Archivooctubre 2013

Twits selectos

Apps para todos

Si bien las apps para smartphones están disponibles desde que éstos existen, no fue sino hasta la llegada del iPhone y su App Store que las mismas levantaron vuelo. Lo que antes requería acceder a sitios de apps (generalmente multiplataforma) para encontrarlas y tener alguna mínima destreza técnica para instalarlas se simplificó al extremo con una tienda de aplicaciones que era un ícono en la pantalla inicial del celular. Así, las apps se convirtieron en un concepto muy popular, con un 85% de los usuarios de datos móviles que por lo menos alguna vez descargaron una para su equipo. Esto surge del informe “Telefonía móvil – segmento individuos – 2013 ” recientemente realizado por Carrier y Asociados.
A pesar de lo difundido de la práctica de descargar apps, no todos los usuarios lo hacen con la misma intensidad. Sí colabora en el aprendizaje la extendida popularidad de Whatsapp, aplicación utilizada por el 97% de los usuarios de mensajería instantánea desde el celular [ver “Whatsapp, el nuevo SMS”]. Muchas veces, Whatsapp es una app que no viene preinstalada, ya que compite con los mensajeros instantáneos de las distintas plataformas. Android quiere que usemos Hangouts. Blackberry, BBM. Microsoft, Skype. Esto obligó entonces a un gran número de usuarios a tener que descargar e instalar esta app, independientemente de su nivel de conocimientos técnicos.
Este aprendizaje forzado se convierte en la puerta de entrada a las descargas para muchos. Aproximadamente 2/3 de los usuarios que consumen datos descargaron una aplicación en los 3 meses previos al relevamiento, de los cuales la mitad lo había hecho en la última semana. Esto indicaría que no se trata de un proceso que se da mayormente al adquirir un nuevo terminal y configurarlo con las aplicaciones deseadas, sino que la descarga de las mismas se mantiene a lo largo del tiempo.

Si bien no se observan grandes diferencias entre quienes descargan apps a sus celulares, sí existe una leve tendencia a que sea mayor esta práctica mientras sube el NSE así como cuando desciende la edad. Como sucede con otros aspectos vinculados a la tecnología, también los hombres son más propensos a hacerlo que las mujeres.
No obstante, estos niveles de descargas no deberían ser un motivo de descorche para los desarrolladores de apps móviles. Un 86% de quienes realizaron descargas sólo lo hacen de apps gratuitas. Este comportamiento es independiente del NSE, lo que significa que no existe una correlación con la capacidad económica ni con el acceso a medios de pago electrónicos. Para los desarrolladores esto es un claro indicador de que hay que buscar ingresos por otras fuentes que no sean únicamente el usuario final.

Ley a medias

Habiéndose cumplido 4 años de la sanción de la Ley de Comunicación Audiovisual (conocida como Ley de Medios), se impone un balance. En este caso, no de la norma en su totalidad sino específicamente en lo que atañe a la infraestructura, en particular las redes cableadas. Y, tras un breve repaso, resulta evidente que la ley se convirtió en un freno al desarrollo de las redes fijas que son parte sustancial de la base de una sociedad moderna.
Una de las críticas que se realizaron oportunamente a la ley fue no contemplar el escenario de convergencia tecnológica que no sólo ya era visible al momento de su sanción sino que también sería cada vez más relevante en la medida en que fuera pasando el tiempo. En este punto la regulación que afecta a la infraestructura muestra sus falencias. Hay que partir de la base que el objetivo de cualquier gestión de gobierno debería ser mejorar en alcance, capilaridad y capacidad de toda red capaz de transportar los contenidos más demandantes, como es el caso del video, más aún en tiempos de alta definición. Por lo tanto, más que establecer restricciones al desarrollo de las redes, debería apuntarse a su expansión. A fin de cuentas, desde la llegada de la digitalización las redes son agnósticas respecto del contenido. Ya no hay redes telefónicas o redes de cable. Son todas redes digitales que pueden transportar cualquier contenido digitalizable. Por lo tanto, lo razonable es tender a una regulación única y pro desarrollo en materia de redes, aunque contemplando asimetrías presentes para hacerlas converger en algún punto del futuro. No obstante, la ley establece frenos al desarrollo de las redes, aunque con límites distintos según sean éstas operadas por empresas de telecomunicaciones u operadores de TV por cable. Una distinción más jurídica que tecnológica.
Si bien el proyecto original las contemplaba, finalmente el texto que se aprobó excluyó explícitamente a las empresas de telecomunicaciones de dar servicios de TV. Cabe aclarar que si bien se las asocia directamente con las grandes telefónicas (Telefónica y Telecom), en realidad afecta a todas las empresas del sector (salvo las cooperativas, que sí fueron contempladas en la ley de medios). Desde la fe tecnológica, es un pecado desconocer el potencial de estas redes como plataforma de distribución de contenido audiovisual. Más aún cuando únicamente los dos mayores operadores concentran el 58% de los accesos de banda ancha del país. Accesos que, debidamente actualizados, podrían convertirse en puntos de distribución de contenidos audiovisuales, sin límites geográficos ni demandas de recursos escasos, como es el espectro.
En el caso de los operadores de TV por cable, las limitaciones a la extensión de sus redes (vía licencias locales y topes a la participación de mercado), atenta contra el desarrollo de las redes más modernas tecnológicamente. Sin dudas que el mayor perjudicado por este esquema es Cablevisión, quien paga el precio de ser el operador del grupo de medios enfrentado con el gobierno desde hace unos años (pasando del amor al odio como en “La guerra de los Roses”). Una red de telecomunicaciones extensa y densa obtiene mejores escalas que le permiten no sólo ser más eficiente sino también más avanzada. En el caso de Cablevisión, su red de banda ancha representa el 26% de los accesos del país (a pesar de tener una cobertura geográfica muy inferior a la de las telefónicas). Pero al estar tan indivisiblemente asociada a su red de TV por cable, las restricciones que se apliquen a esta última también lo hacen sobre la primera. Nuevamente, una medida que limita la disponibilidad de puntos de acceso a contenidos audiovisuales.

