Oteando el futuro próximo

Esta semana se realizó en San Pablo, Brasil, una nueva edición de Futurecom, quizás el mayor evento de la industria de las telecomunicaciones en Sudamérica. El mismo resultó interesante para tomar el pulso de la actividad a nivel regional donde conviven realidades similares.
Un factor interesante a observar resultó ser la reacción de la industria ante la situación económica brasileña, luego de la reciente devaluación del real, que más allá del impacto a nivel macro, también afecta a una industria donde gran parte de sus inversiones deben realizarse en divisas pero amortizarse en moneda local. Un escenario que es factible se dé en Argentina en 2016. Todas las empresas reafirmaron su compromiso con el país, aunque son conscientes de los tiempos duros por delante. Esto seguramente las hará más rigurosas a la hora de controlar los costos y si bien saben que deberán agudizar su creatividad, también solicitaron metas y obligaciones más flexibles en función del contexto.
Ya dentro de una coyuntura menos local y más global de la industria, no podía faltar la discusión telcos vs. OTT. Por supuesto, el reclamo por una regulación o exigencias más simétricas estuvo presente. El toque original lo dio Marco Patuano, actual CEO de Telecom Italia y ex CEO de Telecom Argentina, quien se manifestó a favor de tomar fortalezas de los OTT como su flexibilidad y agilidad así como el manejo de Big Data. Además, sostuvo que las telcos deben considerar transformarse de simples proveedores de conectividad en verdaderas plataformas, entendiendo como tales a espacios donde se encuentran la oferta y demanda de contenidos y servicios. Esto se lograría gracias a la existencia de buenas interfaces de usuarios y de comunidades de desarrolladores para facilitar y expandir el acceso a esos contenidos y servicios. Un concepto que bautizó como OTN (Over The Network). Más fácil de decir que de hacer, pero al menos refleja una actitud fresca.
Otro tema más estructural del que se habló fue el retroceso claro de los servicios de voz fija. A pesar de esto, las telcos marcaron que la regulación sigue siendo exigente y onerosa para un servicio que no responde a las necesidades del mercado. Por lo tanto, se abogó por una actualización de la regulación que preste más atención al móvil que al fijo y que deje de pensar en voz para pensar en datos.
Desde un punto de vista más tecnológico, los temas destacados fueron la Internet de las cosas (IoT por Internet Of Things) y el 5G. Y en ambos casos quedó la sensación de que es mayor el entusiasmo de los proveedores de tecnología que el de los operadores. Hablar de 5G parece todavía prematuro, cuando todavía la tecnología 4G tiene mucho que entregar en términos de evolución al tiempo que la 5G todavía ni siquiera definió un estándar, por más que muchos fabricantes dicen estar desarrollándola. Se trata quizás de una carrera para ver cuál de todos los vendors puede incidir más en un estándar definitivo que haga uso de la mayor cantidad de patentes propias.
Distinto es el caso de la IoT. Es claro que se está entrando en una nueva etapa: primero se conectaron lugares (fija), luego personas (móvil), ahora cosas (IoT). Pero a pesar de que el enfoque tecnológico es claro y lógico, lo que no está claro es el modelo de negocio para los operadores. Adicionalmente, si bien se trata de un campo con un potencial enorme para la innovación y el cambio, todavía falta avanzar en la interoperabilidad de los distintos objetos, léase estándares.
Así están las cosas en la industria regional.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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