Descubriendo la fibra

Cuando se es presidente de un país se está expuesto a errores en el manejo de información. Un presidente no puede estar en todos los temas al detalle, por lo que depende de la información (y el criterio) que le proveen sus colaboradores. Esto le pasó a Alberto Fernández quien, durante una reunión (a la distancia, a tono con los tiempos) con el Americas Society/Council of the Americas, afirmó que “en los últimos cuatro años se fue desactivando … la inversión en fibra óptica”. Sin embargo, las cifras oficiales lo contradicen.

Según datos del ENACOM, en diciembre 2016 había 160 mil accesos de fibra óptica. En diciembre de 2019, alcanzaban los 941 mil. En síntesis, en 3 años los accesos de fibra óptica se multiplicaron por 6. Y probablemente el crecimiento hubiera sido mayor teniendo en cuenta que el DNU 267/15 prorrogó la prohibición para que las telcos ofrecieran servicios audiovisuales (léase TV) hasta el 2017. Y la TV fue un elemento clave para justificar las inversiones en fibra. Por lo tanto, las cifras no sólo contradicen la afirmación del presidente, sino que es injusta para con las empresas de todo tamaño, desde grandes operadores hasta PyME y cooperativas de todo el país, que en los últimos años han hecho enormes esfuerzos para desplegar fibra óptica a pesar de un escenario macroeconómico adverso, con caída del PBI y sucesivas devaluaciones (algo crucial para las inversiones tecnológicas).

Para tener un marco de referencia, la participación de la fibra óptica dentro de los accesos de banda ancha en Argentina fue, a fines de 2019, del 10,7%. Este valor está por debajo de la media de los países de la OCDE (28%), no obstante, le da a Argentina una participación mayor que en países como Alemania, Reino Unido e Italia, entre otros.

Por su parte, la REFEFO pasó de 6.500 km iluminados en 2015 a 33.000 km en 2019. Se multiplicó por 4,6. Es cierto que esto fue posible debido a que ya estaba lista gran parte de la obra civil para albergar la fibra. Pero de poco sirve la obra civil si luego por esos ductos no viaja fibra en condiciones de operar. A esto se sumaron los subsidios a los despliegues de la mano de los Fondos del Servicio Universal, aunque es cierto que estos fueron sub ejecutados desde que este fondo existe. Ciertamente, el manejo de la REFEFO no es lo más criticable de la gestión anterior de Arsat.

Más allá de las diferencias de apreciación en las cifras, es bueno que el presidente muestre su preocupación por hacer crecer la fibra óptica ya que significa que habrá un incentivo a que este crecimiento sea más acelerado.

Para cerrar, un dato positivo a tener en cuenta es que, siempre según los datos de ENACOM, al final del primer trimestre de 2020 (ya durante la gestión actual), la cantidad de accesos de fibra óptica creció un 11,3% respecto del cuarto trimestre de 2019. Un ritmo de crecimiento importante, aunque resta por ver el impacto de la pandemia, el cual será fuerte en el segundo trimestre. Habrá que esperar por las cifras oficiales.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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