Lamentablemente, enmendar la ley de Medios para que no atente contra el desarrollo de una infraestructura extendida y eficiente requeriría de un proceso legislativo que difícilmente se dé en el corto y mediano plazo. Así, los errores de una ley intoxicada por una visión retrógrada y disputas más personales que institucionales se conjugan para que la infraestructura de transporte digital (que va mucho más allá de lo audiovisual) no se desarrolle al ritmo que podría y debería. Esperemos que cuando se cumplan 4 años más, la situación sea otra.

Linkeando

  • La era del hielo: Esto es lo que se viene para el sector de las telecomunicaciones móviles a nivel mundial, según Ovum. La consultora británica predice suscriptores y ARPU menguantes. No queda claro, aunque pareciera que se enfocan en los suscriptores individuales y no en M2M. ¿O será que no le ven mucho aporte al negocio? [Fierce Wireless]
  • Catenaccio: Los operadores móviles americanos (tanto estadounidenses como mexicanos) se han convertido en el cuco para algunos de sus pares europeos, temerosos de que las opuestas situaciones a cada lado del Atlántico impliquen una “invasión” hacia el viejo continente. Así se entiende más la operación de Telefónica en Telecom Italia: una movida que le permita ganar “masa” y la ponga a salvo de las garras de depredadores americanos. Declaraciones amenzantes del CEO de AT&T y críticas a la regulación europea. [Telecom Paper]
  • Piano, piano: Luego de casi 4 años desde el lanzamiento de la TV Digital, todavía no se observa un verdadero despegue de la misma. A pesar de la enorme inversión realizada, aún faltan dispositivos, contenidos y comunicación. [Perfil]

Twits selectos

Groovy baby

Antes de la migración del eje del desarrollo tecnológico desde la PC al celular, todo era alegría en Microsoft. Bill Gates y Steve Ballmer se divertían parodiando a Austin Powers. Difícilmente grabarían este video hoy.

Paganini móvil

A pesar de no estar difundida la posibilidad de realizar pagos con el celular, la popularidad de tarjetas que funcionan como monederos electrónicos (como la tarjeta SUBE) ha dado un fuerte impulso al atractivo de los pagos móviles. La comodidad de prescindir de billetes y monedas combinada con el hecho de que el celular forma parte de los elementos poco proclives a ser olvidados en el hogar, hacen que el concepto del celular como medio de pago para el transporte público resulte atractivo para el 54% de los usuarios. Esto representa 22 puntos más que un año atrás cuando apenas el 32% se mostraba interesado. Los datos surgen del informe “Telefonía móvil – segmento individuos – 2013 ” recientemente realizado por Carrier y Asociados.
Como suele ocurrir con todos los conceptos tecnológicos en sus etapas iniciales, los más permeables a la adopción del celular como medio de pago son los segmentos más jóvenes, donde 2 de cada 3 ven con buenos ojos esta posibilidad. No obstante, no hay diferencias significativas por NSE (Nivel Socio Económico), lo que marca que es más relevante el factor generacional que el socioeconómico.
Siempre dentro del concepto del celular como dispositivo para transacciones, por detrás se ubica su uso como sustituto de una tarjeta de débito o crédito, lo que interesa al 41% de los usuarios. Naturalmente, se repite la tendencia a resultar más atractivo a los segmentos más jóvenes aunque en este caso también se observan diferencias por NSE, con porcentajes que disminuyen en los segmentos más bajos, generalmente menos bancarizados. También es mayor la aceptación entre hombres (47%) que entre mujeres (37%).

