Asaltados por las dudas

No hace falta ser un genio ni estar muy informado para prever que el año próximo será complicado desde el punto de vista económico. Por el lado externo, un panorama oscuro compuesto por la crisis en varias de las principales economías del mundo, un Brasil (principal cliente de Argentina) que también muestra signos de retracción y nuestros productos estrella que sufren esta situación con precios con tendencia a la baja. Por el lado interno, una decidida política de recorte de subsidios a distintos servicios públicos, que más allá del impacto que tendrá en los bolsillos de los consumidores es una muestra más que evidente de que los recursos del Estado ya no alcanzan para seguir de fiesta. Con este escenario, en las últimas semanas pudimos recoger diversos comentarios de parte de directivos de diversas empresas y organizaciones de la industria tecnológica respecto de sus inquietudes para el 2012.
El primer temor (en orden cronológico, no necesariamente de importancia) vino por el lado del programa Conectar Igualdad (más vulgarmente conocido como el de las netbooks educativas). En este caso, los directivos manifestaban su inquietud respecto de que los recortes en los gastos afecten el despliegue previsto para el año próximo. Se trata de casi 2 millones de máquinas que deberán entregarse en 2012, teniendo en cuenta no sólo a las de este plan sino también a otros programas a nivel provincial. Considerando que éstas representarían casi el 40% del total del mercado, es lógico pensar que si las cosas no funcionaran como previsto, el sector de los fabricantes de PC se vería afectado. No obstante, por el momento estos temores no parecen muy fundados. Que el plan quede trunco o al menos demorado tendría un costo político mucho mayor que el económico. Claro que también hay que considerar otros aspectos de estos programas, como cuál será su continuidad en el tiempo. Hay que tener presente que a partir de 2013 habrá que abastecer de equipos a los nuevos estudiantes así como tener reposición para el natural desgaste de los ya entregados.
Días más tarde, y ya en el ámbito de las telecomunicaciones, llegaron a nuestros oídos temores respecto del plan Argentina Conectada, particularmente en lo que hace a la Red Federal de Fibra Óptica, que apunta a desarrollar la infraestructura de telecomunicaciones, lo que incluye el despliegue de un backbone que cubra todo el país para garantizar igualdad de condiciones en el acceso. Para este despliegue se contemplaron diversas licitaciones para ir cubriendo las diferentes etapas del mismo. No obstante, éstas estarían registrando ciertas demoras ante la no certeza de contar con los fondos necesarios para los adelantos previstos. Considerando que esta Red demandaría una inversión de alrededor de US$ 2 mil millones, este monto equivale a más del 12% de lo que el Estado Nacional gasta en subsidios, los cuales busca ahora reducir. Visto así, no hay dudas de que es un monto importante en el contexto actual. Difícilmente se desactive el desarrollo de esta red, pero tampoco habría que sorprenderse si, debido a restricciones presupuestarias, su despliegue se prolonga en el tiempo más de lo originalmente planeado.
Más allá de dudas y temores de directivos de la industria, lo cierto es que, al menos por el momento, no hay evidencias de que la sangre llegará al río. Simplemente temores de gente que está más informada pero que también tiene particulares intereses en que todo siga como estaba originalmente previsto. No obstante, quizás sí haya que estar preparados para tiempos que se estiren. Habrá que pasar el invierno…

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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