Postal catalana

Esta semana, como sucede todos los años, la industria móvil se dio cita en Barcelona en el Mobile World Congress 2011 (MWC 2011). Se trata de una excelente oportunidad para identificar cuáles son los temas del momento. Y para ello colaboran todos quienes publican electrónicamente desde allí  (periodistas, bloggers, participantes, público) lo que permite tener un vistazo general de qué es lo que interesa al sector en este momento.

Por el lado de los productos no hubo grandes novedades. La creciente popularidad del CES (Consumer Electronics Show) en los EE.UU. tan sólo un mes atrás le quitó algunos anuncios, especialmente en lo que a lanzamientos de producto se refiere [ver “¿Se inclina el fiel?”]. Un indicador más de que definitivamente la industria móvil dejó de ser liderada desde los países del norte europeo para serlo desde el Silicon Valley. Sin grandes lanzamientos, los dispositivos estrella fueron los smarpthones y las tablets, si bien fueron básicamente lo mismo de los últimos tiempos: clones de iPhone y del iPad, aunque basados en Android. Por supuesto, con algunas características más avanzadas, pero por ahora, sólo evolución. Esta ubicuidad de Android evidencia su meteórico éxito. Algo que debería ser causa de acidez estomacal para los desarrolladores de otras plataformas que no pudieron reaccionar ni tan bien ni tan rápido (iOS al margen).

Quizás menos llamativo que los dispositivos pero sí más determinante para la industria resultó ser la problemática del exponencial crecimiento de la demanda por capacidad de las redes, sometidas a gran presión por el imparable avance de los smartphones, a los que ahora se suman también las tablets. Por ahora, la respuesta viene por dos caminos no excluyentes: el cómo y a quién cobrar y los avances en las tecnologías de las redes.

Por el lado de quién paga la factura, se volvió al pedido de que los grandes generadores de tráfico (Google a la cabeza pero también Facebook) “colaboren” en la ampliación de la capacidad de las redes. También se habló de diferenciar entre tráfico on net y off net (lo que sería un golpe bajo para los defensores de la neutralidad de la red). Y por supuesto, sigue vigente la discusión sobre si terminar con la tarifa plana a favor de otra en función del uso. Pocas novedades en este frente que sigue vigente como nunca.

En cuanto a los aspectos tecnológicos de las redes, esta necesidad de optimizar la inversión y el gasto en su operación mientras se aumenta la capacidad parece presagiar un horizonte muy favorable para los fabricantes de equipamiento. Entre los anuncios se destacan las mini estaciones base de Alcatel Lucent, Nokia Siemens llevando parte del tráfico a WiFi (ambas noticias adelantadas en el Linkeando de la semana pasada – “Aliviando la red”) o Ericsson y su acuerdo con Akamai para acelerar la distribución de video en la red.

En relación al impacto del aumento del consumo de datos, los visitantes al MWC 2011 pudieron tener un adelanto de lo que pasará si no hay una verdadera revolución en las redes. Debido a la alta densidad de smartphones por metro cuadrado, las quejas respecto a la falta de servicio (inclusive llegando al WiFi) fueron constantes. Esperemos que no sea una postal que adelante el futuro.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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