Get smart

El proceso de transformación del celular de teléfono a dispositivo de datos está acelerándose notablemente en el mercado argentino. Los smartphones crecieron 18 puntos comparando el primer trimestre de este año contra el mismo período del año anterior, habiendo pasado del 22% al 40% del total de celulares. Este avance podría haber sido mayor de no haberse producido un bache en la producción de Tierra del Fuego como consecuencia de las dificultades para remitir los pagos al exterior en concepto de componentes [para más información, ver “Disparándose en el pie”]

Igual crecimiento registraron los socialphones, al pasar del 26% al 44% del total. Éste se dio a expensas de los feature phones (equipos con alguna característica dominante, como el reproductor de MP3 o la cámara de fotos/video). Si bien los socialphones son en definitiva un feature phone cuya características saliente es la socialización (ya que incluyen aplicaciones de mail, mensajero instantáneo, Facebook y/o Twitter) existe una diferencia fundamental para el operador: generan ingresos adicionales por el consumo de datos.
Teniendo presente esto, resulta interesante observar que en el primer trimestre de esta año, el 83% de los equipos despachados al mercado poseen la característica de incluir aplicaciones que consumen datos. Evidentemente, aquí se da una situación donde todos ganan. Los clientes pueden socializar desde sus equipos y los operadores impulsan los ingresos por datos, sea bajo un modelo prepago o vía abono.
Así, lentamente, los teléfonos básicos, aquellos que sólo sirven para hablar y enviar mensajes de texto, tienden a desaparecer. Y quizás para fin de año haya que desterrar definitivamente la palabra “teléfono” cuando se hable de celulares.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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