidades también. Hoy, con la creciente popularización de los smartphones las demandas sobre la red celular crecieron exponencialmente. Es que ya no sólo sirven para usar el mail sino que incorporan navegadores que permiten acceder a la Web tradicional y no sólo a su más light versión móvil. Para ilustrar, unos meses atrás, el CTO del operador británico O2, declaró que un video de Youtube en un celular equivale a 500 mil SMS. Aunque los datos y SMS van por canales diferentes, la relación da la pauta del peso de los datos en las redes móviles. Por otra parte, según AT&T, equipos como el iPhone consumen 10 veces más recursos de la red que otros dispositivos (lo que explicaría, en parte, los problemas que los usuarios de esa red experimentan con el servicio).
Aumentar la capacidad de las redes móviles no es sencillo ni barato. Se necesita de más espectro y/o más cantidad de celdas (o antenas), temas ambos que no dependen únicamente de invertir más en la red. También hace falta el consentimiento de terceros, sean reguladores que deben licitar más espectro como autoridades municipales y habitantes que tienen que dar el OK para la instalación de antenas.
Para no atentar contra el negocio de datos móviles, lo que algunos operadores buscan ahora es lograr que los terminales se conecten transparentemente a una u otra red (la celular o WiFi). De este modo no tiene que ser el usuario el que se loggea o desloggea (perdón por los neologismos) en un hotspot si lo que se busca es migrar grandes proporciones del tráfico de datos hacia WiFi.
El tema no es menor, y estuvo a la orden del día en el reciente congreso de Barcelona. Los operadores están pensando inclusive un poco más allá, buscando que esta tecnología potencie la aceptación de la tecnología femtocell que permite canalizar las comunicaciones celulares vía red de banda ancha fija, tanto en hogares como en empresas.
Así, de la mano de los nuevos usos de los celulares, WiFi pasó de ser una amenaza a un aliado. Algo que se ve habitualmente en la política cuando los vientos cambian.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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