En momentos en los que los teóricos dominaban el, por entonces, poco desarrollado mercado de Internet, se vislumbraban nuevos modelos de interacción comercial, más afines a mercados donde la transparencia era total. Dentro de esos modelos, muchos se entusiasmaban con el de subastas ya que veían en éstas como se plasmaba el libre juego de oferta y demanda pero a gran escala. Pero a los modelos teóricos suele faltarle el factor humano, que no es tan afecto a las descripciones matemáticas de curvas que se cruzan en algún punto. No en vano, la economía es una ciencia social (aunque a muchos les cueste aceptarlo).
Esto puede comprobarse cuando eBay, conciente de que los compradores no se ven muy atraídos por eso de ofertar y esperar, anunció esta semana cambios en su estructura de tarifas de publicación para enfatizar las ventas por precio fijo por sobre las subastas.
Quizás la búsqueda de un nuevo modelo fue consecuencia de un crecimiento que se estancaba al tiempo que Amazon fue mutando de ser el máximo minorista online hacia una suerte de tienda departamental donde otros minoristas se instalan, utilizando su capacidad de atraer compradores y proporcionando el sistema de pago y control de entregas.
En realidad lo que eBay está llevando adelante es lo que mucho tiempo atrás implementaran los sitios argentinos que originalmente fueron de subastas, como Deremate (su nombre lo indica claramente) y Mercado Libre. Ambos son hoy verdaderos mercados electrónicos que juntan la oferta y la demanda, con operaciones que se hacen mayormente a precio fijo. La previsibilidad del precio y la inmediatez en la concreción de la operación pesaron más que un precio técnicamente más justo.