Si bien siempre hay una brecha entre lo atractivo de un concepto y su adopción inmediata al momento de materializarse, la tendencia marca que el mercado ya está alcanzando la madurez necesaria como para abrazar nuevas formas de pago. Claro que no alcanza con el logro tecnológico. Debe ser acompañado por la implementación. Y, como reza el dicho, el diablo está en los detalles.

Sambando

El mercado brasilero de telecomunicaciones viene registrando en los últimos días varias noticias que prometen cambiarle la cara. Y éstas, potencialmente, pueden terminar impactando también en Argentina. La semana pasada fue el aumento de la participación de Telefónica en Telecom Italia con un desenlace probable, que es la venta de activos de los italianos en Latinoamérica, léase Brasil y Argentina, donde es un jugador de peso en ambos casos. La otra es la fusión de Oi, el principal operador brasilero de telecomunicaciones fija y cuarto en móviles, con Portugal Telecom, para dar lugar a CorpCo, una empresa con sede en Brasil. En ambos casos, se trata de movidas con su génesis en Europa pero que impactan también en Sudamérica.
En el caso de Telefónica-Telecom Italia, la renuncia del CEO de la segunda puede significar un obstáculo menos para la venta de los activos de la empresa italiana en la región. El ahora ex CEO era un ferviente opositor a la estrategia de desendeudamiento vía la venta de las operaciones de Brasil y Argentina. La combinación de su partida con los cuestionamientos pro competencia que podría recibir Telefónica en ambos países parecen allanar así el camino de una venta de la participación de los italianos en ambas operaciones [Más detalles en “Siamo fuori”] Distinto es el caso de la anunciada fusión entre Oi y Telecom Portuga (PT), cuyo objetivo manifiesto es lograr sinergias operativas y financieras, beneficiándose así de su mayor escala. Para Brasil, Oi era hasta ahora el campeón nacional, una empresa con mayoría de capitales locales que en tiempos de Lula da Silva coqueteó con la idea de convertirse en una multinacional brasilera de telecomunicaciones, lo que la convirtió en una candidata a quedarse con la potencial venta de la participación de Telecom Italia en Telecom Argentina años atrás (aunque no fue la única interesada). Eran los tiempos en que PT había vendido a Telefónica su participación en el operador móvil Vivo y con parte de ese dinero ingresó a Oi con un 22% de participación accionaria, iniciando así una alianza que se corona ahora con el anuncio de la fusión. La nueva empresa no será ya un campeón nacional pero sí será una multinacional con una participación importante de capitales brasileros. Es que PT suma a su fusión no sólo sus operaciones en Portugal y Brasil, sino también en África (Mozambique, Angola, Kenya, Cabo Verde y otros). Así, CorpCo se convierte en el gran operador del mercado luso parlante en tres continentes.
Ambas noticias pueden terminar interrelacionadas. Si efectivamente Telecom Italia, controlada por Telefónica, decide vender sus operaciones en Brasil y Argentina, la nueva CorpCo podría terminar beneficiándose. En Brasil, dependiendo de si las operaciones de TIM se terminan distribuyendo entre el resto de los operadores (Vivo, Claro y Oi/CorpCo) en lugar de venderse a uno que aún no opere en el mercado móvil de aquél país. En Argentina, si los planes de expansión de Oi se mantuvieran, podría apuntar a la participación de TI en Telecom Argentina, cuya valuación ronda los US$ 1.100. Claro que en ambos casos, CorpCo necesitará financiamiento. En el pasado reciente, el gobierno brasilero se mostraba permeable a ofrecer créditos para la expansión de un gran operador local cuya estrategia esté en sintonía con la de un país que es una de las grandes economías emergentes. Los tiempos son otros y habrá que ver si los objetivos se mantienen.

Linkeando

  • ¿Roja para Bill?: Más allá de que finalmente ocurra o no, el hecho de que inversores de Microsoft pidan el desplazamiento de Bill Gates es un indicador de que la empresa atraviesa claramente el fin de una era. El paso de la era de la PC a la de los dispositivos móviles requiere de liderazgos renovados. [Reuters]
  • Aceitando la antena: Las trabas y dilaciones en la instalación de antenas no es una exclusividad de Argentina. Por eso, en otros países buscan regular el proceso de forma de que no atente contra el desarrollo de las redes. Es lo que está haciendo Brasil con el tratamiento de su Ley de Antenas, que prevé un procedimiento simplificado sin perjuicio de la manifestación posterior de los distintos organismos involucrados. O sea, primero instale, después hablamos. [Convergencia Digital]
  • Bastiones en peligro: Como toda empresa pública, Blackberry se ve en la obligación de presentar información de su negocio. Y lo que se ve no es bueno. A los problemas estructurales que tiene se suma ahora que está perdiendo terreno en lo que fueran sus tradicionales bastiones, los mercados en desarrollo. Una situación que exige cambios profundos lo más rápido posible. Los tiempos se han acelerado notablemente. [NY Times]

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